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El  tema del feminicidio y la violencia contra las mujeres, definitivamente, ya rebasó al presidente Andrés Manuel López Obrador. No cabe duda que de nada sirvieron los sermones que desde el púlpito dirigió a la ciudadanía, -empezando, desde luego-, por sus más cercanos y fieles seguidores-, el jefe del Ejecutivo, pues lejos de calmarse las protestas, éstas se han intensificado y no se ve como pueda el tabasqueño resolver esta situación.

«México es de todos, no te pertenece», se podía leer en una de las mantas que ayer estaban a las afueras de Palacio Nacional, a donde fueron a manifestarse las organizaciones Chalecos México y Unidos Somos, para demandarle al presidente no meter las manos en el proceso de selección de los consejeros electorales, así como garantizar el abasto de medicamentos.

Es bien sabido que desde hace algún tiempo, López Obrador ha dirigido su mirada y sus intenciones hacia el Instituto Nacional Electoral, que encabeza Lorenzo Córdova. Al igual que ha hecho con otros organismos, el mandatario de la llamada cuarta transformación se quiere adueñar de dicho Instituto, imponiendo cuatro consejeros a modo, como lo hizo en la Comisión Reguladora de Energía y en otros casos más.

Lo que ocurre es que López Obrador tiene miedo, -aunque él lo niegue-, de lo que pueda suceder en la coyuntura electoral más importante del país, la del 2021, ya que entre la cada vez más profunda crisis que vive el partido que él inventó, Morena; las contradicciones en su gabinete y demás conflictos que se lleguen a sumar, podría perder la mayoría de los Congresos que estarán en juego y sobre todo, la Cámara de Diputados federal.

Por lo anterior, el de Macuspana quiere tener el control absoluto del INE y de forma paralela, “seguir echando leña al fuego”, esto es, subir de tono cada vez más la campaña en contra de los “neoliberales y las eminencias”, con lo que evidentemente, viola la Ley Electoral ya que hace abierta campaña a favor de su partido, si es que Morena no termina por estallar en lo que llega el 2021.

Nada bien le cayó al presidente, que ayer tuvo que estar encabezando un evento en Palacio Nacional, que más mujeres, acompañadas de hombres, por cierto, hicieran una cadena humana y luego, un mitin.

Retomando el tema del feminicidio, parece increíble que la cerrazón provenga del mismísimo presidente. Cuestión de recordar que su esposa, Beatriz Gutiérrez, primero, se sumó a la convocatoria, para el próximo 9 de marzo, de Un Día sin Mujeres y una vez que su marido “le tronó el dedo”, se retractó”.

Es increíble, porque ante el movimiento feminista que se está gestando, ojo, en el país entero, hasta la Iglesia le ha dado su apoyo.

El presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Rogelio Cabrera López, le dio su apoyo a las mujeres. Entre otras razones, porque, dijo, no se afecta a nadie  ni se daña la economía, (¿más de lo que la ha dañado el presidente?, sería la pregunta.

“Si bien toda vida humana es digna de valor y de respeto, cuando se trata de los más débiles y de aquellos de quienes siempre se han aprovechado, hay que corregirlo” y hasta propuso que los lugares en los que laboran mujeres, “sean seguros espiritual, anímica y físicamente para todas las mujeres.

Ciertamente, López Obrador ya se vio rebasado y el círculo amenaza con cerrarse, gracias también, a que parte de la oposición ha reaccionado ante el reparto de culpabilidades que a diario hace el tabasqueño.

Al respeto, el coordinador de la bancada del PAN en la Cámara de Diputados, Juan Carlos Romero Hicks, respondió en un comunicado: “No se trata de etiquetas ideológicas y políticas, tampoco de señalar a los neoliberales de este país; se requieren políticas públicas, federales, estatales y municipales; nuevas leyes que permitan actuar con oportunidad en rediseños institucionales y mayor presupuesto federal”, pero de eso de políticas públicas, el presidente no tiene ni la menor idea de en qué consistan.

MUNICIONES

*** La Junta de Coordinación Política del Senado de la República, y el ASPEN Institute México, llevarán a cabo siete foros en los que analizarán temas relevantes de la agenda nacional e internacional, a fin de conformar una visión a futuro de México, así como el papel de las senadoras y senadores en su construcción. El Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques será quien organice estos “Diálogos”, que se llevarán a cabo los últimos miércoles de cada mes, a partir de febrero y hasta noviembre, en un horario de las 17 a las 19 horas. Los temas que se abordarán son: Desafíos actuales de la democracia, Reforma al sistema de justicia, Reforma al sistema de pensiones en México, Redes Sociales, Futuro de los mercados laborales, Futuro mundial de la energía, Reforma fiscal y desarrollo asimétrico.  Entre los ponentes se encuentran Lorenzo Meyer Cossío, profesor emérito del Colegio de México; el senador Rubén Rocha Moya, presidente de la Comisión de Educación; la senadora Beatriz Paredes Rangel, presidenta de la Comisión de Ciencia y Tecnología; y José Woldenberg Karakowsky, académico del Centro de Estudios Políticos de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM y el primer consejero-presidente del entonces Instituto Federal Electoral, ciudadano.

*** “Los empresarios de México hoy ya no son esclavistas, ahora la mayoría tiene dimensión social, actúan con justicia y humanismo”, dijo López Obrador al participar en el Congreso Extraordinario, ni más ni menos, que de la otrora poderosa Confederación de Trabajadores de México. Bueno, nada más le faltó agregar al presidente que gracias a sus tan comentados tamales de chipilín y chocolate tabasqueño, acompañados de su mesiánico discurso, como “por arte de magia”, los empresarios ya son en esta llamada cuarta transformación, los buenos de la película. Ahí estuvieron entre otros conocidos priístas los senadores Carlos Aceves del Olmo y el exgobernador del Estado de México, Eruviel Avila. Por cierto, de seguro el líder de la CATEM, Pedro Haces, se enteró de la realización de este evento y después de que le sacaron “sus trapitos al sol”, hizo, como reza un conocido refrán, “chirrión con el rabo”. ¡Qué tal!

morcora@gmail.com