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¿Está segura la precandidata Claudia Sheinbaum que no necesita permiso para debatir con la opositora Xóchitl Gálvez? La pregunta viene a cuento porque justo hoy salieron las fechas de los debates de los candidatos presidenciales y es una ley no escrita que este tipo de ejercicios los evade quien va punteando en las encuestas, que es el caso ni más ni menos que de la morenista consentida de Palacio Nacional.

De manera muy escueta, durante una reunión con integrantes de la American Society, contestó de manera seca y seria que “no hace falta”, que le pida permiso al presidente Andrés Manuel López Obrador para debatir. La molestia se le notaba en el rostro y en el tono, de lo cual puede inferirse que le incomoda a la señora Sheinbaum de Tarriba que la confronten con la precandidata de la coalición “Fuerza y Corazón por México”.

Y es que no son pocos los problemas que se le empiezan a venir encima a la morenista. Cuestión de recordar que en cada acto que se presenta, no faltan las voces de sus propios correligionarios que le cuestionan sobre los nombramientos de los candidatos al Senado de la República, Cámara de Diputados y demás puestos de elección popular.

Quién lo diría, el inquilino de Palacio Nacional “palomea” y la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México es quien tiene que cargar con las inconformidades y reclamos y, por más que se quiere imponer a golpe de regaños, nada más no consigue apaciguar.

Retomando el asunto de los debates, de acuerdo con el Instituto Nacional Electoral, (INE), el primer debate se celebrará el 7 de abril y de una manera inédita, la sede será las oficinas de este Instituto, porque no hay antecedente de que un debate entre candidatos presidenciales se haya realizado en las instalaciones del INE y por lo visto, será la primera contienda entre mujeres la que inaugurará esto.

El segundo se llevará a cabo el 28 de abril en los Estudios Churubsco y el tercero se celebrará en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Ciudad de México, ubicado en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco.

Aquí la pregunta que surge inmediatamente es a cuántos debates asistirá la señora Sheinbaum.

Cuando el hoy presidente López Obrador se enfrentó en las urnas con el panista Ricardo Anaya; José Antonio Meade, del PRI; Jaime Rodríguez, “el Bronco” y hasta una fugaz Margarita Zavala, que al final, como se recordará, se retiró, se llevó a cabo un primer debate en el Palacio de Minería de la Ciudad de México, en el 2018, en el que el diario estadunidense, “The New York Times” evaluó:

“Con un nuevo formato en el que los candidatos tuvieron réplicas y preguntas directas de los moderadores, los cinco contendientes debatieron sobre corrupción, inseguridad y democracia; el resultado de esta puesta en escena, según los analistas consultados para este artículo, es poco probable que cambie sustancialmente las preferencias mostradas en las encuestas, en las que hasta el momento aventaja cómodamente el candidato a la presidencia Andrés Manuel López Obrador (AMLO) de ‘Juntos Haremos Historia’”.

No obstante, seis años después, no es momento de que en el oficialismo se emocionen y “echen las campanas al vuelo”, en primer lugar porque toda esa esperanza que llegó a representar el tabasqueño en los comicios del 2018, se ha perdido completamente y ello se puede comprobar con el llamado voto de los decepcionados entre los que se cuentan destacados líderes de opinión.

Solo, con sus ocurrencias y sus obras faraónicas, el de Tepetitán, a pulso, aumentó la cifra de quienes no están dispuestos a votar por Morena y si a eso agregamos que Claudia Sheinbaum solo se ha limitado a decir que continuará con “el segundo piso de la cuarta transformación”, la tónica de la campaña presidencial morenista cuando arranque el primer día de marzo próximo, no tendría por qué cambiar. En suma, es el continuismo; llevar al hoyo al país.

Además, las elecciones del 2024, -y es pertinente reiterarlo-, son tan inéditas como trascendentales porque por vez primera en México tendremos a una mujer presidenta de la República porque el emecista flamante candidato Jorge Alvarez Maynez, a lo más que podría aspirar es a captar el voto de aquellos hombres que no estarían dispuestos a votar nunca en su vida por una mujer.    

MUNICIONES

*** Ya se consignaba en este espacio en anterior entrega, que cuando la diputada trans Salma Luévano, aceptó las disculpas del presidente López Obrador porque lo llamó “señor vestido de mujer”, le solicitó una audiencia para revisar la agenda sobre la comunidad LGBTTI, que son objeto de discriminación, por lo que era urgente la reunión. En esa ocasión se anotó en este espacio que lo mejor que podía hacer la diputada morenista, era sentarse a esperar porque parada se iba a cansar, ya que es conocida la posición del presidente de evadir esos temas. Pues el pasado fin de semana, fue asesinada a plena luz del día la activista trans Samantha Fonseca, por el rumbo de la alcaldía Xochimilco y por cierto, había recibido amenazas de muerte. Ayer, colectivos de personas transgénero, se manifestaron primero, en las inmediaciones de Palacio Nacional y luego, en Insurgentes y avenida Paseo de la Reforma. Algo en lo que deberían de poner atención en Palacio Nacional es que dichos manifestantes, condenaron los discursos transfóbicosdel presidente López Obrador contra la diputada trans Luévano, con todo y que el Ejecutivo le ofreció disculpas y lo dicho, la reunión que solicitó Salma Luévano, no tiene para cuándo llevarse a cabo y se puede pronosticar que no se realizará.

*** Llama la atención que aunque los casos de Covid-19 están aumentando en el país, en esta errada y llamada cuarta transformación nadie diga nada y la flamante precandidata morenista, se atreva a señalar que es responsabilidad del Estado que la salud funcione. Pues aquí en México, nada de eso. “Yo soy de las que cree que México tiene que tener un sistema de bienestar y que el Estado debe cubrir ese sistema”, sostuvo muy ufana la exjefa de Gobierno de la CDMX. Por lo demás, no van a decir nada en el oficialismo sobre el tema porque estamos en época electoral y lo más probable es que las vacunas Abdalá y Sputnik ya hayan caducado. ¡Qué tal!

morcora@gmail.com