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El presidente Andrés Manuel López Obrador rendirá su cuarto informe de gobierno, hoy jueves primero de septiembre, para enfatizar las prioridades de la IV Transformación de la Vida Pública Nacional, principalmente la política social en apoyo a los pobres.

“Para el bien de todos, primero los pobres”, es la divisa de campaña y de gobierno de López Obrador, bajo cuyas letras se construye su política de gobierno.

Ayer miércoles, por medio de un video compartido en las networks, para ambientar los ánimos populares de cara a su cuarto informe de gobierno, el tabasqueño destacó con gran énfasis su política de “primero los pobres”.

“No somos iguales. Durante los gobiernos neoliberales no se atendió a la gente humilde; ahora se atiende a todos, pero se les da preferencia a los pobres y a los indígenas”.

El tabasqueño presumirá, en el contexto del informe presidencial, que el gasto en protección social continúa fortaleciéndose.

En efecto, la Secretaría de Hacienda, a cargo del economista Rogelio Ramírez de la O, reporta que, durante los primeros siete meses de 2022, se ejercieron 873 mil 97 millones de pesos, en el marco del interés por ampliar el alcance de la red de protección social, cuyo propósito es mejorar la calidad de vida de los mexicanos en situación de vulnerabilidad.

Este rubro de la política social de López Obrador obviamente es una de las razones por las cuales, el apoyo popular al mandatario está por arriba del 60 por ciento.

A la mayoría lopezobradorista, sobre todo los pobres y los indígenas, les tiene sin cuidado que miembros de las clases privilegiadas, políticos, intelectuales y empresarios y algunos sedicentes periodistas, y los ignorantes, descarguen miles o quizá millones de insultos y denostaciones en contra de AMLO. Lo apoya, y lo quiere, porque antes de la asunción del tabasqueño nadie se preocupaba por ellos.

Pero el mandatario más denostado de los últimos sexenios también deberá enfatizar la lucha contra la inflación, fenómeno que le pega desde todos los ángulos, más que a nadie, a los pobres y que ayuda a que estos pierdan el raquítico poder de compra de su desgastado y exiguo monedero.

López Obrador deberá reconocer, sin embargo, que su lucha contra la carestía de la vida no es cuestión de “enchílame otra”.

Por más que el Banco de México, como autoridad monetaria, aplique políticas antiinflacionarias clásicas, éstas son de corte neoliberal, que solamente toman en cuenta las variables económicas y no las emociones humanas, la inflación continúa erosionando las posibilidades de crecimiento de la producción de bienes y servicios, así como la capacidad de que puedan alimentarse bien las mayorías de los consumidores.

Política social, lucha contra la inflación, apoyo sustancial a la producción de bienes y servicios, desarrollos en las regiones pobres, como la gran zona sudoriental de la república, son los asuntos más graves e importantes en los que López Obrador incidirá en su informe. Obviamente que también hablará de los grandes asuntos de la empresa y la gran empresa, y los acuerdos comerciales como el T-MEC, el ingreso a la economía de las Inversiones Extranjeras Directas, que han hecho historia en este sexenio, y los miles de millones de dólares que como remesas envían a sus lugares de origen los mexicanos que viven y trabajan en los Estados Unidos, principalmente.

El secretario de Hacienda,  representando al Presidente, adelantó que, en el PEF 2023, a entregarse a la Cámara de Diputados, a más tardar el miércoles 7 de septiembre, se planteará un reforzamiento del programa de Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, “el cual se proyecta que alcance 6 mil pesos bimestrales en 2024”; también habrá una ampliación del programa de Pensión para las Personas con Discapacidad Permanente; fortalecimiento del apoyo al campo a través de programas como “sembrando vida, fertilizantes, producción para el bienestar y precios de garantía agrícolas.

Se prevé, dijo, fortalecer el sector productivo, el sector educativo mediante los programas de becas, así como apoyo a la infraestructura con La Escuela es Nuestra. También se dará un impulso sustancial a la inversión física, que -aseguró- “permitirá continuar abonando a la generación de empleos y a la reactivación económica”.

Respecto de los proyectos prioritarios del Gobierno Federal, se seguirá invirtiendo en proyectos de infraestructura, en regiones históricamente rezagadas, así como la construcción del Tren Maya y el desarrollo del Istmo de Tehuantepec, programas que inciden directamente en lograr el bienestar de los trabajadores y de los indígenas.

Y todo, “bajo los principios de austeridad, eficiencia y racionalidad en el gasto”, en congruencia con los ingresos y las variables macroeconómicas que Ramírez de la O prevé presentar en Los criterios generales de política económica 2023.