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Desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que su gira de este fin de semana sería por el llamado “triángulo dorado”, punto de la geografía nacional conocido por la intensa actividad que despliega la delincuencia organizada, no solo por las “exbenditas redes sociales” se desató una serie de comentarios y especulaciones sobre a qué iba realmente el inquilino de Palacio Nacional al norte del país; pero también vinieron los recuerdos.

Uno de ellos, el famoso “Culiacanazo”, en octubre del 2019, cuando el mismísimo jefe del Ejecutivo dio la orden de liberar a Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín Guzmán Loera, alias “el Chapo” en lo constituyó un fallido operativo. Dos meses después, el tabasqueño reconoció que éste se había “ejecutado mal”. “Si hicimos bien o hicimos mal, ya la historia lo dirá”, aceptó en una de tantos gustadísimos “stand-up” mañaneros.

No hay que soslayar que lo único que quedó ampliamente demostrado con ese operativo en el que se tuvo que dar marcha atrás,  fue la superioridad que desafortunadamente tiene la delincuencia organizada.

Ahora bien, otra cuestión que hay que tener muy presente, es que el gobierno de Estados Unidos ofreció 20 millones de dólares para quien aportara información para capturar a los hijos de Joaquín Guzmán, a lo que el inquilino de Palacio Nacional de alguna manera respondió diciendo que el gobierno de Washington estaba en su derecho de emprender este tipo de acciones, sin embargo, acotó señalando que a quien corresponde detener a dicho personajes, “es a la autoridad nuestra”, es decir, al gobierno mexicano. Pero aquí la pregunta es: ¿y si está ampliamente demostrado que esta errada y cuarta transformación no puede?

Por lo anterior, tal pareciera que el de Tepetitán tendría cierto de grado de compromiso para protegerlos, lo que habría provocado el enojo del gobierno norteamericano, por lo que otra pregunta es si acaso alguna agencia de Estados Unidos, como la DEA, pudiera en el mediano plazo, por ejemplo, venir al país con toda la intención de capturar a los hijos de el Chapo Guzmán.

Luego, en marzo del 2020, de gira precisamente por Badiraguato vino el famoso saludo entre López Obrador y Consuelo Loera, la madre del Chapo Guzmán, sentenciado a cadena perpetua por autoridades norteamericanas. Se bajó de la camioneta el presidente, se dirigió al vehículo en el que se desplazaba la señora y luego de decirle “te saludo, no te bajes. Ya recibí tu carta”,  prometió que le concedería una visa humanitaria para que pudiera visitar a su hijo.

Eso ocurrió hace dos años y a la fecha, no se sabe si la señora Loera ya tiene la posibilidad de viajar a Estados Unidos, pero apenas hace nos cuantos días, el presidente dijo estar tranquilo con su conciencia, “me bajé y fui donde estaba ella a saludarla y ya y, ¿qué me quita?, ¿qué me va a pasar?, nada” y antes reconoció “¿cómo no voy a saludar a la señora, a una anciana?”.

En esa controvertida gira, López Obrador trató de calmar los ánimos porque un retén de hombres armados en el Triángulo Dorado de Sinaloa, interceptó a reporteros que cubrían la gira presidencial y ante la pregunta obligada, el inquilino de Palacio Nacional rechazó que grupos delictivos tengan tomados territorios en esa entidad.

Lo anterior en el mejor de los casos, es subestimar una situación que es muy grave y bien conocido el desprecio que tiene el tabasqueño por los medios, hasta le incomodó que se hiciera manifiesta la preocupación.

Específicamente señaló: «No, es que hay en algunos lugares del país, no solo en Sinaloa, personas que están actuando pensando que se debe de cuidar una región, que no lleven armas y a veces hay confusiones, pero en general todo bien”.

“¿No es que los grupos delictivos estén tomando ciertos territorios de Sinaloa?”, a lo que López Obrador respondió: «Eso es lo que dicen los conservadores, eso es lo que ellos dicen, no les crean a los conservadores porque si ustedes le creen. Los conservadores pueden tener problemas, me refiero a que les produzcan confusión».

Por cierto, con esto se comprueba por enésima ocasión, que el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, sólo estuvo en calidad de ornato, alabador de su jefe.

Ya nada puede asombrar en esta errada y llamada cuarta transformación, sin embargo, no dejó de causar cierta sorpresa que a media administración, el presidente siga echando mano del pasado.

Tendría que voltear el Ejecutivo a otras partes de la República mexicana; al lado contrario. En Guerrero, en la zona de la Tierra Caliente, el cartel de la Familia Michoacana, se ha infiltrado en todas las actividades de municipios como Coyuca de Benítez, amén de que prohíben que ingresen a dichos municipios mercancías de otros.

Y en este caso, ¿qué va a decir el presidente?, ¿acaso reiterará que su “estrategia” de abrazos, no balazos está funcionando al cien?

MUNICIONES

*** En esta semana que inicia, estamos en la antesala de las elecciones que el próximo lugar tendrán lugar en seis estados y, no hay que soslayar, Morena tiene pronósticos muy optimistas. Pero si de algo más han servido, es para que las ya muy conocidas “corcholatas” de López Obrador al 2024, se placeen y en este último fin de semana previo a las elecciones, las fotografías en las que se podía apreciar al flamante secretario de Gobernación, Adán Augusto López y la no menos eficiente jefa del Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, salieron muy juntos y con sendas sonrisas. Afortunadamente, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, tuvo a bien no mezclarse con las dos primeras “corcholatas” mencionadas. Está visto que la estrategia del canciller en otra muy diferente a la que ya empezaron a desplegar el responsable de la política interna del país y la jefa del gobierno capitalino, ésta última, que por lo que se nota, le apuesta a la polarización.

*** En este mismo orden de ideas, el coordinador parlamentario de Morena en el Senado de la República, Ricardo Monreal Ávila, aseguró que en esta cuenta regresiva, las y los ciudadanos ya definieron el sentido de su voto, por lo que la “guerra sucia” no tendrá ningún resultado positivo para quien promueve esta práctica nociva y perniciosa. Asimismo, el legislador zacatecano, hizo un llamado para que todos mantengan la calma y no aceptar provocaciones, y “para que el Instituto Nacional Electoral y el Gobierno Federal, a través de sus instituciones, cuiden la elección, particularmente en Tamaulipas, Aguascalientes y Durango”.  En un mensaje que publicó en redes sociales, el senador reiteró su convocatoria a todos los actores políticos para la concordia, para que la gente vote en paz en Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Tamaulipas y Quintana Roo, que no surja ningún incidente y que no hagamos caso de esta guerra sucia tan brutal que se ha desarrollado en el proceso electoral”.

morcora@gmail.com