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La Bancada Naranja presentó una solicitud de medidas cautelares ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que el gobierno federal suspenda de manera inmediata la construcción del Tren Maya, especialmente del Tramo 5, y para exigir la reparación del daño ocasionado al medio ambiente y a las comunidades indígenas que habitan en su ruta. 

Pese a las distintas órdenes de jueces federales de suspender la obra, las autoridades federales han desobedecido y continúan con la construcción ecocida e ilegal. No solamente incumplen la garantía del derecho a un medio ambiente sano y de acceso a la justicia, también la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de derechos económicos, sociales y culturales.

De no frenar esta obra inmediatamente y resarcir su daño, el ecocidio será irreparable, pues se continuará atentando contra las 21 áreas naturales protegidas en los estados de Campeche, Yucatán y Quintana Roo, las especies en peligro de extinción, los ríos subterráneos y hasta los vestigios históricos de la de la región.