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Son datos duros. De acuerdo al estudio que sobre tales cifras realiza The Competitive Intelligence Unit al mando de Ernesto Piedras, el 71.2% de los ingresos generados en la industria en 2021 (poco mas de 300 mil millones de pesos) fueron para el agente económico preponderante (AEP), mismo que elevó 0.7% su facturación al cuarto trimestre de ese año, mientras que sus competidores retrocedieron en un año de mejoría en el consumo de servicios con 132 millones de líneas.

Esto representa el retroceso de la reforma de telecomunicaciones impulsada el sexenio pasado. El propósito de los cambios empujados entonces por el finado secretario Gerardo Ruiz Esparza, fue que el agente preponderante tuviese la capacidad de crecer e invertir sin que ello mermara la capacidad de crecimiento e inversión de sus competidores y con ello ofrecer mejor calidad y precios a los usuarios; para ello se estableció como parámetro clave la acumulación de 65% de los ingresos para aplicar medidas asimétricas de diverso alcance.

Los datos indican que el AEP avanzó de manera notable sobre AT&T que dirige Mónica Aspe y de Movistar, a cargo de Camilo Aya, que representaron sólo18.7% y 8.2% de los ingresos. Ya no se diga los Operadores Móviles Virtuales, como Virgin Mobile de Richard Branson, que tras iniciar operaciones a tambor batiente sólo facturan 1.8% del total.

Ante ello, el Instituto del Derecho de las Telecomunicaciones (IDET), que representa Gerardo Soria, apunta que “la reconcentración de ingresos en favor del agente económico preponderante representa un riesgo para la evolución favorable del segmento móvil e inhibe los incentivos para el despliegue y expansión de redes de nueva generación” esto por el arribo de los servicios 5G y el reacomodo del espectro al serles autorizado tras el reciente reacomodo de espectro que les fue autorizado por el IFT en la banda de 3.5GHz”

Y el llamado del IDET al Instituto Federal de Telecomunicaciones a cargo de Javier Juárez es que analice a profundidad las implicaciones económicas y sociales de la reconcentración a fin de tomar las mejores decisiones regulatorias en la próxima revisión bianual de medidas asimétricas y las próximas licitaciones de espectro radioeléctrico. Veremos.

Aeroméxico finaliza el Chapter 11

Casi dos años después la aerolínea bandera de México emergió el proceso de reestructura de deudas y capitalización, un esfuerzo que involucró a todos los integrantes de la compañía y que representó elevar el valor de la empresa a unos 2,560 millones de dólares que a su vez le abre la puerta a lanzar inversiones por 5 mil millones de dólares en los próximos 5 años en flota y acciones de mejora de volar por Aeroméxico. La firma que sigue encabezada por Javier Arrigunaga y dirigida por Andrés Conesa se apresta también a la emisión de notas por 762.5 millones de dólares para sumar un capital nuevo de 1,500 millones de dólares tras demostrar la manera en que pudo salir delante de la crisis desatada por el Covid19. Ahora entre sus filas cuenta a nuevos inversionistas mexicanos en el grupo de control, así como a socios de la talla de The Baupost Group, Silver Point, Oaktree Capital y otros fondos de inversión que vieron y apuntalaron el potencial de la aerolínea.

Que no chamaquean al Infonavit

En una extensa carta que sobrepasa el espacio que le fue dedicado al proceso de licitación para la contratación bianual de 24 millones de recibos de cobro de hipotecas Infonavit, el director de comunicación Gustavo Rivera indica que las especificaciones técnicas establecidas no establecen candados para favorecer a ninguno de los 5 competidores y señala que “es importante establecer que en las especificaciones técnicas contenidas en las bases de licitación, las cuales se publican, en la página de Internet del Infonavit, únicamente se solicita la presentación de copia legible de los siguientes certificados: ISO-9001, en su versión 2015 o superior en los procesos de impresión fija, variable y distribución; ISO-14000, en su versión 2015 o superior en los procesos de impresión fija; ISO-27001, en su versión 2013 o superior y/o Certificación PCI DSS (Data Security Standard) en los procesos de impresión variable y/o distribución.

Agrega: “Los tres certificados anteriores buscan garantizar la calidad en los procesos productivos de las empresas candidatas, una correcta gestión ambiental de los materiales utilizados en el proceso productivo y el aseguramiento, confidencialidad e integridad de los datos y la información, así como los sistemas que la procesan”

Bueno, nada más falta precisar dos cosas: que la empresa MBM de Alfredo Pérez lleva 5 años ganando al hilo, y que uno de los candados está en la definición de una “Máquina de Tipificados” cuya redacción ha dado pie a descalificar competidores.

floresarellanomauricio@gmail.com

@mfloresarellano