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Los empleos perdidos, 1 millón 30,366 puestos, que dio a conocer el Instituto Mexicano del Seguro Social, no se recuperarán este año porque, además del impacto por el covid, que dio lugar a una recesión, el Gobierno de México enfrenta disyuntivas que han ‘maltratado’ el mercado laboral desde hace décadas, como la precarización de los salarios y el poco incentivo de la generación de empleo formal, advierten especialistas del Centro de Estudio para la Promoción y Difusión del Empleo Formal, (CEEF).

“El Gobierno enfrenta las primeras consecuencias económicas de una recesión que ya era evidente, pero se agudizó por el Covid-19. Lo hace, sin una estrategia formal que promueva la preservación del empleo formal y la inversión privada, siendo esto último lo que realmente detona las contrataciones”, advierte Armando Leñero, presidente del (CEEF).

El directivo recordó que en los primeros 18 meses de la actual administración perdieron 874,756 empleos formales. Asegura que la combinación de esta diminución, más la recesión y el Covid- 19, da una peor previsión de recuperación en un mercado laboral con una “arquitectura -ya- precaria”.

“Eso es lo que denotan las cifras difundidas por el IMSS y de fondo, reflejan otros desafíos en material laboral, como el hecho de la reducción de empleos formales, que son la única plataforma para evitar que el daño social y laboral continúe para los empleados”, agrega Leñero.

Datos del IMSS refieren la perdida de 555 mil empleos, como producto de la recesión.

Para Leñero, es imperativo que imperativo que el Gobierno Federal reoriente el gasto público para atender problemáticas, como una merma en el número de empresas registradas ante el IMSS, el aumento de la subocupación y la tasa de Condiciones Críticas de Ocupación.

Disminuir parcialmente las cuotas de la seguridad social es una opción para que las empresas no despidan a sus empleados, y las personas puedan continuar con su acceso al seguro social y otras prestaciones, sugiere el CEEF.