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Las leyes para prohibir las bolsas de plástico en establecimientos tienen, en teoría, la intención de ayudar a solucionar el problema de la contaminación que provoca este material. Sin embargo, al buscar  sustituirlas por bolsas de otro material podría ocasionar el efecto contrario.  

Y es que, según un estudio de la Agencia Ambiental del Reino Unido, se necesitarían reutilizar más de 327 veces una bolsa de tela o mínimo 7 veces una bolsa de papel para justificar el impacto ambiental de su producción, contra el de una sola bolsa de plástico. Esto, debido a que la producción del papel y tela generan una gran cantidad de gases de efecto invernadero, que son la principal fuente del calentamiento global, exigen un mayor consumo de energía y agua contra la producción del plástico.   

Por lo tanto, la prohibición de bolsas de plástico y deshechables representarían un ecocidio, como lo afirma la ambientalista Alejandra Ramos Jaime, fundadora del movimiento #LaSoluciónSoyYo, cuyo fundamento es que la prohibición dispara la producción de sustitutos más contaminantes y nos hace descuidar la causa real del problema que es la pésima gestión de residuos.  

Basado en su investigación, quien cita estudios del INEGI, de agencias ambientales internacionales y de múltiples ONGs, solo el 11 por ciento de los desperdicios en México son plástico e ignoramos el 89% restante que también termina en el medio ambiente, mientras en México 19 mil toneladas de residuos quedan sin recolección todos los días, y el 87% de los recolectados llegan a tiraderos a cielo abierto.  

En tanto que la población, por carencia de información sigue premiando políticas con aplausos rápido, las cuales Ramos Jaime llama “mentiras verdes”, como el caso de la prohibición de bolsas de plástico, que tan solo traen un beneficio político, a costa de altos costos económicos y ecológicos al ignorar la fuente original real del problema. 

Quizás el debate no debería centrarse en si el plástico es bueno ó malo sino en el por qué llegó al medio ambiente junto con el otro 89 por ciento de los residuos y cómo enfocarnos a su gestión.

La ruta del dinero

Bien por el Organismo Nacional de Sanidad Pesquero (Sanipes), que comanda Johnny Marchán, pues acaba de ser acreditado en la norma internacional ISO/IEC 17043:2010, como proveedor de ensayos de aptitud, por la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA), que preside Mario Gorena, lo que lo convierte en el primer ente nacional de referencia en territorio peruano. Lograr esta acreditación permite respaldar la implementación de un mecanismo eficaz y potente para fiscalizar a la Red de Laboratorios de Sanipes, al tiempo de permitir evaluar su desempeño técnico al momento de realizar los análisis a los productos hidrobiológicos. Perú se convierte en el tercer país de Sudamérica en obtener el reconocimiento y respaldo a nivel internacional para diseñar, implementar y ejecutar los ensayos de aptitud. En lo que respecta a la EMA es la institución responsable de evaluar y acreditar a los organismos que verifican, prueban y certifican que los productos y servicios cumplen con las normas de seguridad, salud y cuidado al ambiente.