¿Ideológico el encuentro del Zócalo?
Andrés Manuel López Obrador hizo un gran evento en la Plaza de la Constitución por el primer aniversario de su triunfo electoral, en el que rindió un “casi” informe de gobierno de sus poco mas de 241 días en la Presidencia de la República.
Pero realmente, ¿qué es lo que persigue el Líder del Ejecutivo con este tipo de eventos? ¿Se trata de una fiesta personal que involucre a sus seguidores? ¿El fin de una clase política que la sustituye otra con nuevas fuentes de poder y dinero? ¿La nueva manera de gobernar en base a un socialismo que se imponga al neoliberalismo o al capitalismo salvaje? ¿Es ideología o simplemente el poder por el poder?
Son muchas las aristas de una forma de gobernar que no es socialista a ultranza, aunque quiera parecerse a la cubana, venezolana o nicaragüense, pero con tonalidades del socialismo brasileño de Lula da Silva o de los Kirshner en Argentina.
El discurso del lunes con claros mensajes de una cuarta transformación que llegó para quedarse. Para ello construye López Obrador sus cimientos, por una parte, pero raudo y veloz, el resto de la estructura. Tiene poco tiempo. Un sexenio no es suficiente ya que no sólo enfrenta el reto del tiempo, sino de vicios ancestrales de priistas, morenistas y otras corrientes que están en Morena, de mañas corruptas y amasias del dinero, más que del poder.
AMLO quiere convertirse en una figura superior a la de Benito Juárez, en cuanto al liberalismo económico, que nada tiene que ver con el socialismo que pregona el actual presidente; más allá de los ideales de la Revolución Mexicana que fue un movimiento burgés de la clase militar sobre los hacendados, en algunos casos de pensamiento medieval que basaban su poder y riqueza, al amparo gubernamental, en la enorme posesión de tierras; muchas inactivas.
Pero, por si fuera poco, quiere superar a Lázaro Cárdenas, “El Tata”, en la aceptación de las masas más pobres del país y ejemplo internacional, para “internacionalizar” que podría convertirse en el ideario político de López Obrador.
En su discurso dijo que lo que ocurrió el pasado 1 de julio del año pasado, que se convertirá en la fecha icónica de su gobierno y que hará una movilización cada año por ese motivo, “no es un simple cambio de gobierno”. Se trata, subrayó, de un desafío mayor, construir una patria nueva.
Sabe, que el proceso debe ser lento, pero con paso acelerado. Una vez, la reflexión del tiempo, es la clave.
El gobierno de López Obrador, en os primeros 7 meses de su administración, devolvió a Palacio Nacional, “todo el poder”, sin limitaciones. El poder de un solo hombres. Aunque pueda estar equivocado, es quien manda y, una vez más, regresa aquel viejo axioma cuando el presidente pregunta “qué horas son”, y la respuesta de quien esté cerca: “las horas que usted ordene”.
Habíamos logrado los mexicanos que el poder presidencial disminuyera, pero hoy las cosas se retornaron por voluntad de la mayoría de los electores (ojo no la mitad de los mexicanos) a un presidencialismo con todo el poder sobre sus gobernados, su prosperidad, su educación, sus negocios, su individualidad; bueno hasta en el interior de nuestras casas. La mayoría habló y sólo la mayoría mantendrá esa tendencia en el país. Pero, la democracia es así. Ni modo.
PODEROSOS CABALLEROS: Ricardo Monreal logró el consenso para la aprobación de la Ley de Extensión de Dominio, mediante la cual se confiscarán las propiedades donde se realicen actos delictivos que van desde el lavado de dinero, secuestros y sean propiedad de narcos o huachicoleros. Claro, lo importante, es que en caso de que una persona rente de buena fe un inmueble en entredicho, puede defenderse en un juicio. Así se respetan sus garantías individuales. *** Casi sin ruido se aprobó la eutanasia a nivel federal. Claro que se convierte en una forma de realizar cuidados paliativos a enfermos terminales. Un cuidado paliativo, puede ser considerado la muerte adelantada y asistida.
RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA: La fundación Pintadita a Tu Salud realizó una sesión de arte con el fin de celebrar a Alberta, sobreviviente de cáncer de mama y beneficiaria de la Fundación Salvati. Esta, fundada por Mercedes Godoy y Sofía Álvarez, entregó una manga y un guante para tratar el linfedema que padece. Este mal puede presentarse en el 40% de los pacientes que han tenido mastectomías y se produce como resultado de la atrofia del sistema linfático. Para aliviar a pacientes con esta enfermedad, a través de la Promesa Avón, que encabeza Lucía Bertín en Responsabilidad Social de la empresa cosmética, han beneficiado a 350 víctimas de cáncer de mama.
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