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La nueva Financiera Nacional Agropecuaria (Finagro) debe dar crédito y garantías a bajo costo a los campesinos de México para que puedan producir alimentos y no operar como instrumento del Gobierno para agrupar clientelas electorales, advirtieron diputados federales del Grupo Parlamentario del PRI.

La propuesta puntual es que, en la nueva ley de la institución de crédito, exista un articulado reservado a las garantías e intereses de crédito barato para mujeres productoras del campo, debido a que son miles las que se quedaron al frente de una unidad productiva cuando el esposo se fue a trabajar a Estados Unidos, y en la posesión de la tierra las mujeres quedaron en desventaja.

Durante el Parlamento Abierto de la Cámara de Diputados, que analiza la iniciativa gubernamental de crear una sola ventanilla de los servicios financieros en apoyo al sector rural, el diputado Ismael Hernández Deras advirtió: “si el partido mayoritario y sus aliados desoyen las propuestas de productores y organizaciones campesinas y las excluyen del trabajo legislativo, Finagro será una institución inservible al campo mexicano

“Tendrá muchos beneficiarios de programas clientelares pero no a productores de alimentos de la dieta básica de los mexicano y estaremos dando el tiro de gracia a los mexicanos más pobres; a los productores de temporal, a ejidatarios, comuneros y mujeres campesinas”, dijo.

El legislador por el estado de Durango, explicó que la financiera que opera en este momento FIRA, apoya al 10 por ciento de las unidades productivas en el país, es decir, 550 mil productores, pero deja fuera otro 90 por ciento, que suman poco más de cinco millones 500 mil productores, en las diferentes ramas de producción, agricultura, ganadería, pesca, acuacultura, silvicultura.

El mensaje de abandono al campo es claro, primero los recortes al presupuesto del campo y ahora, si la nueva financiera, como banca de desarrollo, no tiene recursos suficientes, los productores tendrán que lidiar con la fluctuación de precios en el entorno internacional, con crédito más caro y con el cambio climático, sequías, exceso de lluvia, heladas, granizadas.

Advirtió que las desgracias también alcanzarán al resto de la población, porque vamos a pagar por alimentos más caros y de mala calidad al depender de las importaciones o bien, enfrentar la escasez de productos básicos

Citó que, hasta mayo del 2020, se dejaron de sembrar 232 mil hectáreas, y en los últimos 4 meses, las importaciones de maíz, arroz y carne crecieron, casi 40 mil millones de pesos.

El también secretario de la Comisión de Desarrollo y Conservación Rural, Agrícola y Autosuficiencia Alimentaria de la Cámara de Diputados planteó que, de cada 100 pesos del presupuesto federal, 75 centavos van a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y de éstos sólo 25 por ciento, que equivale a 18.75 centavos, se destinan a actividades de fomento agrícola.

En su intervención, el también diputado federal por el estado de Yucatán, Juan José Canul, se sumó al reclamo para no desmantelar los programas sociales y de fomento al campo, pues en el presupuesto de la SADER, durante 2018 representaban el 59 por ciento, en el 2019 bajaron al 12 por ciento y en 2020 llegan apenas llegan al tres por ciento.

El legislador priista, evidenció los errores cometidos con el pretexto de la austeridad, pues en regiones como la Península de Yucatán, donde recientemente se perdieron cultivos por las fuertes lluvias, hoy el sector agropecuario no puede cobrar los seguros catastróficos.

Pidió cautela en este tema sensible porque para los productores es de vital importancia que los seguros estén al 100 por ciento de su operación. “Hoy Yucatán padece esa falta de pagos de seguros de parte del Gobierno federal; tenemos que blindar a los productores, ellos siembran, dan la cara por todos los mexicanos y se les abandona en el financiamiento y en el seguro”, acusó

La última intervención en el parlamento abierto virtual correspondió a la diputada por el estado de Sinaloa, Erika Sánchez Martínez, quien insistió en que la necesidad de incrementar los recursos crediticios y reducir las estructuras burocráticas de la actual banca de desarrollo.

Dijo: no permitamos más incertidumbre, desde el 2018 a la fecha el campo ha perdido en el presupuesto federal 40 por ciento de recursos y si pretendemos crear esta nueva Financiera Nacional Agropecuaria debe haber dinero suficiente para echarla a andar en la parte formal y legal, porque siempre será más barato producir alimentos en nuestro país que importarlos de otras naciones.

La diputada coincidió en dar trato preferencial a las mujeres del campo, para hacerlas sujetas de crédito con tasas de interés muy bajas, entre el tres y cuatro por ciento anual, que fomenten su independencia económica y autosuficiencia, además de que cuenten con un presupuesto multianual que se incremente por ley y de acuerdo a la inflación.

Señaló que en el pasado las mujeres contaban una tasa de interés del 6.5 por ciento anual y con diversos proyectos productivos, como el del Campo en Nuestras Manos, pero ninguno de ellos existe, desaparecieron con la llegada del autodenominado “gobierno de la transformación”.

Sánchez Martínez finalmente recordó, la disparidad en apoyo del campo frente a nuestros principales socios comerciales, y dio dos ejemplos, mientras en marzo la tasa de interés en Estados Unidos, bajó del 1 al cero por ciento, aquí en México a un agricultor le cobran arriba del 17 por ciento por un crédito; en la Unión Americana se invierten 19 mil millones de dólares de ayuda al sector agrícola y en México el anuncio es más recortes al presupuesto.