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“Había una vez un barco chiquito”, en esa sola popular y simple frase, se podría resumir la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a Acapulco porque desde un barco, eso sí, muy custodiado, recorrió la bahía de ese puerto para ver como está después de cuatro semanas del paso del huracán “Otis” y la vista, no le fue nada agradable.

No se molestó el inquilino de Palacio Nacional en caminar por las calles de Acapulco, menos aún por las de las zonas populares, donde están los más olvidados y tampoco tuvo contacto con la población que se congregó en diversos puntos del puerto para tratar de hablar con él y comunicarle sus muchas necesidades, no sea que fueran a manchar la investidura presidencial que el tabasqueño tanto se esmera en cuidar aunque esté más remendada que nada.

Eso sí y como se había anunciado de manera previa, el jefe del Ejecutivo tuvo a bien encabezar su gustadísimo “stand-up” mañanero desde Acapulco, como si así se fuera a remediar algo y desde ahí, en tono amenazante, como imponiendo su autoridad, exhortó a los que llamó «malandros» para que ni por equivocación se aparezcan en los módulos de apoyo a damnificados, pues la Guardia Nacionalestará vigilando.

¿Qué no se habrá enterado López Obrador del saqueo que luego del paso de “Otis” se dio en Acapulco y la Guardia Nacional ni se inmutó?, bueno, hasta el secretario de la presidenta municipal del Puerto, Abelina López Rodríguez, Angel Vargas Rodríguez, estuvo en los saqueos, (¡¡perdón!!), en la “cohesión social”, como le dice su jefa, en las principales tiendas de la Costera Miguel Alemán.

Y la señora alcaldesa López también tiene “cola que le pisen” pues la ciudadanía acapulqueña está verdaderamente molesta con la funcionaria porque ahora se le ocurrió organizar un baile, en lugar de realizar labores de limpieza y vigilancia que tanta falta hacen a este destino de playa, sobre todo ahora que López Obrador dice que en Acapulco pasarán una “feliz Navidad” y que en el transcurso de la semana que concluye, se anunció que la Convención Bancaria se realizará en ese puerto y, -dicho sea de paso-, será una de las principales pasarelas de los candidatos presidenciales: Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Samuel García.

¿Qué nivel le va a dar la señora López Rodríguez con sus ocurrencias a Acapulco que todavía sufre los estragos de “Otis”?

Otro de los asuntos que prevalecieron en la semana, es la obsesión que tiene ni más ni menos que la Fiscal de Justicia de la Ciudad de México, Ernestina Godoy para ser ratificada en ese puesto y en un discurso que se asemeja mucho, por cierto al del presidente López Obrador, arremetió contra sus adversarios que se oponen a dicha ratificación al señalar que se trata de “un grupo que quiere impunidad” y hasta se dio el lujo de “curarse en salud” al afirmar que luego de reunirse con su equipo de trabajo, decidió competir por la ratificación, porque, -según ella-, está muy, pero muy comprometida con la justicia y la defensa de los derechos humanos.

Pues no es precisamente esta flamante funcionaria la que puede predicar con el ejemplo, ya que hay muchas cosas que tendría que explicar detalladamente como por ejemplo, que en su más reciente visita al Senado de la República, la abuchearon y la criticaron por dedicarse a todo menos a la defensa de los derechos humanos de la que tanto alarde hace y ahí están como prueba fehaciente la gran cantidad de expedientes rezagados.

Lo que en realidad quiere la señora Godoy, es asirse como sea, con uñas y dientes al equipo de Claudia Sheinbaum, en el entendido de que ella va a ganar la presidencia de la República en el 2024 y no regresar a su asiento en la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México.

Igualmente, la flamante fiscal capitalina tendría que decir por qué un visitante frecuente del llamado bunker, es el resentido alcalde con licencia de Cuajimalpa, Adrián Ruvalcaba, que se nota que se fue a vender carísimo al quinto piso de dichas instalaciones a la voz de que él tenía el control de la bancada del PRI en la Asamblea Legislativa de la CDMX, pero luego de que le tundieron sus propios excoreligionarios, el nuevo mejor amigo de la alcaldesa de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas se quedó ahora sí como dice el refrán, “como el perro de las dos tortas y al parecer, en Morena, donde ansía irse Ruvalcaba, no le van a dar absolutamente nada.

MUNICIONES

*** La bancada del PRI en el Senado dio la bienvenida a la legisladora Lucía Meza Guzmán, quien a inicios de noviembre renunció a Morena y en el tricolor es la aspirante al gobierno de Morelos. Como se recordará, en su carta de renuncia la senadora Meza acusó a su expartido de solapar la corrupción del flamante gobernador Cuauhtémoc Blanco, a quien calificó de «bandido». Lo cierto es que el exfutbolista estrella del América, está más ocupado en el Estadio Azteca que en gobernar el estado y hace como que no ve ni oye el clima de inseguridad en que tiene sumido a Morelos.

*** Aunque ya no como presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República ni como líder de la bancada de Morena, Ricardo Monreal regresa a la Cámara Alta. Habrá que estar atentos para ver cómo opera ahora ya como integrante del equipo de Claudia Sheinbaum y como lo reciben los senadores del ala radical de Morena que, como se recordará, le hicieron “la vida de cuadritos”.

*** La vicecoordinadora del PRD en el Congreso capitalino, Polimnia Romana Sierra Bárcena, lamentó que aún y cuando existen normas y sanciones, todavía hay mujeres que siguen siendo violentadas; es decir, hay mucho por hacer para erradicar esta violencia, lo cual se ve reflejado en vísperas de contiendas electorales, donde persiste la violencia política contra las mujeres. “Las mujeres que participan políticamente, enfrentan muchos fenómenos patriarcales y de machismo, no solamente de los hombres, sino también de las mujeres”, sostuvo en tribuna del Congreso local en sesión solemne para conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, también conocido como “Día Naranja”, el cual busca movilizar a la opinión pública y a los gobiernos para promover y fomentar la cultura de la no violencia La también presidenta de la Comisión de Atención al Desarrollo de la Niñez del Antiguo Palacio de Donceles reveló que, según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares, realizada por el INEGI, 65.5 millones de mujeres en México han sufrido violencia física, psicológica, sexual, económica o política y el Estado de México y Ciudad de México, son las entidades mayor incidencia.

morcora@gmail.com