El presidente Andrés Manuel López Obrador conocía al detalle el pleito que se había desatado en su gabinete entre su consejero jurídico, Julio Scherer y el fiscal Alejandro Gertz Manero
Al tiempo se agregaría en esta disputa la exsecretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, pero por motivos diferentes a los que tuvo Gertz Manero. Sin embargo, el mandatario no hizo nada para conciliar las posiciones encontradas entre los dos destacados funcionarios. Julio Scherer fue el artífice de algunas de las iniciativas más emblemáticas de lo que va de la administración, entre ellas la de revocación de mandato. Se dice que el secretario de Gobernación, Adán Augusto López intentó mediar, pero al parecer el Fiscal rechazo la oferta, de ese tamaño son sus odios y su soberbia.
El pleito de Julio con la exministra de la Corte se originó a partir de que ésta recibió solo un cascaron para operar en Gobernación, pues le quitaron migración, el terreno de la seguridad nacional, el manejo de los medios de comunicación, entre otros.
Lo de Sánchez Cordero tiene que ver con el hecho de que Scherer se constituyó en el verdadero secretario de Gobernación: todos los asuntos políticos relevantes, las relaciones con los gobernadores y las organizaciones no gubernamentales, las relaciones con el Poder Legislativo, las tenía Scherer por la simple razón de su cercanía personal con López Obrador. No había gobernador que llegara a Bucareli sin antes haber hablado “con Julio’’.
Esa fue, nos aseguran, que la exministra Sánchez Cordero renunciara a la Secretaría de Gobernación y pidiera al presidente regresar al Senado. Le tomaron la palabra muchos meses después.
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Y hasta el pasado fin de semana, todo parecía ser que en México nada perturba el acontecer nacional y lo mismo suceden masacres con frecuencia inusitada, que escándalos de abusos, señalamientos de corrupción, acusaciones de unos funcionarios hacia otros, tráfico de influencias y nadie se inmuta, ni las autoridades judiciales, muchos menos las correspondientes a las del Ejecutivo, todo se va al limbo y la vida sigue, sin alteración alguna, pero apareció el texto de Julio en la revista Proceso y todo se alteró.
El México de hoy es muy distinto al de antaño o al acontecer de otras naciones, en las que lo mínimo que se hubiese hecho al conocer las denuncias y acusaciones de un personaje tan cercano al afecto presidencial en contra de otras dos figuras también cercanas al afecto presidencial, sería el de iniciarse una investigación y pedir a los que ostentan cargos públicos a que solicitará licencia a sus encargos.
Pero no, eso no sucede en el México contemporáneo. Se esperaba de menos la designación de un fiscal especial para dilucidar el tema entre el fiscal general de la República, la presidenta del Senado de la República y el exconsejero Jurídico de la Presidencia de la República, tres personajes afines al primer círculo gobernante.
Pero nada sucede y en un mar tan revuelto como el de la política nacional los personajes de primera línea se dañan entre ellos mismos, arrastrando en sus discusiones, acusaciones y pleitos al presidente de la República.
Nadie entiende cómo navega Morena en las procelosas aguas del océano en que se mueve, con tantas diferencias entre ellos.
Los ataques de uno y otro lado cimbran a la clase política y no hay un manotazo que los aquiete.
Ricardo Monreal, coordinador de la bancada senatorial de Morena, es objeto de todo tipo de ataques e improperios por parte del gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García y en la CDMX arrecia la ofensiva en su contra desde el gobierno capitalino. El senador tiene mucho colmillo y ya le dio una probadita con su famosa ley que aplica, y que a través de ella se crea delitos políticos, aunque solo sea por una discusión entre un ciudadano y un policía, suficiente para encarcelarlo.
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Nos hemos enterado, que Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara Alta piensa que este entuerto que ha venido escalando, entre más tiempo pase sin resolverse, afectará al Movimiento de Regeneración Nacional pero no sólo, también la imagen del gobierno federal.
El carácter político y jurídico de este ir y venir de dimes y diretes lo hace corrosivo y peligroso, por eso piensa que debe dirimirse lo antes posible. Es una merma para el 2024.
Sin embargo, sabe que cada uno tiene sus razones. A los tres, por supuesto los conoce y tiene buen concepto de cada uno de ellos.
Por lo pronto espera que, a la brevedad, este tema se diluya por el bien de los tres, para que sean felices… No han hecho caso a las recomendaciones de Monreal: diálogo, unidad, empatía.
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La coalición legislativa “Va Por México” conformada por los partidos de la Revolución Democrática, Acción Nacional y Revolucionario Institucional, emplazaron a la titular de la Secretaría de Educación Pública, Delfina Gómez Álvarez, a no postergar más la reunión a la que fue convocada desde esta soberanía, para informar respecto de la situación que priva en el Programa “Escuelas de Tiempo Completo”, cancelado el 1 de marzo pasado.
En este sentido, el Coordinador parlamentario del Partido de la Revolución Democrática, Luis Cházaro recordó que el encuentro programado para este miércoles 23 de marzo fue definido como prioritario por la Junta de Coordinación Política que -por ley- es el órgano colegiado por el cual se impulsan entendimientos con las instancias y órganos que resulten necesarios, a fin de alcanzar acuerdos.
Cabe mencionar, que por tratarse de un asunto de suma preocupación se determinó invitar a la Titular de la Secretaría de Educación Pública para responder dudas de las y los diputados, y encontrar soluciones. De lo contrario -expuso Cházaro- este asunto puede escalar al Pleno, a fin de que se tomen las decisiones que constitucional y legalmente correspondan.
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