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En tan solo seis meses, esta nueva administración detona nuevos desarrollos en número similar al realizado en una década por administraciones anteriores

Sin corrupción, con procesos innovadores de contratación y con el apoyo del sector privado, la empresa petrolera reduce en promedio hasta un 26% el costo de los nuevos contratos de servicios generando ahorros por 23 mil 308 mdp

Como parte de su nueva estrategia de negocios, Petróleos Mexicanos (Pemex) definió como su objetivo prioritario detener y revertir la caída de producción de petróleo, para lo cual lleva a cabo un récord histórico de inversión para el desarrollo de 20 nuevos campos petroleros.

Cabe señalar que Pemex llevaba 14 años consecutivos en la caída de su producción de petróleo desde que registró 3.4 millones de barriles diarios (MMbd) como su máximo de producción en 2004 y es, entre 2015 y 2018, cuando el declive de la producción acumuló casi medio millón de barriles diarios debido a que la empresa no invirtió en ningún nuevo desarrollo de campos petroleros en estos tres años.

A lo largo de la última década, Pemex solamente inició el desarrollo de 23 nuevos campos. En contraste, la nueva administración implementó un plan para invertir en este año en 20 nuevos desarrollos, 16 en aguas someras y cuatro en áreas terrestres, los cuales ya están en ejecución, es decir son una realidad. En tan solo seis meses, esta nueva administración iguala, en cuanto a número de nuevos desarrollos iniciados, lo realizado en casi una década por las administraciones anteriores.

Para los 20 nuevos desarrollos, Pemex ha concluido la totalidad de la contratación de infraestructura marina consistente en 13 plataformas, 14 ductos marinos que representan 175 km de tendido, interconexiones en 7 plataformas existentes, construcción de 3 peras y ampliación de 9 existentes, 13 ductos terrestres que representan 88 km de tendido e instalación de una batería de separación y optimización de las ya existentes. Asimismo, en breve concluirá la contratación de los servicios de perforación y terminación de 128 pozos asociados a estos 20 nuevos campos más dos desarrollos ya existentes que se están ampliando y que requerirán 2 plataformas y 2 ductos adicionales que también están en proceso de contratación.

Anteriormente, el tiempo promedio que Pemex empleaba para los trabajos previos al inicio del desarrollo de un campo petrolero era superior a los 2.5 años. Ahora Pemex está logrando reducir los tiempos de gestión para iniciar la ejecución de las actividades de desarrollo de campos petroleros. Un ejemplo es el campo Ixachi, el yacimiento más relevante de los 20 nuevos desarrollos, cuyo descubrimiento se realizó en noviembre de 2017 y se espera que en este mes de junio (es decir, en 19 meses) sea aprobado su plan de desarrollo. Al día de hoy sus dos primeros pozos tienen una producción de casi 4 mil barriles diarios (Mbd) de petróleo crudo como parte de las actividades de evaluación. Este yacimiento llegará a producir hasta 80 Mbd de petróleo crudo. Se estima que los tiempos entre el descubrimiento y el inicio del desarrollo para campos terrestres menos complejos sea menor a un año.

Durante el verano comenzará la instalación de las plataformas marinas contratadas, además de las instalaciones para la perforación en tierra de los nuevos desarrollos. De tal forma que para finales del mes de agosto de este año se espera que entre en producción la plataforma Xikin-A. En los meses de noviembre y diciembre inician con los desarrollos Xikin y Esah, posteriormente el resto, para comenzar a producir con al menos un pozo cada desarrollo.

Así, hacia finales del mes de diciembre se esperaría una producción conjunta de estos nuevos desarrollos de aproximadamente 70 mil barriles diarios (Mbd) de petróleo crudo. La producción de estos 20 nuevos campos más los dos desarrollos en campos existentes crecerá gradualmente hasta alcanzar una producción estimada de 267 Mbd hacia finales del año 2020 y de 320 Mbd para fines del año 2021.

Además del logro de reducción en el tiempo de ejecución, sin corrupción, con procesos innovadores y el apoyo del sector privado, Pemex logró una reducción promedio ponderada de 26 por ciento en el costo de los nuevos contratos de servicios. Para el cálculo del ahorro se toma como referencia el costo unitario de los mismos conceptos contratados en años anteriores. En la tabla siguiente se muestra un ejemplo con el comparativo de precios bajo los cuales se están contratando los nuevos servicios.

A la fecha, Pemex tiene un estimado de ahorros del orden de 23,308 millones de pesos en este proceso de contratación de infraestructura y de servicios para los 20 nuevos desarrollos.

Cabe señalar que además de estos ahorros en los precios contratados, existe un ahorro todavía mayor toda vez que se está utilizando infraestructura ya construida por Pemex en años anteriores, pues los 20 nuevos desarrollos se encuentran cerca de ductos, baterías de separación y/o de centros procesadores que hoy en día están subutilizados al haber caído más de 40 por ciento la producción de crudo en los últimos años. Esta combinación de factores reducirá de manera relevante el costo de producción por barril de petróleo y con ello los requerimientos de capital en la empresa.

Por otra parte, para la contratación de estos nuevos desarrollos Pemex modificó el proceso administrativo, innovando al integrar de manera vertical y horizontal los servicios y la infraestructura requerida para el desarrollo de un campo petrolero logrando importantes economías de escala.

Anteriormente el proceso estaba fragmentado en decenas de contratos que alargaban los tiempos de ejecución y elevaba considerablemente los costos. Ahora se integraron clústers con un número definido de campos a desarrollar y por cada clúster se tiene un solo contrato integral de servicios.

Además, en el caso de los servicios de perforación se innovó con la incorporación de un modelo de incentivos dirigido a las empresas, para que éstas optimicen procesos para la reducción de los plazos de ejecución de las obras. El modelo considera un esquema que asigna, en una primera etapa el 70 por ciento de pozos a perforar y dejando, para una segunda etapa el 30 por ciento restante que se asignará a los consorcios que obtengan los mejores resultados durante la etapa 1.

De esta forma, desde el inicio de los contratos, se llevará un registro de los tiempos de ejecución real por pozo y la medición del desempeño estará basada en dos conceptos de evaluación del proyecto: nivel de cumplimiento (servicios) y evaluación de eficiencia del proceso con base en un índice de construcción.

La nueva administración de Petróleos Mexicanos demuestra que sí es posible un modelo diferente de gestión de la empresa basado en la innovación, la eficiencia y sobre todo, sin corrupción, contando además con la participación activa del sector privado.