Compartir

A pocos días de que se dictara su acta de defunción el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar que condujo Juan Ferrer entregó un último contrato, uno de logística, por unos 115 millones de pesos para la distribución de medicamentos y material de curación  en la red de hospitales y clínicas  en los estados de la República a la paraestatal Birmex que dirige el general Jens Pedro Lohmann Iturburu; se trata de un chiqui-contrato pues abarca sólo 30 millones de piezas a entregar en la última milla de una demanda que supera ampliamente los 300 millones de piezas; sin embargo, el INSABI, aunque ya fallecido, sigue siendo un dolor de cabeza.

A un día de haberse publicado el Decreto de desaparición del INSABI y el traslado de sus funciones al IMSS-Bienestar, el director general del Instituto Mexicano del Seguro Social, Zoé Robledo, se deslindó de los pasivos del fallido instituto estimados en 15 mil millones de pesos; los casi 20 mil trabajadores viven en la incertidumbre laboral; los sistemas de cómputo quedaron sin servicio -no hay plataforma para que los proveedores subas sus facturas-; y lo que sin lugar a dudas lo que mas preocupa es que se agudizó la precariedad  del servicio pues el desbasto habría alcanzado casi 50% en el suministro en las instituciones públicas en el primer trimestre del año, conforme a las estimaciones efectuada por el INEFAM que dirige Enrique Martínez y preside José Carlos Ferreyra.

Si a ello se suma que el personal médico que laboraba bajo el paraguas del INSABI no tiene certeza de su futuro y sus salarios, que pasarán 6 meses antes de que culmine su traslado a IMSS Bienestar, su actual desempeño se debe más por empatía con los pacientes que por la justa retribución a su esfuerzo.

De las tristes condiciones de la infraestructura y de la saturación de las salas de últimas espera y de la larga espera para recibir estudios especializados o una cirugía, el colectivo Cero Desbasto ofreció ayer duros testimonios.

Nada que ver con Dinamarca

Prohibido enfermarse

En los próximos 180 días, aquellos que no cuenten con un sistema de seguridad privada, a cuidarse de no enfermarse pues las instituciones públicas están a punto de entrar en una crisis similar a la de 2021 cuando el IMSS, el ISSSTE, Sedena, Pemex o Marina, tuvieron que salir a comprar por cuenta y riesgo en pedimientos directos de emergencia… que, por su naturaleza directa se prestan a los más sórdidos actos de corrupción.

En los 180 días de tránsito al IMSS-Bienestar, donde el actual director Manuel Cervantes tendrá que hacer mil malabares para no dislocar un servicio que trabaja (bien, sin duda) al filo de sus capacidades, existe un momento aún mas crítico: en los próximos 90 días el difunto INABI debe traspasar cerca de 70 mil millones del Fondo de Protección Contra Enfermedades Catastróficas al IMSS-Bienestar, sin que exista claridad de cómo aplicar tales recursos.

Nuevamente, lo danés no se le da a la 4T.

Cierran filas con Adán Augusto

En el cierre de campaña de Delfina Gómez en Toluca, se vio el pasado fin de semana a Ricardo Monreal y a Gerardo Fernández Noroña -las mini corcholatas- muy allegados al secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández… a quien las últimas encuestas ubican como uno de los contendientes más sólidos para tomar la candidatura presidencial de Morena. Visto y dicho a los cuatro vientos, parece que Monreal y Noroña ya eligieron a su gallo, pues las posibilidades de que se Adán crecen dada su creciente nivel de conocimiento y popularidad entre ciudadanos y militancia del partido oficial… y por su cercanía con Andrés Manuel López Obrador.

Trese derrota a Coastal y a CIBanco

Luego 7 años juicios en tribunales la empresa Trese que dirige Ricardo Silva,  ganó la batalla a CI Banco, a Coastal Contracts, Sistemas Integrales de Compresión y a Alher Oil que se negarse a pagar sus servicios petroleros en la costa de Tabasco: el expediente 666/2016 fue resuelto por el juzgado séptimo de distrito civil de la Ciudad de México, favoreciendo a Trese para seguir en funcionamiento y recibir una millonaria compensación que favorece a todos los trabajadores reconocidos en dicho concurso así como a los subcontratistas a los que la malaya Coastal y el banco de Mario Maciel dejaron colgados en sus cobros. Tales subcontratistas aceptaron que Trese les pague 25 pesos de cada 100 que les adeudan pero con posibilidad de recuperar hasta 100% de su cobro a la ejecución de la sentencia. Y como quien agarra la pata tiene igual culpa del que mata la vaca, los despachos de abogados que se prestaron al abuso de Costal y CI Banco están indiciados en calidad de co-autores intelectuales. Pero es CI Banco, por su papel de fiduciario, el más afectado hasta en su haber patrimonial por no haber dispersado los pagos que Pemex dirigió a Coastal, de Ng Chin Heng, pero que no pagó a centenares de proveedores de Tabasco y Campeche.

La justicia puede tardar… pero cuando llega, llega.

@mfloresarellano

floresarellanomauricio@gmail.com