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De los bad hombres a los great hombres y mujeres mexicanos. Así se puede resumir el discurso que ofreció el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca, estando como testigo de honor ni más ni menos que su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, después de la reunión privada que tuvieron ambos mandatarios y posteriormente, con las comitivas de cada uno de ellos.

Bien puede concluirse que el discurso del presidente norteamericano, -que por cierto, fue más breve que el del tabasqueño-, se quedó solo en eso; en pura palabrería, pues en los hechos, quien aspira a reelegirse en la Casa Blanca, ha continuado con los ataques en contra de los migrantes mexicanos a los que ha dejado a su suerte y lo más probable es que luego de la visita del tabasqueño a Washington, aun como candidato, Trump retome su discurso para arremeter contra los mexicanos, a los que considera violadores y criminales y no tendría por qué cambiar de opinión.

Debido a lo anterior, no deja de sorprender el discurso de López Obrador en la Casa Blanca, ante los reporteros, en el que se deshizo en elogios hacia el mandatario norteamericano, tras de quien caminó hasta de manera sumisa todo el tiempo que estuvieron juntos y, con eso de que en muchas ocasiones habla más el lenguaje corporal, pues se pudo apreciar la estatura de “estadista” que tiene López Obrador frente al poderoso presidente Trump, ¿o no?

Bueno, en suma, el presidente de México señaló que Trump se ha portado con nuestro país con gentileza y cada vez mayor respeto; que no ha pretendido tratarnos como una colonia. Le agradeció en tres ocasiones la comprensión  que ha tenido Trump hacia México y subrayó que es con el diálogo como se pueden resolver las diferencias ya que las ideologías de uno y de otro mandatario, pese a ser opuestas, no han representado obstáculo alguno para incluso, ser amigos. ¿Será?

Diversos analistas coinciden en que el discurso del tabasqueño en el que la referencia histórica no estuvo ausente, sobre todo a los expresidentes Benito Juárez, Lázaro Cárdenas del Río y Franklin D. Roosevelt fue, sin duda muy, demasiado, elogioso y aunque fue leído, se detectó cierto temor para tocar por ejemplo, el tema de los migrantes.

Muy atrás quedaron aquellos tiempos en los que López Obrador candidato, se ufanaba en calificar como neofascista la estrategia del presidente Trump en la que estigmatiza a los mexicanos en una forma semejante en la que Hitler estigmatizaba a los judíos. Ahora sí que no es lo mismo de lejos que de cerca.

Desde luego, no se trata de atizar el fuego, -como acostumbra el propio López Obrador-, para que ambos presidentes se enfrentaran, pero entonces la lección que deberá aprender el tabasqueño, es que no puede abusar de sus discursos incendiarios; es evidente que en Estados Unidos no puede hacer lo mismo que acostumbra aquí en México, es decir, dividir y polarizar.

En la breve visita de López Obrador a Estados Unidos, pequeños grupos se manifestaron tanto a su favor como en su contra en ejercicio de su pleno derecho, sin embargo, no pudo evitar el gesto de molestia cuando se pudo percatar que del otro lado de la frontera, ya hay quienes lo rechazan. No tanto le desagradó, en cambio, que siempre estuvo a las órdenes de Trump quien, como se asentó en este espacio en anterior entrega, lo ve por encima del hombro y hasta le “truena” los dedos.

A propósito, a lo mejor alguien sale regañado en el equipo de logística de López Obrador por aquella fotografía que circuló por “las benditas redes”, en las que está admirando el magno monumento al presidente Abraham Lincoln, a donde depositó una ofrenda floral. Se ve el tabasqueño tan, pero tan chiquito, que se pudo medir la estatura de “jefe de Estado” que tiene López Obrador.

MUNICIONES

*** Alfonso Durazo Montaño, encargado de la seguridad pública del país, demandó de los tres niveles de gobierno el apoyo coordinado para mejorar sustancialmente los salarios de los policías municipales y homologar sus sueldos. El llamado del titular de la SSPC es porque reconoció que históricamente el crimen organizado ha crecido de la mano de la protección policiaca, política y hasta administrativa, por ello hay que romper con esa complicidad mediante el fortalecimiento y profesionalización de los guardianes del orden locales. Durazo Montaño urgió a las autoridades estatales y municipales a establecer también estrictos exámenes de control de confianza a fin de lograr la depuración de los cuerpos de seguridad e identificar y separar a quienes contribuyen con la delincuencia. Comentó el funcionario federal que el problema de la inseguridad obliga a actuar de manera abierta, sin prejuicios políticos y sin politizar el tema en la suma de esfuerzos para rendir las mejores cuentas a la ciudadanía. Insistió en reconocer el trabajo de los buenos policías municipales y dignificar su labor, ya que ellos son el primer eslabón de proximidad con la población. También propuso fortalecer la capacidad de investigación de los policías municipales para enriquecer la posibilidad de judicialización de los delincuentes y evitar el efecto de la puerta  giratoria, la cual posibilita la exoneración de presuntos responsables por la eventual corrupción de ministerios públicos o juzgadores.

*** A la callada, la pareja que conforman el vapuleado John Ackerman y la encantadora titular de la SFP, Irma Eréndira Sandoval están por colar al Consejo General del INE, ni más ni menos que a una de sus colaboradoras cercanas y se trata de la Titular de la Unidad de Apoyo Operativo del Instituto Federal de Defensoría Pública, Diana Talavera Flores. Esta Unidad de Apoyo Operativo, depende del organismo que dirige el hermano de la secretaria de la Función Pública, Netzaí Sandoval Ballesteros, y a donde han llegado a laborar diversos personajes cercanos a ese círculo familiar. El asunto se torna aún más interesante si se toma en cuenta que Ackerman, pertenece al Comité Evaluador de los aspirantes a convertirse en consejero electoral; por lo que el polémico “doctor Houses”, será el encargado de evaluar la idoneidad de quien actualmente administra la operación de la oficina de su cuñado y, cómo le va a decir que no a su familia política.

morcora@gmail.com