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Se acabó el teatro, la farsa. Sea lo que fuere, sea impuesta a la fuerza con vestido democrático, burdamente lograron que Xóchitl Gálvez trapeara el piso con todos los aspirantes. Hasta con la señora realmente opositora, Beatriz Paredes Rangel, a quien ni siquiera es digna de atarle o desatarle la correa de los zapatos. Quién sabe en qué pensaron quienes se la impusieron a los opositores. Ahora qué sigue que ya es la candidata y sólo les queda registrarla ante las autoridades jurisdiccionales. Y a esperar a que Morena elija a su  candidato o candidata, Me temo que será candidata y de la talla de la doctora Claudia Sheinbaum Pardo. No es un juego de niñas. Ni de botargas. Ni de mentar madres, ni de decir “chingaderas”

Si a Xóchitl la hicieron “triunfar” mediante patrañas democráticas, ahora tendrán que padecer las consecuencias, porque quien va a organizar el examen final no es un conjunto de aleccionados. Xóchit tiene ahora que tomar decisiones por sí misma. Se va a enfrentar a una mujer que puede llenar plazas y avenidas con sus simpatizantes y que ya probó que tiene pegue en toda la república. Además, no tiene la experiencia de disfrazarse con una botarga y menos de dicharachera, de majadera, o de mientamadres. Es reconocida por tirios y troyanos como una personalidad en el mundo de la investigación y de la ciencia.

La más reciente encuesta del diario Reforma da a Sheinbaum 17 puntos de ventaja sobre Xóchitl rumbo a elección presidencial. La proyección de Xóchitl Gálvez frente a Marcelo Ebrard también terminaría con una victoria de Morena y sus aliados en las próximas elecciones por más de 10 puntos.

Diversos ejercicios de encuesta entre los que destaca el del diario El Financiero, revelaron que, con Sheinbaum como la candidata de Morena, la doctora obtuvo un 44% de las preferencias, mientras que Xóchitl Gálvez, quien ocuparía la candidatura del Frente Amplio por México, obtuvo un 27% de los apoyos. Con Ebrard como el candidato de Morena, Ebrard obtuvo un 41% de las preferencias electorales en este careo, mientras que la senadora Xóchitl Gálvez logró obtener un punto más de los apoyos, en comparación con la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México, pues alcanzó el 28%.

Pareciera demasiado tarde para que Gálvez tomara cursos de dicción, de política, de discusión para soportar un debate, de lógica, y sobre todo de moral, de anticorrupción porque me temo que por ahí le anda fallando, para enfrentarse con su adversaria o adversario, que llevan todas las de ganarle y aplastarla.

Ahora sería muy recomendable que la Señora X se metiera de lleno a la reflexión en el silencio de un convento para estudiar y reflexionar porque lo que le espera durante la campaña presidencial no es una farsa como la que  montó el Señor X para lograr su nominación como candidata de la oposición.

Además, a ver si los ciudadanos van a votar por ella. Ahí mismo, en las filas de la oposición se quedaron muchos decepcionados que no  le darán su voto, sobre todo los seguidores de Santiago Creel, los de Enrique de la Madrid y más que nada los priistas que fueron testigos de la elección falsaria frente a Beatriz Paredes Rangel, cuya argumentación en los debates, fue infinitamente superior a la de la señora Gálvez. La verdad ésta no tuvo nada que hacer o decir frente a la ex gobernadora de Tlaxcala.

Muchos mexicanos creímos que la democracia verdadera ya se había entronizado en la mente y las conciencia de los mexicanos y que ya era una forma de ser, una manera de vida para organizarnos como pueblos, comunidades, ciudades. Pero lo ocurrido con el nombramiento ad ovum de Gálvez indica que no hemos avanzado en mucho, que los mexicanos siguen transando para avanzar.