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Será hoy a partir del mediodía cuando el secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval, presidirá la “Ceremonia Conmemorativa al Primer Aniversario de Operaciones del Aeropuerto Internacional ‘Felipe Angeles’, en Santa Lucía, Estado de México”, según se puede leer en la invitación que giró la propia SEDENA y entonces, la pregunta es obligada: ¿un año de operaciones?.

En el discurso inaugural, en marzo del año pasado, el titular de la Sedena indicó que la responsabilidad que el presidente de México les había encomendado a las Fuerzas Armadas para construir el AIFA “no fue por casualidad, sino por su experiencia probada por décadas en obras como hospitales, centros de rehabilitación, enfermerías, unidades médicas, planteles educativos, unidades habitacionales, estancias infantiles, entre otras”. Y eso de que el aeropuerto en cuestión contribuye al progreso de México, habría que ponerlo en tela de duda porque no ha podido, por más intentos que ha hecho, levantar el vuelo. Lo cierto es que a un año de su inauguración, han quedado a deber y mucho.

Ese día más bien lo que se llevó a cabo fue un mitin político de Morena y a 365 días de distancia, el AIFA sigue tan desierto como en un principio, pese a que las autoridades han tratado de difundir sus supuestos beneficios con personajes como Sabrina Sabrok, que por las redes dice ser “cantante”, e influencers como Luisito comunica y nada ha podido lograr esta errada y llamada cuarta transformación.

Como se recordará, el día de su inauguración, el 21 de marzo del año pasado, en los baños de la “funcional” terminal aérea no había agua; los cajeros automáticos se encontraban a una distancia considerable del flamante nuevo aeropuerto y  tampoco había un solo lugar en el que cualquiera pudiera comprarse un café o una botella de agua. De hecho, la que hizo su agosto fue ni más ni menos que una vendedora de tlayudas que hasta fila tenía y cuando personal de seguridad trató de hacer que se retirara, la mujer argumentó que cada quien tenía derecho a hacer su propia “luchita” y ganar algún ingreso.

En este primer aniversario, ¿regresará esa mujer a hacer su agosto al AIFA? Ya hasta apuestas se están haciendo.

Por muchas vergüenzas ha tenido que pasar dicha terminal aérea, como por ejemplo, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador le rogó a su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden, para que el Air Force One aterrizara ahí. Más recientemente, se constató cómo empresas de mensajería aterrizan en el AIFA, pero la carga se la llevan por tierra al Aeropuerto Internacional “Benito Juárez”, porque el “Felipe Angeles” carece de toda infraestructura aduanal para atender el tema. O sea, se gasta más en todo con tal de complacer y tener contento al inquilino de Palacio Nacional.

No se puede olvidar tampoco la manera en que el presidente e integrantes de su gabinete, en diciembre del 2021, hicieron un supuesto recorrido en un tren urbano que, de acuerdo a lo prometido por López obrador, recorrería un tramo de 45 minutos para llegar al AIFA. Y al final, todo se trató de un simulador porque tiempo después, esta errada y llamada cuarta transformación tuvo que aceptar que no ha podido concluir la principal vía de acceso al “Felipe Angeles”, una carretera de 14.2 kilómetros con un viaducto elevado de 2.2. kilómetros y esta vía, definitivamente, no puede ser un camino artesanal, de esos que tanto le gustan al tabasqueño.

Es obvio que en la ceremonia de hoy, no habrá tanto ruido de parte de los morenistas porque esta terminal aérea no ha cumplido con las expectativas que entre los seguidores y colaboradores de López Obrador, generó esta magna obra. Bueno, hasta el presidente se ha resistido a viajar por ahí y eso, por algo será.

MUNICIONES

*** Menudo coraje entripado hizo la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, -solo que lo tuvo que disimular-, porque ayer en el Palacio de Minería el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, acompañado de su esposa, Rosalinda Bueso, presentó su libro: “El Camino de México”, que curiosamente no se trata de una loa a esta errada y llamada cuarta transformación; es una autobiografía del canciller haciendo énfasis en su paso por la política desde sus tiempos de priístas, luego de perredista para llegar hasta hoy. De pasada, el titular de la SRE aprovechó el referido texto así como para deslindarse de la tragedia en la que se convirtió la otrora famosa Línea Dorada del Metro y justificar su autoexilio en París, al señalar que  siempre ha tenido que bregar en desventaja “porque como vas a luchar contra la presidencia, el SAT, la UIF… porque si debiéramos algo, si fuéramos gente chueca, no estaríamos aquí… El día que no eres congruente, te acabas”. Por cierto en ese foro, la escritora Elena Poniatowska ya hizo público quien en su “gallo” para el 2024.

*** Muy, pero muy forzado agarraron a López Obrador en su gustadísimo “stand-up” mañanero que esta ocasión brindó desde Tuxtla Gutiérrez, Chiapas y se vio obligado a condenar que sus seguidores hayan quemado, el sábado pasado, una figura de cartón alusiva a la ministra-presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Lucía Piña. Dijo el tabasqueño que “no debe llevarse a cabo este tipo de actos, no es lo mejor, creo que hay formas de protestar sin llegar a esos extremos”, pero luego, luego vino la autovictimización y el de Tepetitán, casi con la voz quebrada, se quejó de que se han quemado figuras de él y la prensa, -su eterna enemiga-, no ha reportado nada, cuestión que es totalmente falsa. Pero en el colmo de las quejas, López Obrador se lamentó de que la Serie Mundial de Beisbol, se transmite solo por un canal de televisión y eso que la novena de México, llegó a finales para enfrentarse ni más ni menos que a Japón, un equipo tan poderoso como invicto. Además de que el mandatario deja ver su total ignorancia en estos temas, debería de saber que no puede obligar a la población a ver un deporte que en nuestro país no tiene tanto arraigo, salvo sus excepciones, solo porque le gusta a él.

*** De acuerdo con el informe sobre Indice de Felicidad en el Mundo, elaborado por la Red de Soluciones de Desarrollo Sostenible (RSDS) de la ONU, México ocupa la posición 36 entre 109 países y el primer sitio lo tiene Finlandia. Nuestro país escaló 10 posiciones porque el año pasado, tenía el lugar 46 y desde luego, es de esperarse que López Obrador, si se entera de estos indicadores, va a decir y decir que es gracias a su administración. Nada más errado, porque ello tiene más que ver que el mexicano suele tener un perfil optimista, lo que se acentúa  una vez que pasamos la pandemia de Covid-19.

morcora@gmail.com