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AMLOFest, catálogo de frases proselitistas

Un acto proselitista más, resultó ser ayer el informe que presentó el presidente Andrés Manuel López Obrador, a un año de su triunfo en las urnas. Desde luego, también echó mano de los métodos más arcaicos para acarrear a miles de seguidores que ocuparon la plancha del Zócalo capitalino. Sin embargo, la euforia, el ánimo de los tiempos de campaña del entonces candidato presidencial de la coalición “Juntos Haremos Historia”, sin duda, mermó. Ya no se escucharon esos aplausos y gritos desbordados de los tiempos de la campaña; parecía que las ovaciones eran dirigidas, como si los que se congregaron en el corazón de la Ciudad de México estuvieran más bien en un programa de concursos.

Ello, mientras se podía apreciar en el presidium únicamente la presencia del presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, que padeció el aire helado, con todo y su abrigo y su bufanda, en ocasiones objeto de ataques de tos.

Lejos de Muñoz Ledo, en un par de sillas, estuvieron sentadas Beatriz Gutiérrez Müller y la jefa del Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum. Lo que menos hacían ambas, era poner atención al ensayo de informe de gobierno del presidente; ellas, estaban el pleno chisme, y cuando se percataron que la cámara les hacía tomas cercanas, con la mano se tapaban la boca queriendo ocultar sus risas, pero la plática estaba tan buena.

Total, que el llamado AMLOFest, resultó ser un catálogo de frases con las que durante 18 años, López Obrador ha navegado durante los 18 años de su campaña en la búsqueda por la presidencia de la República y aún ahora, desde Palacio Nacional.

Vale señalar que además de la difusión, el gobierno de la llamada cuarta transformación, echó mano de las prácticas más anquilosadas, que se llevaron a cabo en el pasado pero que eran muy efectivas, para acarrear gente a su AMLOKermesse. Se volanteó el evento; desde las oficinas gubernamentales se giraron los correspondientes oficios, -por cierto, con faltas de ortografía que no se le podrían dispensar ni a un niño de primaria-, convocando a que “voluntariamente a fuerzas”, tendrían que apersonarse en el Zócalo de la CDMX.

Hubo desde luego refrigerios para aquellos que vinieron desde el interior de la República; mantas, algunas consignas, banderas y mantas; no obstante, no hubo esa enjundia del pasado, ¿por qué sería?  Es más, luego de hora y media de hablar, lo que más le aplaudieron al presidente fue que anunciara que ya iba a terminar su discurso. ¡Qué tal!

López Obrador, empezó su discurso diez minutos después de las 5 de la tarde, con el “tan llevado y traído” compromiso de que no le va a fallar al pueblo de México. “Venimos a rendirles cuentas”, dijo, y agregó que se ha demostrado que el cambio de gobierno “no ha sido más de lo mismo, ha sido una profunda transformación de la vida pública de México”. O sea, ¿y por eso el país está sumido al borde de la crisis?

No estuvo ausente la ya hasta aburrida frase de que todo lo malo que le pasa al país, es culpa del pasado y sobre sus afanes de que no se reelegirá y la revocación del mandato, -tema en que los legisladores de oposición le han puesto “las peras a veinte”-, el tabasqueño manifestó: “no luchamos para construir una dictadura, luchamos para construir una verdadera democracia”. Antes, prometió (porque eso no es otra cosa) que ya no se tolerará ni se permitirá la corrupción desde la presidencia de la República. Están prohibidos el nepotismo (que le pregunten a sus hijos); el amiguismo (preguntar a la señora Sheinbaum); el influyentismo y cualquier otra práctica propia del antiguo régimen”

Sin duda, en buena parte de su alocución, López Obrador se echó porras a sí mismo, a más no poder. El clímax llegó cuando dijo aquello de que se han cumplido 78 de los 100 compromisos “que hice en esta plaza hace siete meses, posiblemente nunca se haya hecho tanto en tan poco tiempo”. Bueno, aquí habría que señalar que “se ha apurado”, como dice él, en desmoronar al país.

Es más, así como para preparar el magno AMLOFest, su vocero, Jesús Ramírez Cuevas aseguró que el presidente es quien goza de mayor popularidad y apoyo a nivel mundial. Una mentira más de las muchas que horas después dijo el tabasqueño a lo largo de su discurso

A las seis de la tarde, cuando López Obrador se refería a cuánta gente ha atendido a diario la oficina correspondiente ubicada en Palacio Nacional, alguien desde la multitud le gritó que se estaban diciendo muchas mentiras; entonces el tabasqueño hizo una pausa para decir, visiblemente molesto: “y en este momento te voy a atender a ti si me esperas un momento”.

Habría que recordarle al Ejecutivo que sus programas estrellas de los que tanto alardeó, han resultado todo un fracaso, pero él sigue pensando que en México no hay recesión (estamos a punto de llegar) y que el peso se ha fortalecido en el mundo.

No pudo evitar referirse al tema del Aeropuerto, punto en el que señaló: “Que por razones técnicas, ambientales y por falta de transparencia se canceló el Aeropuerto de Texcoco A más tardar en este mes, comenzarán los trabajos del Aeropuerto “General Felipe Angeles”, en la Base aérea de Santa Lucía. Se ha demorado el inicio de esta obra, ya tenemos todo el proyecto, se ha demorado porque nuestros adversarios quieren detenerla con una lluvia de amparos y estamos siendo cuidadosos en el proceso de autorización del estudio de impacto ambiental con el propósito de no darles ningún pretexto para que continúen esas campañas de sabotaje legal”.

Un punto que llamó poderosamente la atención es cuando el tabasqueño decretó, nada más porque así lo dijo que, “se terminó la llamada guerra de exterminio contra la llamada delincuencia organizada. Ya no se permiten las rasias y la desaparición de personas. El Estado ha dejado de ser el principal violador de los Derechos Humanos”. ¿Y cuándo dicha Comisión le hace alguna recomendación al presidente como cuando ocurrió con el tema de la cancelación de las estancias infantiles, entonces, por qué se ofende tanto el Ejecutivo y uno que otro miembro de su gabinete como por ejemplo, su flamante secretaria de Bienestar, María Albores? En fin.

MUNICIONES

*** Parece que para la titular del SAT, Margarita Ríos-Farjat, una licenciatura en derecho, una maestría en materia fiscal y un doctorado en política pública, son suficientes para aspirar por la candidatura de Morena a la gubernatura de Nuevo León. Dicen que su deseo de suceder a Jaime Rodríguez “El Bronco” en el cargo se consolidó, o más bien nació, luego de anotarse un “gol” con la detección de 8 mil empresas factureras que generaron casi 9 millones de facturas falsas por un monto de alrededor de 1.6 billones de pesos.

morcora@gmail.com