La Cámara de Diputados conmemora el Centenario luctuoso de Emiliano Zapata (1879-2019), por su legado agrarista, histórico, político, social y étnico, convertido en un personaje universal al enarbolar la lucha por la tierra, libertad y justicia de los más pobres, a través de la exposición itinerante “La Revolución es lo único que puede salvar a la República” y una mesa de análisis sobre su vida.
En el marco del Espacio Cultural San Lázaro, durante la inauguración de la muestra fotográfica, el diputado Hirepan Maya Martínez (Morena), apuntó que las reivindicaciones impulsadas por Emiliano Zapata son vigentes hasta nuestros días en México. “Conmemorar cien años de su asesinato es revalorar cien años de lucha del zapatismo como estandarte de las luchas y dignidad campesina e indígena”.
El también secretario de la Comisión de Cultura y Cinematografía, afirmó que el “Caudillo del Sur” y su siglo de luchas son necesarias para alentar el giro democrático y de cambio de régimen de nuestro país; una nación sin corrupción, sin desigualdad, en donde el pueblo campesino, indígena y urbano son el centro y el motivo de la política pública del gobierno de la transformación nacional.
Esta exposición, resaltó, es parte de un homenaje y también de un nuevo ciclo histórico para atender las demandas de los más desprotegidos. Sin Zapata y sin las herencias del zapatismo, no habrá suficiencia alimentaria para el país, repartición justa de la riqueza y autonomía de los pueblos autóctonos. Esto es hoy el Caudillo del Sur para nosotros, aseguró.
La secretaria general de la Cámara de Diputados, Graciela Báez Ricárdez, destacó la importancia de que la Cámara de Diputados haya designado el “2019, Año del Caudillo del Sur, Emiliano Zapata”, aparte de la “LXIV Legislatura de la Paridad de Género”. Tener una exposición como ésta coadyuva a conocer su lucha y constatar su vigencia.
Asimismo, señaló la relevancia de tener en San Lázaro mayor presencia del arte y la cultura para invitar a la ciudadanía, con el objetivo de tener una mayor cercanía.
Agradeció la colaboración de la Secretaría de Gobernación (Segob), a través de la subsecretaría de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos; del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México; del Instituto Nacional de Antropología e Historia y de las instituciones del sector cultural, por traer al Palacio Legislativo de San Lázaro la exposición itinerante.
Eric Suzán Reed, titular de la Unidad de Desarrollo Democrático, de la subsecretaría de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos, de la Segob, reconoció la visión y hospitalidad de la Cámara de Diputados por presentar esta exposición del mayor símbolo del agrarismo, uno de los más destacados adalides de la lucha social por la justicia y libertad en México: Emiliano Zapata.
Conmemorar el centenario de su asesinato, recordar su vida y contribución, se hace presente en este recinto donde debaten la pluralidad de voces que representan a nuestra gente en su rica diversidad. “Zapata vive, cuando se legisla para generar condiciones que favorezcan el goce y ejercicio, por todos, de sus derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos”.
Aseveró que Zapata es ejemplo de persistencia, voluntad, fortaleza y lealtad, características que alimentan el ánimo de la transformación de México. Su legado convoca al compromiso social con quienes más lo necesitan. La entrega a su causa es modelo que convoca a todos los mexicanos”.
Al recorrer la exposición, se aprecia la mítica e histórica figura de Zapata, nacido en Anenecuilco, Morelos, el 8 de agosto de 1879, y asesinado el 10 abril de 1919, en Chinameca, Morelos, a los cuarenta años, luce en diversas gráficas vestido de charro, con pantalón ajustado y botonadura de plata, sombrero de ala ancha, espuelas y pistola al cinto. De tez morena con mirada profunda y enigmática.
Se exhibe la letra del corrido del héroe, cuyas estrofas reseñan su muerte en una emboscada; también la histórica fotografía, donde está inerme por las balas de sus asesinos, rodeado de campesinos, yace sin vida, quien luchó por la tierra y libertad contra el porfiriato.
Asimismo, se encuentra la gráfica del manuscrito original del Plan de Ayala, firmado el 28 de noviembre de 1911.
Mueven la conciencia y el corazón, una gráfica de dos niños; el mayor carga al más pequeño, sus ropas raídas muestran la extrema pobreza de las haciendas porfiristas. Se exhibe un diálogo entre Emiliano niño, de ocho años, con su padre (Gabriel), quien llora porque el hacendado les arrebata sus tierras y no pelean porque éste es poderoso; ante el hecho, asegura: “cuando sea grande, haré que las devuelvan”.
La muestra fotográfica es un viaje a la vida, ideales, legado y trayectoria política de un mexicano universal y vigente.
Asistieron a la ceremonia de apertura, Fernando Molinar Bustos, director general de Movimiento Democrático y Fomento Cívico, de la Segob; Felipe Ávila Espinosa, director general adjunto de Servicios Históricos del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, y la subdirectora de Exposiciones Nacionales del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Hildecard Rohde Aznar.