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El Presidente López Obrador aprovechó el mitin del Zócalo en su quinto año de gobierno, para gritarle a los conservadores del grupo opositor del PRI, PAN y PRD que no le van a ganar en el 2024.

Bueno, tal vez el Presidente no debería estar tan confiado o tal vez ya siente pasos en la azotea, porque basta recordar lo que le reviró el presidente de la Cámara de Diputados y presidencial, Santiago Creel que no se le olvide a López Obrador que en las elecciones del 2021 ya le ganaron los de la oposición, con 23 millones contra 21millones de Morena.

Esas elecciones llamadas intermedias, permitieron al PRI, PAN y PRD arrebatarle a Morena 50 diputados que provocó perdieran la mayoría calificada de dos tercios de los 500 que integran la Cámara baja y que mantenían con sus aliados PT y Verde para aprobar lo que al Presidente de viniera en gana.

Tampoco le gustó al Presidente que el bloque opositor integrara, en su proceso de selección para la candidatura Presidencial del 2024, a la sociedad civil que jugará un papel más que importante.

En Palacio Nacional están preocupados porque las cifras de las de la semana pasada de las encuestas, dan números casi parejos, ya no existe esa abultada ventaja y en cambio se detectó una caída de aceptación en Morena.

Por ejemplo, en el reporte de GEA-ISA (Grupo de Economistas y Asociados  e Investigaciones Sociales Aplicadas), Morena cayó más de 30 puntos porcentuales ubicándose en 14 por ciento, muy cerca del PAN y del PRI con 7 y 3 por ciento.

En cuanto en la intención de voto para las elecciones presidenciales, la casa encuestadora y análisis señaló que Morena continúa arriba con 48 puntos porcentuales, mientras que los opositores se recuperaron con el PAN con 20%, el PRI 18% y el PRD con 7%, mientras que MC de Dante Delgado 1%., algo así, como 48 vs 46.

GEA-ISA en su análisis determinó que en la intención del voto para la elección presidencial, que la elección presidencial no está ganada para la llamada 4T, es decir habría un empate técnico: 50% votaría por la coalición de Morena, frente al 47 por ciento que lo haría por la coalición opositora.

Esa es la preocupación en Palacio Nacional que prendió focos rojos y con una tarea urgente a las corcholatas Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto y Ricardo Monreal de buscar, en sus recorridos por el país de sacarle los trapitos al sol a los de enfrente.

La recuperación de los opositores también se refleja en la Ciudad de México, la inminente candidatura para el alcalde de Benito Juárez, Santiago Taboada qué, por cierto, le está ganando (90%) el pleito a las acusaciones en su contra de la fiscalía, se puede advertir que con las nueve alcaldías que ganaron en 2021 PAN, PRI y PRD mantienen una gran posibilidad de la alternancia en 2024. Si MC hubiese jugado con ellos en 2021, como bloque habrían alcanzado 12 de esas 16 en juego.

El trabajo de los líderes opositores es convencer a Dante Delgado para que su partido, MC se sume a ese bloque que les daría en automático garantizar que puedan conservar el gobierno de jalisco que administra hoy Enrique Alfaro y abanderarían Veracruz que podría convertirse, junto con Nuevo León como el tercer estado que gobernarían.

En Puebla y Chiapas, Morena lleva delantera, ahí las encuestas perfilan con ventaja a Alejandro Armenta, presidente del Senado sobre su par d San Lázaro, Ignacio Mier; mientras que para Chiapas, la disputa se centra en los aspirantes, Eduardo Ramírez con ventaja electoral, contra Zoé Robledo, con ventaja política.

Manlio Fabio Beltrones en una charla explicaba el factor de la fuerza de ir juntos los cuatro partidos, que si logran amarrarse en 2024 estarían ganando seis de las nueve gubernaturas y una disputa pareja del Congreso, que hay condiciones para que no se repita un solo partido mayoritario, es decir, si no fallan los pronósticos, hoy las elecciones estarían mitad y mitad.

SE VAN DEL PRI LOS PEÑISTAS OSORIO, MASSIEU, ERUVIEL Y NUVIA

La salida del PRI de Miguel Angel Osorio Chong, Claudia Ruiz Massieu, Nuvia Mayorca y Eruviel Avila, era bola cantada. Son del mismo grupo que pertenece a los peñistas con Luis Videgaray y Aurelio Nuño que dejaron el partido destartalado y moribundo por sus imposiciones, soberbia y arrogancia, amén de los actos de corrupción de la Casa Blanca, el saqueo de Pemex con Emilio Lozoya y los yerros de Ayotzinapa, por citar algunos.

Le comenté la semana pasada que ya estaban alistando su salida y que solo esperaban a que Claudia Ruiz Massieu conociera los reglamentos de la candidatura Presidencial que anunciaría el bloque opositor del PRI, de Alejandro Moreno “Alito”, del PAN de Marko Cortés y el PRD de Jesús Zambrano. Después, renunció como aspirante y ahora se va del partido en el bloque peñista.

Dicen los que saben que la salida, sobre todo de Osorio es porque estaba sentenciado que en el PRI, por tratar de derrocar a Alito y su dirigencia, no le tocaría la reelección de senador ni ningún otro cargo que le permitiera conservar el fuero, ante el abultado expediente que tienen en Palacio Nacional en su contra por los desvíos millonarios cuando fue secretario de Gobernación con Peña Nieto. Y falta lo de Hidalgo, que está por salir, sino pregúntele al fiscal Santiago Nieto de la empresa petrolera CITAPIA de Juan Carlos Tapia, involucrada en huachicoleo en sus terrenos y caso Lozoya y principal proveedora de Dos Bocas.

Jachavez77@yahoo.com