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Del Pauline al Otis. Ambos huracanes azotaron Guerrero, el primero, en 1997, cuando se creó el Fondo Nacional de Desastres Naturales, (FONDEN), que el presidente Andrés Manuel López Obrador tuvo a bien extinguir varios años después, en el 2019, a la voz que se trataba de una cadena de corrupción. Aquí habría que precisar varias cuestiones como por ejemplo, cuando el Fonden desapareció, tenía 34 mil millones de pesos y aún hoy la pregunta es dónde quedó ese dinero; nadie supo, nadie sabe en esta errada y llamada cuarta transformación y quien la encabeza, porque tal parece que la dinámica de la actual administración es esa, desaparecer como en un acto de magia los recursos sin que se sepa su destino, aunque se puede inferir hacia dónde van, sobre todo en un años electoral como lo será el 2024.

No dejó de asombrar que en su gustadísimo “stand-up” mañanero, el presidente López Obrador dijera, -palabras más, palabras menos-, que él podría destinar inclusive el presupuesto para el 2024 para atender la tragedia que a su paso dejó el huracán Otis.

De plano, qué mal informado está el inquilino de Palacio Nacional; alguien ya le debió haber dicho que no puede hacer eso. No es una cuestión de ocurrencias, ¿acaso no sabe que lo que hoy hay en sustitución del Fonden, es una partida presupuestal?

Hay que anotar que la diferencia entre Fonden y partida presupuestal es que el primero es auditable; cuenta con dinero líquido para, en este caso destinarlo a la recuperación de los estados que hayan sufrido desastres naturales, como es el caso de Acapulco y por ello, tiene reglas de operación muy claras, mientras que la partida presupuestal, -definitivamente-, desafortunadamente depende de los “jaloneos” políticos, sobre todo en esta coyuntura, digamos, prelectoral

La partida presupuestal del Bienestar que defendió con todo el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio ante senadores, cuenta, -se supone-, con un monto de 18 mil millones de pesos, lo que significa una diferencia sustancia de casi la mitad a lo que tenía el Fonden cuando fue extinguido que era de 34 mil millones de pesos que, -se reitera-, quién sabe a dónde fueron a parar. Para ilustrar un poco más, la referida partida presupuestal tenía recursos por nueve mil millones de pesos que no se usaron y se supone que se regresaron a la Tesorería de la Federación.

Lo que también es un hecho, es que López Obrador quiso utilizar la desgracia ocurrida en Guerrero a su favor y, ¡oh, sorpresa!, se le volteó “el chirrión por el palito”, ya que hace dos días por la tarde, salió misteriosamente, pero visible, de Palacio Nacional con parte de su gabinete para dirigirse al lugar del siniestro. Se le ocurrió irse por tierra y obviamente se quedó en un punto varado, pero de la carretera vieja a Acapulco, porque a esas horas, de manera lenta, pero se podía pasar hacia el Puerto.

Se quedó atascado en un gran lodazal del que no pudieron sacar el vehículo en el que viajaba, ni soldados ni siquiera el mismísimo secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval. Entonces, lo ayudaron a pasarse a otro vehículo militar y siguió su camino. Tardó alrededor de 7 horas en llegar; no se trasladó en helicóptero porque había riesgo, pero eso sí, el tabasqueño se regresó vía aérea, después de haberse reunido, -supuestamente también-, con la flamante y eficiente gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado.

El caso es que la imagen que quiso dar al mundo López Obrador en medio del lodazal, era la del súper héroe que ahora sí que “contra viento y marea”, se traslada a ayudar a su “pueblo bueno y sabio”, en este caso, ese que protagonizó actos de rapiña en los centros comerciales sin que la Guardia Nacional hiciera nada. Y es de entenderse la desesperación de turistas y población ante el lento actuar del gobierno federal.

Y se retoma, “se le volteó el chirrión por el palito” al inquilino de Palacio Nacional, porque de inmediato, por las “exbenditas redes sociales”, la imagen lució veraderamente patética, la de un presidente que nunca supo gobernar y que de esa manera terminará su último año, en medio de un gran lodazal sin saber qué hacer. ¡Qué tal!

MUNICIONES

*** En una reunión inédita que tuvo como objetivo promover el diálogo entre Poderes, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, (SCJN) y el Consejo de la Judicatura Federal, (CJF), explicaron a los diputados integrantes de la comisión de Presupuesto y Cuenta Pùblica la solicitud presupuestal para el ejercicio fiscal del 2024. Y fue la Oficial Mayor de la Corte, Gisela Morales González quien tuvo que enfrentar a una polarizada bancada de Morena y rémoras que la acompañan, que se obstinan solo en seguir a pie juntillas la “orientación” que les dan desde Palacio Nacional. La Oficial Mayor, señaló que el Poder Judicial de la federación, mantiene en su gasto la racionalidad y estricto apego a la ley que regula el uso de recursos públicos, por ende, indicó que se considera solo un incremento de 3.3 por ciento en términos reales, comparado con el presupuesto de este año, esto es, solo se estima el aumento inflacionario. Pero la mayoría oficialista, no entiende razones, eso sí, que no sean las que vienen de Palacio Nacional.

*** El llamado es constante, y una vez más lo hicieron los consejeros del INE que encabeza Guadalupe Taddei a los partidos políticos para que frenen la entrada de dinero sucio a sus campañas, razón por la cual, el INE aprobó que los institutos políticos reciban hasta 175 millones de pesos de militantes y simpatizantes. Los consejeros del Instituto coincidieron en que: “A nadie conviene que dinero ilícito entre a las campañas electorales, pues la licitud de los recursos privados garantiza que el compromiso sea con la ciudadanía y materialice que el fin común de la representación política se haga con las reglas y sin dinero ilícito.

*** Definitivamente no faltan los que recomiendan que con el expresidente Vicente Fox, que suele navegar hacia donde va la marea, hay que tener cuidado, con eso de que le ha dado por acercarse a la coordinadora del Frente Amplio por México, que por cierto, trabajó para él, Xóchitl Gálvez y hasta la mano le besó, no hay que olvidar que cuando la hoy senadora Josefina Vázquez Mota era candidata presidencial del PAN, el expresidente de las botas le decía la Jefa y luego la dejó sola y hasta el saludo le negó. ¡Qué tal!

morcora@gmail.com