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Hoy será otro momento importante para el Frente Amplio por México, ya que por la mañana, darán a conocer la convocatoria official para los aspirante presidenciales de la oposición y lo hace cuando han tenido que transitar por altibajos y, dicho sea de paso, a toda la maquinaria del Estado, pero eso, en cualquier carrera política importante sucede.

De entrada, varios de los aspirantes han anunciado que se bajan de ese carro. La semana pasada, -como se recordará-, lo hicieron la senadoras Lilly Téllez y Claudia Ruiz Massieu, así como el combativo empresario Gustavo de Hoyos y en pleno fin de semana, dieron a conocer que y no van más el exgobernador de Oaxaca, Alejandro Murat y el exsecretario de Turismo, Enrique de la Madrid. No obstante, hay que destacar que por lo menos hasta el momento, José Angel Gurría, anunció en diversas entrevistas que él está más subido que nunca y el extitular de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, (OCDE), es uno de los 11 que quedan y aseveran que van con todo por esa candidatura.

Estarán presentes en dicho evento, los dirigentes del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas; del PAN, Marko Cortés y del PRD, Jesús Zambrano Grijalva, y seguramente las preguntas vendrán sobre el líder tricolor porque se ha filtrado que hoy, el exgobernador de Hidalgo, Miguel Angel Osorio Chong, acompañado de sus incondicionales, Eruviel Avila, Nuvia Mayorga y la propia Ruiz Massieu, dejarán su militancia en el Revolucionario Institucional, pero –ojo-, puede que se sumen ni más ni menos que a Movimiento Ciudadano, donde buscan cobijo, así como una opción para conservar o buscar algún otro cargo de elección popular, pero, ¿qué tan bien les caerá a los militantes del instituto político que preside Dante Delgado, que lleguen estos personajes a querer colocarse por encima de militantes de años que se sienten con más derecho?, que le pregunten, por ejemplo, a Juan Zepeda o al senador Clemente Castañeda, o bien, ¿qué negociación estará oculta detrás de todo esto?

En este mismo orden de ideas, podría señalarse que la suerte del exgobernador hidalguense Omar Fayad, está en el aire, entre ver si finalmente esta errada y llamada cuarta transformación le da alguna embajada o consulado o a qué se dedicará.

En fin, retomando, la coincidencia radica en que todos los que han decidido bajarse del proceso de selección del candidato o candidata presidencial del bloque opositor, argumentan que tienen más dudas que certezas sobre las reglas y el procedimiento, sin embargo, el que se registren este tipo de situaciones, no debe ser un instrumento del que se vale Morena y rémoras para atacar a la oposición. Quizás, el presidente Andrés Manuel López Obrador quiere tapar con esto, la guerra entre el “corcholaterío” que inició desde hace tiempo y que tiene como protagonistas a Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard; ahí sí que hay todo tipo de fuego y no solo el “amigo” y eso, en cualquier momento se puede desbordar.

Y esto último lo dejó sentir el mismísimo López Obrador en la enésima edición de su triunfo en el 2018, el pasado sábado en el Zócalo de la Ciudad de México. Cuestión de reparar en el tono del discurso del tabasqueño, que si por algo se caracterizó, fue por el tono excesivamente agresivo. Como esos sermones “mañaneros” con lo que la mayoría de las veces, el de Tepetitán gusta en agradar a sus fieles y ciegos seguidores.

Se dio a la tarea de atacar a la oposición con aquello de la fraternidad y moralidad de cuarta, hablando además, de logros totalmente inexistentes en este mundo de AMLOlandia y repitiendo infinidad de ocasiones la palabra pueblo, al que sostiene el presidente con la entrega de apoyos económicos, que desde esta época no es otra cosa más que la compra del voto para las elecciones del 2024, donde López Obrador no conseguirá la tan ansiada mayoría absoluta en el Congreso de la Unión y menos un 10 por ciento más de los sufragios obtenidos en el 2018. Se reitera, la decepción, el desencanto es mucho y más, el desastroso estado en el que tiene al país.

La única forma en que el inquilino de Palacio Nacional pudo conseguir que el aplausómetro no funcionara en el Zócalo ese sábado pasado por agua, fue no mencionando a ninguna de las “corcholatas” que estuvieron presentes en la plaza, pero no tuvieron derecho a subirse al templete principal, donde estaba el gabinete legal y ampliado de López Obrador.

Total, la faraónica ceremonia fue expresamente planeada  para quemarle incienso a quien quiere pasar a la historia, -y no lo conseguirá-, como uno de los mejores presidentes de México; para alimentar su egolatría y narcisismo, aunque la pertinaz lluvia hubiera terminado por apagar dicho incienso.

MUNICIONES

*** Algo que a lo mejor no pasó desapercibido durante el enésimo informe lópezobradorista, fue la cara de seriedad que tooodo el tiempo tuvo ni más ni menos que la flamante secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana a nivel federal, Rosa Icela Rodríguez. Hasta las palmas de la mano se le inflamaron a la funcionaria de tanto aplaudir, pero siempre muy seria, viendo hacia la multitud; diríase “cara de palo”, no sonriente, como acostumbra la secretaria. ¿Sería acaso porque se tuvo que bajar de la contienda morenista por el gobierno de la Ciudad de México?

*** Frase muy repetida y desgastada la que dijo en su discurso de poquito más de una hora el presidente López Obrador, de que México tendrá un sistema de salud como el de Dinamarca. De plano, ya empezó a cansar entre sus propios seguidores, que por cierto, fueron citados a las dos de la tarde los que viven en la CDMX y toda la noche viajaron los que vinieron desde el interior de la República. Los camiones en los que fueron transportados ya taparon por completo la vialidad desde El Caballito y el problema fue salir de ahí incluso, cuando el presidente todavía hacía uso de la palabra.

*** Y cuando todas las encuestas de la carrera de las “corcholatas” lo colocan en segundo lugar, el exsecretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, aseguró que él es el que va ganando y sobre el evento del Zócalo de la CDMX, descartó que se hubiera registrado alguna fricción entre las “corcholatas”, específicamente con una de ellas. Hizo también el excanciller, esfuerzos por marcar la agenda y ya presentó la propuesta de que haya debates entre las “corcholatas”. Se supone que el resto de los aspirantes morenistas está contemplando esa posibilidad. ¿Será?