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Una gran farmacia en la Ciudad de México, un banco de reserva de medicamentos, para solucionar el desabasto, es una puntada totalmente pueril de la Presidencia de la República. Como vacilada es hilarante; si no murieran tantos mexicanos por “puntadas presidenciales”, asesorado por empleados resentidos con la humanidad, es una broma.

Antes de la llegada al poder de Andrés Manuel López Obrador en diciembre del 2018, sus asesores “descubrieron” el gran negocio que representaba para un grupo de empresarios y políticos de sexenios anteriores, la producción, venta y distribución de medicinas.

Habría que apoderarse de ese negocio, que dejaría dinero para hacer política, sin gastar recursos públicos.

Los negocios alrededor del sector farmacéutico, y, tenían razón son muy redituables. La salud es el gran negocio, donde se manejan miles de millones de pesos y, lo que abrió los ojos a AMLO, con la salud se puede jugar política y electoralmente.

En el 2018 el consumo interno era muy importante y se consideraba a México, en los mercados emergentes la nación con mayor crecimiento, junto Brasil, China e India, como una potencia por el crecimiento de ese sector que era muy dinámico.

En los primeros meses del gobierno de AMLO, la mayor parte de las medicinas, el 95.6% estaban fuera de patentes, pirateadas pues; y apenas las de patente vigente sólo representaban el 4.4% del volumen. Estos, en términos de valor equivalen el 20.4% de las ventas del mercado.

Entre los productos fuera de patente, de acuerdo a un estudio publicado por funsalud.org.mx, más del 63.4% corresponden a genéricos sin marca y los genéricos de marca representan el 34.4%; 19.6% del volumen del mercado y 17.9% de las ventas.

A la llegada de la 4T, esto se agravó en el sector público. Creció la piratería y falsificación, al mismo tiempo que empezaron a dar tumbos al clausurar farmacéuticas que producían medicinas oncológicas a petición de un compadre de AMLO que se dedica a la política y a la venta de medicinas.

Ante la falta de abasto, acudieron a la ONU, y en una oficina de la UNOPS, con una plantilla de 20 empleados, tenían que adquirir en cualquier parte del mundo las medicinas con rapidez. Los inventarios de acaban y esa mini oficina incurrió en graves anomalías con el manejo de ese dinero.

Entrampados ante las manifestaciones públicas de padres, cuyos hijos morían con fuertes dolores, así como por médicos que alertaban por la falta de medicinas y tenían que enviar a sus pacientes a comprarlas a farmacias, sin que las instituciones públicas de salud de hicieran responsables de los costos.

Les quitó el negocio de distribución de medicinas a quienes tenían la infraestructura y hasta la fecha, a más de 5 años de des gobierno, no encuentra la fórmula cómo las empresas Nacional de Drogas, Saba, Marsam, Fármacos Nacionales, Proveedora de Medicamentos y Almacén de Drogas, que supuestamente estaban protegidas por exfuncionarios del PRI y el PAN.

Así, dejó en manos de dos incompetentes la solución de ese grave problema: el secretario de Salud, Jorge Alcocer, así como su fiel escudero, inútil Hugo López Gatell. Ambos fracasaron y mantienen un caos con un saldo de decenas de miles de muertos por omisión.

La carencia de medicamentos, especializados, para atender a personas con cáncer, enfermedades crónico degenerativas, así como aquellas con problemas psiquiátricos, es de terror social.

Distribuir medicinas no es como vender Coca-Cola, ni pan Bimbo, se trata de salvar vidas; se trata de llevar los medicamentos a donde no los hay; se trata de olvidarse del Poder y Dinero, para tener una conciencia de servicio público.

A la sociedad le vale nada si se enriquecen con la venta de medicamentos; si el gobierno se queda con sus tradicionales “moches”, lo que le importa es su salud y la de sus seres amados. Todo lo demás es vulgar demagogia.

Así, el gobierno lopezobradorista se hundía y se hunde en arenas movedizas.

PODEROSOS CABALLEROS… OTRA DE LÓPEZ GATELL: Ante la propuesta de la UNAM para que regrese el uso de los cubrebocas debido al incremento de casos de Covid19, el emblemático (por su estólido trabajo) subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, dijo que no lo recomienda por la gente se puede cansar y para cuando llegue la temporada de problemas de salud en las vías respiratorias, no se usaría. Cuando menos, para disminuir los castos al sector público, recomendar que en lugares como en Metro, escuelas y lugares cerrados se utilice. No está por demás. No es un castigo el cubrebocas; es un mecanismo de protección. Lástima que no pueda entender eso el médico.

RESPONSABILIDAD SOCIAL Y GOBERNANZA… MODELO: Bajo el liderazgo de Cassiano de Stefano, con la segunda entrega de la campaña México Manda, la cerveza Modelo busca redefinir el concepto de “horas nalga” en México; modificando el estereotipo de los mexicanos en donde pasamos demasiadas horas sentados sin ser productivos.

vsb@poderydinero.mx

@vsanchezbanos