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Dice el subsecretario y negociador comercial para América del Norte, Jesús Seade, que el acuerdo firmado entre México, Estados Unidos y Canadá “no tiene letras chiquitas”. ¡Ajá! ¿Y entonces de dónde salieron los cinco inspectores para certificar el cumplimiento de la reforma laboral en nuestro país?

Ojalá que durante su estancia en Estados Unidos le expliquen, y él a nosotros, por qué “los ajustes unilaterales” a varios párrafos de la llamada Ley HR 5430, con la que el Congreso y el gobierno de Estados Unidos pretenden imponer supervisores a la ley laboral mexicana, pues en el protocolo modificatorio del acuerdo comercial ya habían sido descartados.

Una pifia terrible que nos lleva a tres interrogantes: ¿Estamos ante un caso de simulación? ¿Fue una distracción del subsecretario-negociador-solitario? O de plano, ¿un acto de entrega total con el Tío Donald, que busca la reelección presidencial?

¿A Jesús Seade se le olvidó que el presidente de Estados Unidos es un empresario?, bien haría en leer algunos de los libros de Trump donde afirma: «Juego con las fantasías de la gente. La gente no siempre piensa a lo grande, pero puede entusiasmarse con aquellos que lo hacen. Es por eso que un poco de hipérbole nunca hace daño”.

Sí, oootra vez nos la aplicaron; el senador independiente, Emilio Álvarez Icaza, lo explica en un tuit: “El 10% de honestidad no sirve cuando hay un 90% de incapacidad. Las prisas del @GobiernoMX por firmar modificaciones al #TMEC nos llevan hoy a escuchar ingenuas declaraciones de la @SRE_mx sobre la decisión de #EEUU de certificar la parte laboral en territorio nacional.”

También Gustavo de Hoyos, presidente de la Coparmex, les aplicó el “se los dije”, a través de twitter: “En medio de la fiesta, sostuve que el @GobiernoMX actuó con impericia al negociar los cambios al #TMEC. Lamento que hoy, la iniciativa #HR3450 del Congreso de #USA lo confirme. Estamos listos para apoyar. En @Coparmex #DefendemosEmpresas”

En menos de una semana, pasamos de la euforia a la histeria, ahora el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Ricardo Monreal, afirma que la mayoría legislativa rechaza tajantemente la Ley HR5430 y que. “En caso de que la iniciativa transite en el Congreso estadounidense, la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, en su artículo 7, establece que el Estado receptor podrá, en cualquier momento y sin tener que exponer los motivos de su decisión, comunicar al Estado acreditante que cualquier miembro del personal de la misión no es aceptable”. ¡Ajá!

Esta amenaza no servirá, sus colegas en el Congreso estadounidense no cancelarán la Ley, sobre todo cuando la mayoría demócrata tiene al presidente Trump al borde de un juicio político y presentan la reformaenviada a la Cámara de Representantes como un logro de los negociadores del tratado comercial.

El juego de se llama: «Business are business» y aunque el subsecretario Jesús Seade, responsable de las negociaciones, evidenció su sorpresa a su par estadunidense Robert Lighthizer por la inclusión de la medida y viajó a Washington para aclarar el entuerto, la festejada aprobación se frenará y esperará un acuerdo entre demócratas y republicanos en Washington primero, y, luego, la de Canadá.

El engaño al que se refiere Seade suena a que el gobierno accedió conscientemente a los agregados laborales, pero finge demencia para no pagar el costo político de ello. Mejor una simulación que ser acusado de entreguista. ¿Quizá por ello el fast track del Senado?

Así las cosas, todo indica que el equipo estadounidense le aplicó al urgido subsecretario-negociador- solitario, Jesús Seade, una de las estrategias de Trump: “Lo peor que puedes hacer en una negociación es parecer desesperado. Eso hace que el otro huela sangre y entonces estás muerto. Lo mejor es tener algo que el otro quiere o que para él es imprescindible. Hay que usar la imaginación para convencerlo que se tiene algo que el otro necesita”. ¡Sopas!

Vericuentos

Partido$ rico$

En la Cámara de Diputados naufragó el intento de la bancada Morenista de reformar la Constitución para establecer un recorte de 50% al financiamiento público a partidos políticos. Los votos de la “bancada del Presidente”, (Mario Delgado, dixit), y del PES no fueron suficientes para alcanzar la mayoría calificada, por lo que el proyecto se dio por desechado. Las bancadas de oposición en su conjunto, más el PVEM y el PT advirtieron que se busca volver al modelo de partido único, “de debilitar la democracia e imponer la tiranía de la mayoría”. ¡Órale!

Cargar pila: Con el permiso y mi agradecimiento a los Directivos, compañeros y lectores de Diario Imagen, haremos una pausa. Deseo que 2020 sea un año pleno de éxito. Gracias por su confianza a este Caleidoscopio. Vuelvo el 7 de enero.

@guillegomora