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Muchas lágrimas, una rifa -y no precisamente del avión presidencial-, canciones, tamales de chipilín, tostadas, atole y demás delicias mexicanas marcaron el último “stand-up” mañanero de Andrés Manuel López Obrador, quien luego de comer con algunos presidentes que vienen a la toma de protesta de su sucesora, Claudia Sheinbaum Pardo, como el de Cuba, Miguel Díaz-Canel; Luiz Inacio Lula da Silva, de Brasil; la presidenta de Honduras, Xiomara Castro; Gabriel Boric, de Chile y el colombiano Gustavo Petro, a las seis de la tarde abandonó en una camioneta blanca rumbo al sur de la Ciudad de México, entre más lágrimas, por cierto, Palacio Nacional, que ya consideraba como suyo pero todavía asistió a una cena con mandatarios acompañando a su sucesora que por cierto, al igual que lo hizo López Obrador hace seis años, dará a conocer en el Zócalo capitalino los cien puntos de su gobierno. ¿Qué sorpresas habrá?, ¿seguirá instalada en el continuismo con eso del segundo piso?, porque para el tiradero que le dejaron a la nueva presidenta…

Y parece que quien ya se fue, olvida y procuró no mencionar en ningún momento que en absolutamente todos los rubros, deja a un México con un retraso de varios años y eso genera preocupación en algunos sectores de la población. A lo más a lo que llegó López Obrador, fue a decir que quedaban “algunos pendientes”, en lo que es una manera de evadir los temas –porque no le gusta la rendición de cuentas-, que siempre, a lo largo de esta errada y llamada cuarta transformación, le resultan incómodos, solo que ya no le queda tiempo para seguir despotricando en contra de sus adversarios; ya se le acabó el “show mañanero”.

La romería que se organizó la mañana de ayer por la asistencia de alrededor de 200 reporteros, quién sabe cuántos serían serios y cuántos pertenecientes al grupo de los llamados “chayotubers”, no dejó de contrastar con algunos encendidos y agresivos seguidores del tabasqueño que se lanzaron contra quienes lograron pasar a las afueras de Palacio Nacional, donde quedó la pintura que le hicieron con el bastón de mando, la bandera nacional y un Zócalo lleno, que es más bien un ejercicio de culto a la personalidad, de esas que tanto les gustan a los dictadores.

Todo se reporta listo en el Palacio Legislativo de San Lázaro para la ceremonia de toma de posesión donde todas las fracciones parlamentarias se comprometieron a guardar la debida compostura, pero sí tendrán oportunidad de dar a conocer sus posicionamientos.

La presidenta Claudia Sheinbaum asistió a la última prueba tanto del vestido que usará en el día más importante de su vida como de la banda que recibirá de manos de la presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Ifigenia Martínez y que fueron elaboradas ambas prendas por artesanas.

Y fue la propia Sheinbaum la que confirmó la presencia de los integrantes de ministros y ministras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que encabeza Norma Lucía Piña Hernández asistirán a su toma de posesión que, se insiste finalmente fue muy desairada en el mundo y en buena parte, gracias a los “buenos oficios” de López Obrador para polarizar hasta el final: ahí está como muestra el conflicto con España, país que no se sometió a su voluntad.

Lo cierto es que las miradas están más que atentas porque quien tendrá una apretadísima agenda a lo largo de los próximos seis años, dio a conocer que se reunirá con parte de su gabinete ni más ni menos que en Acapulco, lo que ha despertado una luz de esperanza respecto a que conforme transcurran los días y los meses, Claudia Sheinbaum podría irse alejando gradualmente de la autoridad de quien hoy se convierte en su antecesor. ¿Será?

Porque hay que recordar, -como mucho se ha consignado-, que López Obrador jamás se presentó en lugares donde hubo desastres naturales, siendo el más significativo Acapulco, a donde estuvo solamente de lejitos pretextando cuidar la investidura presidencial.

Como se recordará también, que desde los inicios de esta errada y llamada cuarta transformación, López Obrador acabó de un tajo con el Fondo Nacional de Desastres, (FONDEN) y se desentendió de los estados que se vieron azolados por los efectos de la naturaleza .

Un ejemplo de lo anterior es que cuando el paso del huracán “Otis” por Acapulco y Coyuca de Benítez, principalmente, el gobierno repartió recursos y enseres domésticos y repartió 10 mil pesos para que algunos de los afectados, -porque a otros de plano no les dio nada- para que ellos mismos reconstruyeran sus casas. Y, ¿en dónde se puede reconstruir una casa con 10 mil peos? Era entonces parte de la estrategia para la compra de voto, de cara a los comicios del 2 de junio.

Hoy se da vuelta a una página que para muchos resultó amarga y decepcionante y habrá que seguir muy de cerca qué ocurrirá en el segundo piso.

MUNICIONES

*** Tan luego como la prácticamente exsecretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde secó sus lágrimas, centró todos sus esfuerzos en ultimar los detalles de su llegada a la presidencia del CEN de Morena, a donde lo hará acompañada de Andy López Beltrán y contra todo lo que se pueda decir, los zapatos que tiene que llenar Alcalde Luján le quedan muy grandes. El presidente nacional de Morena, casi, casi secretario de Educación Pública, Mario Martín Delgado, realizó un balance de su dirigencia a lo largo de cuatro años, durante los que el movimiento de transformación se ha fortalecido más que nunca. “Me llena de orgullo decir que, ante cada reto, todo el movimiento estuvo a la altura de las circunstancias y del lado correcto de la historia. Nos mantuvimos como un instrumento de la gente”.  Recordó que, cuando recibió la presidencia del partido guinda, el 5 de noviembre de 2020, era necesario reorganizar al partido y reactivar al movimiento para no dejar las calles. Así, en alianza con el Partido del Trabajo y con el Partido Verde Ecologista de México, en 2021 la coalición ganó 12 de 15 gubernaturas; se ratificó la mayoría simple en la Cámara de Diputados con 278 diputaciones federales; y se obtuvo la victoria en 503 diputaciones locales y 706 ayuntamientos. “En esa elección, Morena sumó más gubernaturas que lo que había logrado el PAN en 78 años de Historia”. 

*** En los últimos nombramientos que hizo Claudia Sheinbaum, destaca que rescató a César Yáñez, que stuvo “congelado” todo el sexenio lópezobradorista y es ya el nuevo subsecretario de Gobernación. Paulina Silva, como ya se sabía, llega a Comunicación Social de la presidencia de la República y estará haciendo mancuerna con Alfonso Brito. Finalmente, Sheinbaum Pardo nombró a Jesús Ramírez Cuevas como su coordinador de asesores y según se sabe, lo hizo muy a regañadientes y solo porque su jefe se lo pidió.

morcora@gmail.com