Si bien 2024 será un año muy relevante en aspectos políticos electorales, para los empresarios y en especial para las cadenas de valor globales es más importante su posición geográfica estratégica y el momento geopolítico. Al respecto Jorge León Orantes, Presidente y experto en fusiones y adquisiciones de la firma legal Santamarina y Steta, nos dice, “lo que están observando inversionistas norteamericanos, chinos y de otras partes del mundo es la oportunidad que brinda México para hacer inversiones estratégicas industriales, muy por encima de los mercados de capitales. Estamos viendo llegar inversiones de varias regiones, pero los estadounidenses han sido y siguen siendo los más activos. Están interesados en traer sus cadenas de valor de China a México. En contraparte, el momento es también muy especial, porque tradicionalmente en México, el segundo inversionista más importante era España o bien Alemania. Ahora es China, cuyos capitales hasta hace poco se dirigían principalmente hacia Brasil. Las industrias del gigante asiático también están viendo a nuestro país como una opción estratégica para fabricar componentes de integración que puedan subir hacia el mercado de los Estados Unidos”.
León Dorantes nos dijo que entre las tendencias de inversiones y operaciones destaca la compra de empresas en México. “Después de que hubo una actividad muy intensa, en niveles históricamente nunca vistos durante el 2020 y 2021, la actividad de fusiones y adquisiciones se ha estabilizado. A diferencia del resto del mundo, que decreció a partir del 2021, en nuestro país ha mantenido vigor. Más moderado en 2023, pero solo si se compara con los dos años anteriores, que fueron de locura, porque llegaron a los 16 mil millones de USD”, dijo.
El especialista explicó que para 2024 veremos la consolidación de inversiones, fusiones y adquisiciones particularmente en el norte del país, como parte del proceso de protección de cadenas de suministro, que sufrieron irrupciones por motivo de la pandemia y tensiones geopolíticas. En particular, en el sector automotriz, con la llegada de gigantes como TESLA a Nuevo León, que detonará a todo el ecosistema automotriz, de autopartes y componentes de movilidad eléctrica, que se extenderá por el norte del país. Se verá un boom impresionante en NL y Tamaulipas, además de las industrias aeroespacial, de servicios médicos, de transportación, electrónica, maquinaria, inmobiliaria, bodegas y todo lo referente a logística para manufactura y financiera, específicamente fintech. “Los productores estadounidenses quieren tener más cerca sus materias primas. Pese a todo, México ha resultado ser un poco más predecible en esas circunstancias que China, Asia en general y América Latina. No va a terminar el fenómeno de la globalización, pero sí va a haber un complemento regional. México, al ubicarse en América del Norte, está en una región privilegiada, la más importante del mundo”, concluyó.
Mega Comercial informó que este año ha invertido en Mérida 242 millones de pesos.
El marco del Tour Megatec se informó que como parte de su plan de expansión este año llegó Mega Comercial a invertido en sus tiendas de Mérida 242 millones de pesos y construye 1,180 kilómetros de red de fibra óptica para ofrecer sus servicios residenciales y corporativos. Y en la región de la Península, que abarca los estados de Yucatán, Quintana Roo, Campeche y Tabasco, invierte más de 549 millones de pesos para construir 3,050 kilómetros de red de fibra óptica adicionales, con lo que logrará una cobertura del 84% de casas pasadas. En el evento, organizado por ho1a Innovación y MetroCarrier, empresas subsidiarias de MEGA, se presentaron las tendencias por parte de expertos de las firmas que lideran la industria a nivel mundial como AWS, Fortinet, Aruba, Cradlepoint, ZTE, Cisco, Avaya, Triohmtec y Polycom, entre otras.
Huelga del sindicato UAW afecta a industria automotriz mexicana.
Enorme daño al sector automotriz mexicano por la huelga UAW (trabajadores automotrices unidos, por sus siglas en inglés). Entras armadoras más afectadas, están General Motors, Ford y Stellantis, bajo la lupa. La disrupción en la producción automotriz estadounidense comenzó a esbozarse el 8 de septiembre del presente año, donde el presidente de la UAW comenzó a amenazar a las armadoras en Detroit en irse a huelga si no se renegociaba el contrato que caducaba el 15 del mismo mes.
La UAW busca los siguientes ajustes en sus contratos: a) un aumento del 46% en
los salarios en los siguientes 4 años, b) 20% de aumento inmediato, c) beneficios
de pensiones para todos los trabajadores, d) semanas laborales de 32 horas y e)
beneficios adicionales. Dicha unión cuenta con más de 146,000 trabajadores.
Se estima que las afectaciones económicas de la huelga pudieran alcanzar entre
500 mdd de manera diaria y hasta 5 mil mdd a los proveedores, las armadoras y
a los mismos trabajadores. A nivel macroeconómico, se estima que la economía
sufriría un modesto lastre en su crecimiento del PIB trimestral anualizado del 0.2%
si la huelga durara un mes.
Si bien las armadoras afectadas (General Motors, Stellantis y Ford) buscaron
evitar la huelga durante los siguientes días, las contraofertas a la UAW no fueron
suficientes y la huelga comenzó el 15 de septiembre con 12,700 trabajadores. Los
modelos directamente afectados fueron: Ford Bronco, Jeep Wrangler y Chevrolet
Colorado pickup. Estas huelgas se han expandido a 38 centros de distribución de
partes para General Motors y Stellantis.
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