El bloque opositor del PRI de Alejandro Moreno “Alito”, PAN de Marko Cortés y MC de Clemente Castañeda, cumplieron el acuerdo de buen comportamiento en la toma de protesta de Claudia Sheinbaum como Presidenta de México.
El líder de la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal y del Senado, Adán Augusto López amarraron, en sus encuentros con sus pares el comportamiento para evitar insultos y gritos contra la Presidencial.
No hubo cabezas de cerdo, orejas de burro, cartones con leyendas groseras, manifestaciones, intento de toma de tribuna, no se aventaron moneadas, como lo hizo Lilly Téllez al senador Judas, del PAN, Miguel Angel Yunes por votar a favor de la reforma Judicial, etcétera.
Vaya, se comportaron y mostraron altura de miras, tanto las bancadas de senadores como de diputados de la oposición, dejaron que los morenos disfrutaran su fiesta, obviamente con los tradicionales besamanos a la Presidenta. Gozaban y gozaban buscando su acercamiento con su nueva líder, el saliente, no se veía muy alegre o convencido, aplicaba, tal vez muere el rey y viva la reina.
Pero en el discurso, los opositores se mostraron como se esperaba, críticos de la administración saliente que, sin decir más palabras manifestaban que heredaban a la nueva administración un país destrozado, con daños severos a la salud, de inseguridad, una economía endeble y una estela de corrupción.
Alito, si bien criticó también dijo que está convencido que se debe trabajar para alcanzar un mejor país, pero soltó que las reformas al Poder Judicial y Guardia nacional que pasará a la SEDENA, representan una fractura de pesos y contrapesos entre los Poderes de la Unión.
Que la pluralidad política vive su peor momento desde que México detonara su transición a la democracia en las reformas electorales de 1963 y de 1977.
Una clara regresión que va desde la incipiente democracia hacia el regreso de la hegemonía, porque Morena, sin duda ganó las elecciones en una Elección de Estado, se llevó todo, goza de 24 de 32 entidades gobernadas por ello, una mayoría abrumadora del Congreso con un calificada comprada en el Senado, vaya el voto de Yunes, comprada bajo amenaza o con dineros.
Alito exigió, prácticamente que nadie debe tener el derecho de usar su investidura para dividir, para sembrar odio e intentar justificar que lo hacen por el bien común., pues ninguna ideología justifica la destrucción de la República.
Por ello, el líder priista, perseguido por no acceder a los caprichos del que mandaba en Palacio Nacional, la necesidad de un llamado urgente y convocar, al mismo tiempo al nuevo gobierno de Claudia Sheinbaum a que la ruta a seguir contenga las rectificaciones necesarias, ante un modelo presidencial agotado.
Y que ha sido un error del pasado reciente y lo será más grave si se repite en el futuro.
Los panistas, también ofrecieron trabajar con la nueva administración, la coordinadora de los senadores, Guadalupe Murguía la llegada a la Presidencia de la República de Claudia Sheinbaum, speran que represente mejores tiempos para las mujeres de nuestro país.
Y que confían en que hará valer su autonomía, porque no se le ha despegado la sombra del saliente ni un segundo.
Que la división de poderes, los órganos autónomos, la libertad de prensa, son mecanismos de autocorrección. Y que si queremos un gobierno fuerte, los contrapesos tienen que ser fuertes.
La historia se repite para quien no quiere aprender de ella. En México, restregó que no hay cabida para caudillos ni para maximatos. Y que no queremos una Presidenta tutelada, sintetizó.
La panista criticó severamente a López Obrador, que hoy termina una de las épocas más oscuras del país, la nación está dolida, tiene miedo, está de luto y que la realidad es terca: Una deuda de 6.6 billones de pesos, la más alta de la historia; un déficit de 6 por ciento: insostenible; el peor crecimiento económico en 35 años; 200 mil ejecutados; 120 mil desaparecidos; 92 por ciento de los delitos no se denuncian. La política de “abrazos y no balazos” ha traído violencia e impunidad.
Murguía le restregó que los enemigos de México no son las oposiciones, los enemigos de México son la violencia, la inseguridad, el miedo, la enfermedad, la pobreza, la falta de oportunidades.
Pero también expresó que están, ellos los panistas dispuestos a colaborar para sacar al país de la grave crisis en la que se encuentra, producto de la política de las ocurrencias y la sinrazón.
Que Acción Nacional le extiende su mano a la nueva Presidenta porque por encima de todo está México.
ENTREGA LA BANDA Y TAL VEZ SU ULTIMA SESION DE IFIGENCIA
La presidenta de la Cámara de Diputados, Ifigenia Martínez, llegó en su silla de rueda, en un esfuerzo por cumplir su sueño de entregar la banda Presidencial a Claudia Sheinbaum.
Sentada con las mangueras de oxígeno sobre su rostro, en un sobre esfuerzo, recibió la banda Presidencial de López Obrador para entregarla a Sheinbaum. No la pudo sostener, se le doblaban las manos, no había la fuerza y su rostro detonaba su sufrimiento por intentar hacer su tarea que ella pidió como una última oportunidad en el Legislativo.
Sheinbaum intervino para ayudar a recibir y comenzar el protocolo del abanderamiento, era la ceremonia que mantenía los ojos de propios y extraños, pues marcaba la historia de la primera mujer Presidenta de México. Una estampa que quedará en la historia de México.
Ifigenia se veía con ojos llorosos, pero también una gran satisfacción de haber podido dar cumplimiento, vaya, abanderar a la primera mujer Presidenta del país. Tal vez sea la última sesión para ausentarse a través de una licencia y en su lugar, tal vez asumir el veracruzano, actual vicecoordinador, Sergio Gutiérrez.