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Se logró elevar a rango constitucional la Ley 3 de 3 que prohíbe a morosos (en el pago de pensiones alimentarias); a sentenciados por violencia familiar, y por delitos sexuales, ser funcionarios públicos u ocupar cargos de representación popular
• Falta garantizar en nuestra ley máxima, el empoderamiento de las mexicanas con recursos públicos aptos que contribuyan a cerrar las brechas frente a los varones
• Indispensable también una mayor coordinación con Poder Judicial para que lo aprobado en el Legislativo se aplique sin omisiones ni contra las mujeres

En vísperas de los actos conmemorativos por el Día Internacional de la Mujer este 8 de marzo, el Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática hizo un balance sobre lo logrado y los pendientes que la actual Legislatura deja en el tema de las mujeres de nuestro país y, en una autocrítica, la Vicecoordinadora Elizabeth Pérez, sostuvo que no se logró garantizar un presupuesto paritario, ni que se plasmara en nuestra Constitución Política el derecho de las mexicanas a decidir sobre su cuerpo.

“Avanzamos en esta “Legislatura de la Paridad, la Inclusión y la Diversidad. Tuvimos una reforma constitucional trascendental para el futuro del país que fue la ‘Ley 3 de 3’ que prohíbe a morosos (en el pago de pensiones alimentarias); a sentenciados por violencia familiar, y por delitos sexuales, ser funcionarios públicos u ocupar cargos de representación popular; pero –reconoció- también quedamos mucho a deber”.

Luego de que se aprobara por el Pleno de la Cámara de Diputados, la obligatoriedad de integrar de manera igualitaria (misma cantidad de hombres y de mujeres) a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión que actúa en tiempos de receso en las cámaras de Diputados y el Senado; la representante perredista expuso que “nunca pudimos plasmar la obligatoriedad en todas las leyes -pero sobre todo, el Presupuesto de Egresos de la Federación- de asignar los recursos de todas y todos los mexicanos, con perspectiva de género.

Tampoco logramos aprobar –mencionó- una modificación presupuestaria con perspectiva de género porque, más allá de los reclamos y las manifestaciones del 8 de marzo, repuso, estamos hablando de la vida cotidiana, de cada momento de vivir libre, segura y sin miedo; y lo podemos hacer si aprobamos un presupuesto que tenga perspectiva para cuidarnos en términos de seguridad y eso no logramos hacerlo. Ahí le quedamos a deber a todas las mujeres de este país.

“También –sumó- quedaron en el tintero iniciativas bondadosas como el reconocer que las mujeres tenemos derecho a decidir sobre nuestro cuerpo. Lo cierto es que no pudimos, como legislatura, impulsar una modificación constitucional y al Código Penal para que esta decisión dejara de ser tipificado como delito”. Esas son como de las grandes deudas que tenemos con el movimiento feminista y las mujeres en este país”, reconoció.

Pérez Valdez apuntó igualmente que, si bien ha habido un esfuerzo importante en materia legislativa, lo cierto es que ha faltado coordinación con los otros entes como el Poder Judicial y el Senado para que, lo que se apruebe, sea puesto en marcha de manera conjunta.

Al respecto, se refirió a una iniciativa presentada por ella y que fue aprobada en esta Cámara desde abril de 2022, la cual reconoce la figura de “feminicidio en grado de tentativa” y permite la prisión preventiva oficiosa contra los responsables de intentar privar de la vida a mujeres que pudieron sobrevivir por su propio coraje. Desafortunadamente –dijo- la propuesta se quedó “atorada” en el Senado de la República.

“Si nos hubiéramos puesto de acuerdo ambas cámaras con el Poder Judicial para sacar adelante dicha reforma –expuso-, hoy muchas mujeres podrían decir que se sienten más seguras por el hecho de tener un asidero jurídico que lleve a la cárcel a quienes intentaron hacerles daño… Y como este hay muchos ejemplos”, asentó.

“Creo, finalizó la Diputada capitalina, que tiene mucho que ver con las voluntades de los grupos parlamentarios y también de los poderes para sacar adelante estas iniciativas que son más allá de los colores. El único color que deben de tener de frente, es el color morado con el cual representamos un movimiento muy grande, que es el feminista”.