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Mientras el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya Austin, volaba –todo el tiempo esposado-, de España a la Ciudad de México, a donde llegó la medianoche de ayer para ser sometido a un examen médico y la espera de quienes pudieran verse involucrados en este caso se tornaba más dramática y no faltaron los que pusieron distancia de por medio ante las secuelas de este expediente, como por ejemplo, la senadora priísta Vanessa Rubio, la nota sin duda, la dio ni más ni menos que John Ackerman, quien pudo comprobar que el escándalo que protagonizó junto con su esposa, la siempre encantadora Irma Eréndira Sandoval, por el inexplicable patrimonio que posee esa bonita familia, sí le afectó, así como también el carecer de cédula profesional como doctor, situación que hasta el momento no ha podido explicar.

El mal llamado doctor Ackerman, en la definición de los finalistas para contender por cuatro asientos en el Consejo General del Instituto Nacional Electoral, (INE), que deberán ser ocupados por dos hombres y dos mujeres, actuó al más puro estilo de la cuarta transformación, que se guía bajo el lema: “si no gano yo, es fraude”.

Un muy buen berrinche hizo el marido de la secretaria de la Función Pública porque entre los finalistas no quedaron quienes quería él y entonces se dedicó a descalificar el proceso de selección de las respectivas quintetas, alegando que se había tratado de un debate sesgado y elitista, dejando fuera a candidatos “con una amplia trayectoria en la lucha por la democracia”, ¿como los suyos?.

“El Comité Técnico impuso una visión particular respecto a perfiles idóneos», replicó a quien también se conoce como “el doctor Houses” porque claro está que dichos perfiles idóneos no son los que él propuso. Por ahí se sabe incluso, que quería meter a algún integrante de su queridísima familia política. Nepotismo de cuarta, aunque se haya tratado de la novia de su cuñado, Diana Talavera ¿o no? Nada más le faltó arengar: “¡Diana, aguanta, el pueblo se levanta!”

Lo que mejor debería de hacer Ackerman, es guardar silencio y poner más atención a lo que dijo el consejero-presidente del INE, (él sí, doctor) Lorenzo Córdova Vianello, quien señaló que de esta designación de los cuatro nuevos integrantes del Consejo General del Instituto, “dependerá en gran medida la gobernabilidad del país”.

Asimismo, recordó el doctor Córdova que, conforme al mandato constitucional, la Cámara de Diputados tiene la facultad exclusiva de designar a las y los integrantes del Consejo General con el voto de una mayoría calificada de las y los diputados, pero más allá de que se alcancen los números que la legislación prevé para su nombramiento, esta determinación debe tomarse con el mayor consenso y de ser posible por unanimidad.

Una clase le dio Córdova al furibundo “doctor Houses”, al recordar que “La experiencia enseña que, si los nombramientos no están respaldados por un amplio consenso de las diversas fuerzas políticas, se generan las bases para que quienes fueron marginados en esa decisión eventualmente impugnen y descalifiquen las futuras elecciones” y eso fue exactamente lo que hizo Ackerman.

MUNICIONES

*** Los problemas de seguridad pública no tienen una solución militar, pero sólo con la disciplina y sentido del deber de soldados y marinos que hoy están integrados a la Guardia Nacional se podrá combatir la inseguridad en el país, sentenció Alfonso Durazo en el cuartel de la GN en Zapopan, Jalisco, donde también dijo que  las inercias y diferencias institucionales no serán obstáculo para consolidar la identidad del nuevo organismo policial. El encargado de la seguridad pública nacional  resaltó que no se puede combatir la criminalidad cuando los cómplices están uniformados, por ello resaltó los esfuerzos por depurar las instituciones policiales y evitar su contaminación con una frontal lucha contra la corrupción. Además pidió evitar la politización del tema y entender que aun con diferencias en otros ámbitos, el de la seguridad debe estar en el terreno de la neutralidad política.

*** Ayer cumplió 73 años de edad, la secretaria de Gobernación: Olga Sánchez Cordero, quien sopló igual número de velitas y casi quema el pastel y ni las pudo apagar todas de un jalón. Por cierto, sobre todo en esta época de pandemia, la titular de la Segob ha hecho un papel bastante cuestionable como responsable de la política interna del país, entre sus gotitas de nanocítricos que, -según ella-, la han blindado contra el Covid-19 y ni cubre bocas necesita, -ahora le tendrá que enviar una dosis de ese remedio mágico al gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, quien informó que dio positivo-, y los abrazos espirituales y sermones de púlpito que brinda en contingencia sanitaria. Apenas a dos años de la administración de la llamada cuarta transformación, prácticamente ya no hay quien le haga caso a la titular de la Segob. Por educación y caballerosidad, los gobernadores la escuchan y nada más porque la ministra en retiro se “hace bolas” en el tema del semáforo epidemiológico. De cualquier manera, hay que destacar que siendo la primera secretaria de Gobernación mujer, forma parte al mismo tiempo de los tres Poderes de la Unión, pues es secretaria del gabinete lópezobradorista; ministra de la SCJN en retiro y senadora de la República con licencia. 

*** No, definitivamente no puede ser una casualidad que quien fuera subsecretaria de Hacienda en la administración pasada, Vanesa Rubio, haya pedido licencia a su escaño en la Cámara Alta para irse a Inglaterra y dedicarse a la academia. Eso es tan solo el comienzo de una andanada ante las inminentes revelaciones que hará el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya. Un dato más, la suplente de la senadora Rubio, es Guadalupe Sánchez Arredondo, quien ahora es una morenista incondicional del gobernador de Baja California, Jaime Bonilla, así que no puede más que concluirse que la exsubsecretaria de Hacienda ya negoció. ¿Será?

*** Se dice además en los corrillos políticos que este golpe que instrumentó Andrés Manuel López Obrador,  está dirigido a los panistas y, ¿será por eso que el coordinador de la bancada de Acción Nacional en la Cámara de Diputados, Juan Carlos Romero Hicks rechazó haber recibido sobornos en 2013, para avalar la reforma energética?, al tiempo que aseguró que no conoce al exdirector de Pemex.

morcora@gmail.com