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Ya quisiera ver a los detractores del presidente López Obrador, una vez que haya fenecido el presente sexenio, y el ex mandatario haya abandonado Palacio Nacional para establecerse en su quinta familiar en la carretera Palenque-Pakal-Ná (casi en el mero centro de la ciudad de Palenque), seguir denostándolo nada más porque López Obrador despojó, en el fondo y en la superficie, a políticos prianistas, expresidentes, dueños de corporativos periodísticos, periodistas, sedicentes, intelectuales seudo izquierdistas, empresarios ladrones, multimillonarios defraudadores fiscales, entre otros vivales y rufianes, que se enriquecieron con el robo, como las escandalosas evasiones del pago de impuestos.

Para estos pelafustanes, la mentira ha sido, es y seguirá siendo el arma que han empleado para desprestigiar al Mandatario, durante todo el sexenio, a pesar de que los hechos, los logros económicos, el comportamiento del producto interno bruto, la estabilidad de los índices de precios, la inflación, la estabilidad de la moneda, constituida en un medio de pago fuerte entre las monedas de las grandes economías emergentes, éxitos que son responsabilidad de la administración de la Cuarta Transformación, infinitamente superiores a cualquier administración del priismo y más del panismo ultraconservador.

Hablemos principalmente de la economía mexicana en general. Nadie puede negar que la economía cierra el sexenio en franca fortaleza. Y en el éxito de esta política tuvo que ver principalmente la efectividad de las estrategias de la administración tributaria. La recaudación continuó su tendencia al alza y alcanzó, por mencionar, a octubre un incremento real anual de 23 por ciento, el comportamiento más alto registrado a la fecha. El gasto en desarrollo social ha sido una prioridad clara para la administración lopezobradorista: entre enero y octubre se observó un aumento de 8% real anual. En particular, el gasto en educación mostró un incremento del 9% real anual, el más alto desde que se tierne registro para un periodo similar.

En tercer lugar, la inversión en infraestructura del gobierno federal aumentó 10% respecto a enero-octubre de 2022, incremento impulsado por el avance en la construcción de proyectos estratégicos, centrados en fortalecer la conectividad regional y la seguridad energética del país.

Simultáneamente, el comportamiento de la recaudación tributaria no había experimentado un fortalecimiento importante. El octubre pasado los ingresos tributarios registraron un crecimiento real anual de 23.2%, el incremento más alto registrado a la fecha para el mes. Tal resultado se debió a aumentos significativos en la recaudación del ISR, el IVA y el IEPS.

La recaudación tributaria creció a una tasa real anual de 10.3 por ciento de enero a octubre, el crecimiento más alto desde 2016. La recaudación del ISR aumentó en 3.7% real respecto a enero-octubre de 2022, reflejando el buen desempeño de la actividad económica y el empleo, así como el efecto de los aumentos salariales, las medidas para combatir el fraude fiscal y las mayores ganancias de las empresas. Y la apreciación y fortaleza de la moneda nacional coadyuvaron a una importantísima recaudación del IVA en octubre.

En fin, que el comportamiento de las variables económicas y sociales indican que el primer sexenio no perdido es el del 2018 al 2024. Y destaca el impresionante flujo de divisas como inversión extranjera directa, así como el ingreso multimillonario de remesas que envían los mexicanos que viven y trabajan en el exterior.