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Por la pandemia del Covid-19, el presidente Andrés Manuel López Obrador no pudo celebrar dos años de su triunfo en las elecciones presidenciales como él hubiera querido; en la plancha del Zócalo capitalino, con mares de gente arengándolo y que el tabasqueño contara con los motivos suficientes para refrendar que en México, su tan llevada cuarta y traída cuarta transformación, va.

Al contrario, el escenario se le presentó nada halagüeño y en todo caso, la contingencia sanitaria le vino como “anillo al dedo”, pero para justificar sus muchos errores y omisiones. Aun así, el tabasqueño sigue a pie juntillas aquel famoso refrán que dice que “no hay peor ciego que el que no quiere ver”, porque con una popularidad que va a la baja, -el 47 por ciento, de acuerdo a recientes encuestas, cuando al inicio de su administración llegó a alcanzar casi el 70 por ciento-, dice a voz en cuello que la crisis que ya de por sí traía nuestro país “gracias” a sus erradas políticas, ya se está empezando a superar. Nada más falso o son, como dicen sus más serviles voceros, “mentiras falsas”.

El mandatario se niega también a ver los magros o más bien nulos resultados de su administración en todos los campos, así como su discurso vehemente y polarizante carente de todo sustento. Con razón, la mayoría de las evaluaciones sobre esta llamada cuarta transformación son, al igual que su popularidad, a la baja y así seguirá.

Muy acertado, sin duda, lo que dijo el coordinador de la fracción del PAN en la Cámara de Diputados, Juan Carlos Romero Hicks, quien al evaluar el pésimo desempeño del presidente, explicó que si bien López Obrador efectivamente ganó por mayoría, a dos años de distancia la economía, la salud, la seguridad y otros rubros se encuentran en su peor momento, agregó que, “ésta es una década perdida, hoy necesitamos un estadista…”. Un consejo le dio el exgobernador de Guanajuato al Ejecutivo que debería tomar en cuenta: “un presidente que no entiende que el pasado no es un lugar de referencia, más no de residencia”.

Esto último por aquello de que tanto el mandatario como su gabinete,- tan condescendiente que suele ser con su jefe-, se la pasan haciendo referencia a la época que ellos llaman neoliberal, el pasado, que en esta llamada cuarta transformación se ha perfilado como el cruel enemigo culpable de todo, porque no tienen otro recurso al cual aferrarse para justificar su evidente incompetencia.

Aquella noche del 1 de julio del 2018, con la euforia de los seguidores del presidente en su máxima expresión, éste les prometió: “No les voy a fallar, no se van a decepcionar, soy muy consciente de mi responsabilidad histórica, no quiero pasar a la historia como un mal presidente”.

¡Quién lo diría!, apenas dos años después, ahora López Obrador se queja amargamente de ser el presidente más atacado de los últimos 100 años. Probablemente el tabasqueño no tiene la información de que cuando su antecesor, Enrique Peña Nieto, terminó su gestión, lo hizo con apenas con el 10 por ciento de credibilidad y siendo motivo de la mofa colectiva. Antes, diversos analistas coincidían en señalar que Gustavo Díaz Ordaz había sido el presidente más cuestionado y señalado, objeto de todo tipo de burlas y condenas.

Aquí la pregunta es: ¿cómo llegará López Obrador, por ejemplo al quinto año de su administración?, más aun dada su obstinación por presumir de que pese a los ataques que ha recibido, por toda respuesta “es la libertad y no la censura”, otra más de sus “mentiras falsas”, y las que faltan.

MUNICIONES

*** Oaxaca, estado que gobierna Alejandro Murat, -que por cierto ha recorrido los municipios más afectados por el temblor de la semana pasada apoyando a la población afectada-, se sumó a la lista de destinos mexicanos que obtienen el Sello de Seguridad Global (Global Safety Stamp), que otorga el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés), y que contribuirá a recuperar la confianza de las y los viajeros. Así, en preparación para la reapertura, la entidad se sumó a los protocolos de sanidad e higiene del Consejo Mundial de Viajes y Turismo. Así, en preparación para la reapertura, se espera que la entidad oaxaqueña pueda celebrar el próximo mes de diciembre su fiesta más tradicional, La Guelaguetza.

*** Muy interesante la declaración que hizo el coordinador que de la bancada del PAN en el Senado de la República, Mauricio Kuri, quien de manera textual, al evaluar la actual administración dijo: “Respecto a los funcionarios del país, yo considero, y lo digo de forma personalísima, que hay dos personas con mucha capacidad y con responsabilidad, desde mi punto de vista en el gabinete del presidente, que te puedo decir que el Consejero Jurídico, Julio Scherer y, también, desde mi punto de vista, Marcelo Ebrard, como Canciller. Creo que son personas con las capacidades suficientes”. ¿Por qué será?, se empezó a comentar en los corrillos legislativos.

*** El diputado panista, Hernán Salinas Wolberg, en su calidad de secretario de la Comisión de Energía, cuestionó que 18 meses después de iniciada esta llamada cuarta transformación, el presidente se dedique a atacar a la Iniciativa Privada acusando presuntas irregularidades y ni presenta denuncias, ni pruebas de los supuestos abusos en los contratos de generadores privados de energías. Lo recomendable es que el tabasqueño deje de “espantar con el petate del muerto” a los inversionistas, ¿o no?

*** Con la barba crecida, en su confinamiento por haber dado positivo al Covid-19, el secretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera, aseguró que el TMEC, “con todo lo nuevo que tiene, solamente representa la base jurídica a partir de la cual construiremos esta nueva realidad”, por lo que, sugirió: “tenemos que buscar y crear las condiciones adecuadas para generar y buscar inversiones nuevas en nuestro país; lo tenemos que hacer el Gobierno, lo tenemos que hacer de manera bilateral, y también lo haremos de la mano del sector privado”. Lo más probable es que el presidente le enmiende la plana, y no es la primera vez, al responsable de la política económica, pues el tabasqueño solo ve recuperación y felicidad.

morcora@gmail.com