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En el sexenio de Enrique Peña Nieto, los normalistas de Ayotzinapa, prácticamente tiraron su gobierno.

Si bien no era su culpa de la desaparición de los 43 estudiantes, porque fue un hecho del gobierno y municipio, en Guerrero, su gobierno lo asumió como responsable por hacerle caso a sus funcionarios.

Los que le hablaron al oído a Peña Nieto, fueron los que contribuyeron a tirar su mandato que comenzaba a deteriorarse por los actos de corrupción y la misma Casa Blanca.

Porque le cuento esto, bueno porque basta recordarle que cuando llegó este gobierno de Andrés Manuel López Obrador, su compromiso fue aclarar el caso con todos los recursos del Estado.

Habló fuerte el Presidente y culpó de corruptos e ineficientes a los salientes, que el caso de Ayotzinapa no iba a quedar impune y casi casi comprometió su palabra.

Bueno, hoy a escasos 8 meses de concluir su sexenio, los normalistas ya no le creen al Presidente, no los convenció y no les aclaró como lo prometió, para los padres de los 43 desaparecidos, simplemente fue un demagogo, no cumplió.

Por eso se entienden los últimos acontecimientos de bloqueos y parálisis de arterias urbanas de la ciudad capital, ayer, incluso quisieron entrar a Palacio Nacional y se veían sumamente muy encabronados.

Las frases de: “Ahora sí, AMLO oirá y verá a los padres de los 43”, es la clara advertencia de estar muy enojados y nada convencidos con esas indagatorias que no ayudaron en nada para esclarecer sus peticiones.

En consecuencia, la figura de AMLO de salir como héroe, se desmorona en ese caso de Ayotzinapa, y, obviamente lo meten en la misma ruta que metieron al ex Presidente Peña Nieto.

Los padres de los normalistas metieron, sin duda contra la espada y pared a AMLO, no hay salida y difícilmente se ve que pueda alcanzar a revertir para recobrar la confianza. Ese caso, como diría el ex Presidente Vicente Fox, ya se coció, vaya no se resolvió y no hay nada que hacer.

Los normalistas saben que son momentos d apretar al Presidente y sus funcionarios, porque no están de acuerdo que les hayan tomado el pelo con otros datos que no convencieron y que no ayudaron a apaciguar el caso.

López Obrador se ha visto, en los últimos días muy molesto por la frase en su contra que lo llaman narcopresidente y que se ha viralizado en las redes.

No sabe cómo contener y su equipo se ha visto incapaz ante esa estrategia que los opositores de Alejandro Moreno “Alito” del PRI, Marko Cortes del PAN y Jesús Zambrano les PRD lo mantienen vivo.

Le reclaman la inseguridad y eso le duele. Le gritan que el país está que arde y enojado por ser inseguro y también le duele. No sabe que responder y se va por la puerta fácil de gritar que son unos corruptos y que hacen campañas en el extranjero para descreditar su gobierno.

Otro de los negativos del Presidente que lo han hecho enojar, ha sido la casa Gris y los contratos millonarios asignados a los amigos de sus hijos. Son temas que no ha podido superar porque los opositores desnudaron el grado de corrupción en su gobierno.

En consecuencia, el caso de los normalistas y los padres de los 43 desaparecidos, se suma a los múltiples problemas que han registrado en esta etapa final del sexenio que pueden aportar para abollar la corona como un presidente ejemplar, vaya una mancha mayúscula y dolorosa.

DESTRUIR PODERES DEL PATRIARCADO

En su mensaje de la presidenta del Senado, Ana Lilia Rivera en el Día Internacional de la Mujer, sintetizó el problema de la marginación y desigualdad que hoy en di todavía existe en algunos terrenos, laborales como de gobierno.

Por ello, la legisladora llamó a continuar colocando en el centro de cualquiera de nuestras tareas y necesidades el cambio ideológico que nos permita destruir los poderes tradicionales del patriarcado y que se sienten las bases renovadoras de igualdad entre hombres y mujeres.

Desde la violencia, en todas sus expresiones, hasta la falta de representación en puestos de liderazgo. Hay mucho trabajo por hacer; pero también he sido testigo del increíble poder de solidaridad y apoyo entre nosotras, mujeres que se levantan unas a otras y desafían las expectativas, señaló.

Sin embargo, no todo es negativo, la igualdad, claro que ha avanzado en el Congreso de la Unión, desde el 2015 comenzó esa era de equidad de género y gracias a esas reformas la Cámara de Diputados, de la priista Marcela Guerra y el Senado de la morenista, Ana Lilia Rivera, han conservado el registro de 50 y 50, es decir mitad mujeres y mitad de hombres de las candidaturas.

Jachavez77@yahoo.com