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En su segundo video del año, Ricardo Anaya vuelve a hacer una dura crítica, esta vez a la política internacional de este gobierno. Afirma que la Cumbre celebrada entre los presidentes de Estados Unidos, Canadá y México era “la oportunidad del siglo” para nuestro país, pero los resultados no fueron los esperados porque “tristemente tenemos un presidente con ideas viejas, que no entiende el mundo”.

Explica Anaya que las condiciones eran favorables para una negociación que beneficiara claramente a México. A 30 años de la firma del TLC, nuestro país “es, junto con China, el que más le vende a Estados Unidos”, que sigue siendo la principal economía del mundo. 

Además, “debido a la creciente tensión entre Estados Unidos y China, a los estadounidenses les urge sacar sus fábricas de China”, y cubrir los millones de puestos de trabajo vacantes. “Ahora mismo, en Estados Unidos hay 10 millones de empleos disponibles, y solo hay 5 millones de personas que están buscando trabajo”, asegura Anaya.

“Esto significa que los estadounidenses nos necesitan más que nunca. Y a nosotros nos urgen empleos con mejores sueldos. O sea, no solo que haya trabajo, sino que esté bien pagado. En eso se tenía que haber concentrado López Obrador. Uno, en traer empresas norteamericanas a México, para que haya empleos con buenos sueldos. Dos, muchas más visas de trabajo para los mexicanos que quieran ir a trabajar al otro lado, con papeles y con la posibilidad de poder regresar”.

Pero en lugar de eso, continúa Anaya, “en lugar de aprovechar esta oportunidad de oro de sentarse con el presidente de Estados Unidos y el de Canadá y negociar fuentes de empleo e inversiones productivas, lo que hizo López Obrador fue necearle a Biden que aterrizara en su nuevo aeropuerto, el AIFA”. Y para colmo, “habla y habla de tontería y media y no dejó ni hablar al presidente Biden ni al primer ministro Trudeau”.

Lo que hay que entender, afirma Anaya, es que “no hay política social más importante, no hay mejor manera de ayudar a la gente que con un empleo bien pagado. Cuando una persona consigue una chamba bien pagada, esa persona sale de la pobreza. Esa persona se inserta en la clase media. Esa persona y su familia viven mejor”.

Anaya describe cuál es “el problema de fondo” que impide que México se beneficie de esta coyuntura: “A López Obrador le conviene, y no lo digo yo, él mismo lo acaba de aceptar, le conviene que la gente esté amolada. Lo traicionó el subconsciente y lo aceptó”, cuando declaró que: “Ayudando a los pobres va uno a la segura, porque ya saben que cuando se necesite defender la cuarta transformación, se cuenta con el apoyo de ellos. No es un asunto personal, es un asunto de estrategia política”.

Así pues, continúa Anaya, en palabras del propio presidente “su estrategia política es que haya pobres y que lo apoyen. O sea, él no quiere que la gente tenga un buen trabajo. Los quiere pobres, viviendo de sus ayudas para que le agradezcan y lo sigan. Esa es su mentalidad”. Lo que lo lleva a concluir que “el clasista y el racista es el propio López Obrador, porque no entiende que la pobreza es una condición que se puede superar, no una clase inamovible. Pareciera que cree que los pobres son una raza o una clase a la que hay que darle poquito, para que nunca se convierta en otra cosa, porque entonces son aspiracionistas”.

Anaya reconoce que “es cierto que muchos en México, injustamente, se han quedado atrás. Y que el desarrollo no ha sido parejo. El norte se ha beneficiado del T-MEC mucho más que el sur. Pero precisamente por eso es momento de ver más allá, de aprovechar las oportunidades que hoy se abren y de hacer el piso más parejo”.

Al final del video hace un llamado a poner los ojos en el futuro: “Ya no más mediocridad. Atrevámonos a pensar en lo que México es capaz de ser. Somos muchos los que queremos un México exitoso, ganador, en el que a la gente le vaya bien. Inversiones, empleos bien pagados, energías limpias, sistema de salud eficiente, educación de calidad. Ese México sí es posible. Es hora de trabajar juntos con la mira puesta en ese futuro bueno para todos, especialmente para quienes menos tienen”.