Compartir

El desempleo en México crece a niveles no vistos, la tasa de desocupación nacional, al 27 de abril, fue del 3.3%. La Secretaría del Trabajo informó que entre el 13 de marzo y el 6 de abril, se perdieron 346.800 empleos. Las plazas canceladas en estas dos semanas representan más del trabajo creado durante todo 2019: 342,077 puestos.

México celebró el Día del Trabajo con cientos de miles de nuevos desempleados y la incertidumbre de las políticas del Gobierno para sortear la crisis por el coronavirus. La Confederación de Cámaras Industriales, estima una pérdida diaria de 20 mil empleos por la contingencia, con una posible desaparición de 960 mil puestos formales en 2020.

Un obscuro panorama que el gobierno de la #4Transformación minimiza y pretende resolver con dádivas. Andrés Manuel López Obrador y su gabinete no acaban de entender que México enfrenta dos emergencias: una de salud y otra económica que llevarán a miles de personas a la pobreza que hoy afecta al 49% de la población.

En el estudio “Vivir al día: medidas para combatir la epidemia de desigualdad en México”, realizado por Oxfam México, se advierte que los altos niveles de pobreza y la persistencia de la desigualdad en el país, han convertido a la emergencia del Covid-19 en tres crisis simultáneas: una sanitaria, otra económica y otra social.

El análisis destaca que, en el corto plazo, la crisis económica podría afectar a tres millones de empresas y poner en riesgo 28 millones de empleos de los sectores clasificados como actividades no esenciales, lo que equivale aproximadamente al 47 por ciento de la población económicamente activa.

Sin embargo, en el gobierno federal ignoran éstas y otras alertas; para el presidente Andrés Manuel López Obrador, esta crisis es “la oportunidad para demostrar que el modelo neoliberal no funciona”. Una vez más busca culpables, no ofrece soluciones prácticas.

La Organización Internacional del Trabajo ha evaluado las perspectivas del mercado laboral mundial y estima, en el peor de los escenarios, una pérdida de 25 millones de puestos de trabajo como consecuencia de la pandemia.  

Tan sólo en Estados Unidos, con “el amigo Trump”, la economía más grande del mundo suma ya, en seis semanas, más de 30 millones de solicitudes de apoyo por desempleo. Malas noticias para nosotros, pues cuando a ellos les da gripe, en México se convierte en pulmonía.

De modo que, mantener la creación de empleo formal en el mediano y largo plazo es el principal reto de la administración de López Obrador.

Sobre todo, porque la economía de México se contrajo 2.4% en el primer trimestre frente al mismo periodo del año pasado, según el Inegi. La terca realidad se estrella con las expectativas del presidente, quien, al iniciar su mandato en 2018, dijo que el país tendría un crecimiento de 4% anual en promedio.

Vamos hacia el segundo año de su administración y el crecimiento se convirtió en recesión. La pandemia de coronavirus impactará negativamente en los indicadores del segundo y tercer trimestre. Urge trabajar en aplanar la curva del desempleo y la caída de salarios.

Las dádivas no resolverán el problema. Su programa al que bautizó como «bienestar a la mexicana», basado en la “rapidez, honestidad y justicia. El primero por la entrega rápida del apoyo sin burocracia, el segundo por la prohibición de la corrupción y el tercero por la importancia de la justicia para que el apoyo llegue a todos”, NO son empleos formales y no hay dinero que alcance para seguirlo regalando.

Urge que el Gobierno tome medidas acordes al tamaño de la emergencia, de protección al empleo, al salario; a la planta productiva con incentivos fiscales; asegurar liquidez al mercado interno; estimular el consumo privado; facilitar y estimular la inversión privada; elevar consumo e inversión del sector público y dar señales positivas a los mercados internacionales.

La inacción del Gobierno complica la contención de la crisis económica-sanitaria. La solución al dilema ciudadano de quedarse en casa, morirse de hambre o salir y ser contagiados o contagiar a otros, es la certeza de tener un empleo, un ingreso que cubra sus necesidades básicas. Así de simple y de complicado para la #4T.

Vericuentos

Senado, SOS-Turismo

En la Cámara Alta se trabajan iniciativas para reactivar al sector turístico. La pandemia por COVID-19 ha ocasionado pérdidas económicas en el sector terciario por casi 200 mil millones de pesos. Marybel Villegas, senadora por Quintana Roo, pidió dejar atrás la polarización y alertó sobre la crisis que se registra en dicha entidad, que aporta el 50 por ciento del turismo de todo el país. Recordemos que el sector representa más del 8.7% del PIB; genera más de 4.2 millones de empleos directos y es la tercera fuente de divisas más importante del país. ¡Órale!

@guillegomora