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El incremento de precios al consumidor en los productos agropecuarios, siguen golpeando la inflación. Ayer, analistas de Invex nos comentaron que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró una variación de 0.49% en la primera quincena de enero, cifra mayor a la estimada por INVEX (0.35%) y por el consenso del mercado (0.38%). Así, la inflación general repuntó de 4.86% a 4.90% anual, y al respecto, Renato Campos, de Hantec Markets, nos dice que mientras en México el Índice de Precios del Consumidor de la primera quincena de 2024 fue por debajo de 0.52%, en el mundo los precios están experimentando un incremento sustancial, lo que ha provocado una preocupación adicional en bancos centrales.

Y, precisa: los precios subieron a un mayor ritmo al esperado por el mercado dando cuenta que el consumo discrecional está siendo afectado por algunos productos de época que señalan avances en sus precios de manera estacional. Además, la debilidad transversal que señala el dólar a nivel internacional -producto de un incremento en el apetito por riesgo- permite que el peso mexicano y monedas LATAM avancen en el conteo diario, señalando nuevamente como resistencia la franja considerada en torno a $17.40 señalando descensos hacia mínimos anuales.

A su vez, especialistas de Citibanamex nos dicen: el aumento se debió principalmente a los artículos relacionados con la alimentación y la vivienda, mientras que la disminución estacional de los precios de los servicios relacionados con el turismo compensó en parte esos aumentos. El incremento en los precios de cigarros y refrescos se debió al aumento anual del IEPS. La inflación de mercancías, de 0.26% quincenal, se ubicó por debajo de su promedio histórico para esta quincena (0.48% quincenal) y la inflación de servicios, de 0.24% quincenal, se ubicó muy por arriba de esa referencia (0.05%).

Y Banorte, nos dice, el desempeño de los precios estuvo parcialmente impactado por una estacionalidad desfavorable, con incrementos de principio de año afectando a varios rubros. En este sentido, destacan alzas en algunas categorías dentro de la subyacente como alimentos procesados (0.3%) y ‘otros servicios’ (0.2%) –incluso a pesar de retrocesos en los rubros turísticos. Sin embargo, el punto a destacar es que las presiones continuaron en frutas y verduras (5.0%), hilando tres quincenas de alzas relevantes. Los energéticos (0.0%) fueron mixtos, con avances en electricidad (0.2%) y gasolina de bajo octanaje (0.1%), pero con el gas LP a la baja (-0.4%).

Cae la actividad económica y afecta el IGAE.

En efecto, el Indicador Global de la Actividad Económica (noviembre): fue de 2.3%, cuando la lectura en el mes previo fue de 4.4%. El resultado es consistente con señales adelantadas, con los servicios como los únicos avanzando en el periodo (0.2%). En el detalle, la industria retrocedió 1.0%, con la construcción como el principal lastre, rompiendo con ocho meses de avances. Las actividades primarias se contrajeron 6.2%, mientras que en los servicios destaca que 11 de sus 14 rubros mejoraron. A pesar de los retrocesos recientes, mantenemos una visión positiva sobre la economía, anticipando un resultado favorable en el 4T23. Hacia delante, creemos la fortaleza en los sectores domésticos continuará en el 1S24, con la industria impulsada por la construcción y continuando la resiliencia en los servicios.

El factoraje tecnológico podrá superar al crédito empresarial ante problemas de liquidez.

El factoraje tecnológico permite adelantar el cobro de las cuentas por cobrar, lo que hace que los procesos de aprobación de créditos sean más ágiles. La liquidez es un componente fundamental para el buen funcionamiento de las empresas. En el mejor de los casos, la liquidez puede derivar de los flujos por la operación. Sin embargo, este ideal no siempre se logra por varios factores. Algunos de estos son los procesos de producción, inversiones en opex y capex, los tiempos de ventas, los plazos de pago, entre otros.

Ante estos desafíos, la mayoría de los empresarios mexicanos acuden a créditos de bancos como primera opción. A pesar de las implicaciones inherentes como trámites, comisiones, compromisos de largo plazo e impactos del adeudo en su score crediticio. 

No así en otros mercados en dónde las bondades del factoraje ya son conocidos y valorados por empresarios y financieros de todos los perfiles. En países como Estados Unidos y Chile, el factoraje es una opción ideal para obtener liquidez sin deudas que afecten la salud financiera.

¿Por qué el rezago en adopción del factoraje en México?

Una de las principales razones es la complejidad, tramitología, lentitud que tradicionalmente ha caracterizado el factoraje tradicional. Sin embargo, actualmente, el factoraje tecnológico ya es una realidad en México y es tan diferente del factoraje tradicional como lo es mandar un mensaje de texto contra enviar una carta por correo.

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