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Uno de los metales industriales de mayor uso ha logrado nuevas aplicaciones a partir de la pandemia del coronavirus.

Fíjese que la semana pasada la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), por sus siglas en inglés, anunció que ciertas aleaciones de cobre ofrecen una protección eficiente y de larga duración contra el COVID-19 por lo que los esos productos podrán incluirse en el Apéndice de la Lista N para distribuirse y venderse con la leyenda “desactiva a ciertos virus al entrar el contacto con ellos”.

A partir de dicha determinación los productos que contengan al menos 95.6% de contenido de cobre podrán comercializarse en Estados Unidos a partir de dicha afirmación.

Y buen queda claro que el uso de productos con aleación de cobre antimicrobianos complementa, pero no reemplaza, las prácticas habituales de control de infecciones como son el lavado de mano, uso de cubrebocas y el distanciamiento social.

Como sebe, el cobre se ubica entre los commodities cuyos precios han observado una notoria tendencia al alza, y de hecho cotiza en niveles máximos en nueve años.

El metal rojizo registra su mejor nivel desde 2012 al ubicarse en 8 mil 395 dólares por tonelada, esto a partir de mejores perspectivas de recuperación económica y como efecto de la reactivación de la industria manufacturera en Europa, Estados Unidos y China.

Pero regresando a la utilidad del cobre en la pandemia de acuerdo con expertos las aleaciones antimicrobiales del cobre serán cada vez más utilizadas en una amplia gama de modalidades, incluyendo perillas, aldabas y barandales. 

Para la industria el reconocimiento de la EPA es altamente significativo en la crisis sanitaria y se advierte como un primer paso para el posterior registro de otros productos, incluso con un contenido de cobre más bajo.

Con esto el cobre se perfila como un metal primordial en la fabricación de insumos médicos, relacionados con la salud en general y especialmente con la prevención y lucha contra el COVID-19, y para nuestro país representa un gran potencial económico por ser uno de los mayores productores de cobre en el mundo.

La ruta del dinero

Pese a los embates de la crisis sanitaria en los negocios, fíjese que la economía naranja sigue no se detiene. Prueba de ello es que Amber México, la agencia de desarrollo de videojuegos con mayor proyección en el país, acaba de inaugurar sus nuevas oficinas en Ciudad Creativa Digital (CCD) en Guadalajara, en un evento que tuvo como testigo de honor al gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro. La apuesta de Amber México se centra en el capital humano y espera terminar 2021 con 200 colaboradores en dicha unidad a partir de una plantilla de 150 colaboradores al cierre del año pasado. La puesta es global ya que tiene seis ubicaciones en el mundo con más de 700 empleados y trabaja con compañías como CSSOFT, Big Fish, Gameloft, NBC Universal, Epic Games King, Rovio y Disney en un proyecto que dará gran empuje a CCD si pondera la gran demanda que tienen los videojuegos.