Por Lourdes Aguilar/Foto Frncisco Geminiano
El presidente Andrés Manuel López Obrador dejó en claro que «una masacre ordenada por el presidente es una mancha que no se quita ni con todo el agua de los mares»; por lo que subrayó que fue una decisión pacifista y humanista.
Porque dijo que lo que no queremos es un derramamiento de sangre, porque no somos ajenos al dolor, que produce el fallecimiento de cualquier persona, no es «buenos o malos», es en general, seres humanos.
Me siento hasta bien y no nos afecta el haber impedido el derramamiento de sangre en un hecho como el de Culiacán.
Por ello el propósito es que no se pierdan vidas, y en materia de seguridad es que bajen los homicidios, los robos, los delitos como el secuestro, el robo de vehículos, el que la gente esté segura, que no les roben sus casas, eso es lo que más nos importa.
Aseguró que su objetivo es la seguridad pública, y no operativos para que se cuelguen medallas, lo que nos «importa es la seguridad de los ciudadanos».