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La diputada Mirtha Iliana Villalvazo Amaya (Morena) consideró que el sistema de pensiones en México hace “diferencia entre hombres y mujeres, porque al margen de la ley los requisitos que deben cumplir ambos son los mismos, pero sus condiciones para lograr un empleo formal, mantenerlo y gozar de prestaciones son distintas”.

Por ello, impulsa reformas a los artículos 154 y 162 de la Ley del Seguro Social para disminuir, en el caso de las mujeres, la cotización de mil 250 a mil 145 semanas para tener derecho al goce de las prestaciones del seguro de vejez. “Cantidad que consideramos razonable conforme a su esperanza de vida”, dijo.

La legisladora subrayó que culturalmente las mujeres son quienes abandonan más fácil sus empleos o toman trabajos que requieran jornadas cortas para hacerse cargo de diversas responsabilidades familiares, esto ocasiona que tengan menos semanas de cotización respecto a los hombres, impidiendo así que gocen de las prestaciones que la ley vigente ofrece, como lo es una pensión.

Refirió que de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en su Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), cerca del 60 por ciento de las mujeres se encuentran en el sector informal; por lo que la tasa de informalidad de ellas es marginalmente mayor que la de los hombres.

Asimismo, la mujer se enfrenta a mayores dificultades al intentar entrar al mercado formal, con un buen salario donde valoren sus aptitudes como trabajadora y éstas le sean retribuidas de igual forma que a los hombres, dificultando así alcanzar cotizaciones respecto a las semanas necesarias para tener un retiro de cesantía en edad avanzada y vejez.

Además, dijo, tienen otra desventaja respecto de los hombres, ya que perciben salarios más bajos y en consecuencia sus prestaciones son igualmente menores, sin omitir lo complejo que resulta obtener un ascenso, aumento salarial o un puesto de dirección.

En el estudio “Cuenta satélite del trabajo no remunerado de los hogares de México” 2015, del Inegi, expone que de forma tradicional las mujeres mexicanas han jugado un papel preponderante dentro de sus familias, se hacen cargo del cuidado de los hijos y de las tareas del hogar, aportando así el 77.2 por ciento del total del tiempo que se destinan a dichas actividades, esto, frente al 20.8 por ciento que dedican los hombres, que no son remuneradas, indicó la diputada.

Villalvazo Amaya resaltó que las mujeres tienen una esperanza de vida hasta cinco años más que los hombres, con las últimas reformas a la Ley del Seguro Social esto se traduce en que la pensión debe dividirse entre más tiempo, por lo que si a ambos se les pide el mismo requisito de las mil 250 semanas, ellas se ven afectadas al momento de querer obtener esta prestación pues en su cuenta individual, a diferencia de los hombres, tendrán menores recursos y menos semanas cotizadas.

Ante ello, la legisladora resaltó que es notable la desigualdad entre hombres y mujeres en el sector laboral, al interior de sus hogares, y la esperanza de vida. Todos estos factores afectan a las trabajadoras en las cotizaciones de su cuenta individual y en la acumulación de recursos para alcanzar un retiro digno.

“En las condiciones que se enfrentan las trabajadoras existe un riesgo de que no alcancen a cotizar las semanas suficientes para un retiro digno y en consecuencia no cuenten con los recursos económicos suficientes para cubrir sus necesidades mínimas después de años de trabajo, puntualizó. La iniciativa fue turnada a la Comisión de Seguridad Social.