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La semana culminó y México, finalmente, entró a la Fase 3 de la pandemia del Covid-19. Ahora, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha cambiado su postura inicial y, de incitar a la gente a que saliera a comer a los restaurantes y que en suma, socializara, ha venido pidiendo que se respete la sana distancia y se utilice el cubre-bocas.

Específicamente, ayer se publicó en el Diario Oficial de la Federación, el decreto que contiene las medidas de seguridad una vez que México ha ingresado en esta difícil etapa y de lo cual, la llamada cuarta transformación tiene estimado que obtendrá alrededor de 622 mil 556 millones de pesos. ¿Será?

Algunas de dichas medidas son conocidas y han generado debate. Una de ellas es reducir el salario de los «altos» funcionarios públicos hasta en un 25 por ciento de manera progresiva y cancelar sus aguinaldos y cualquier otra prestación de fin de año.

En esta parte, hay que recordar que cuando por primera vez el presidente López Obrador planteó eso de quitarles el aguinaldo a los altos funcionarios, la siempre flamante secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero dijo, -palabras más, palabras menos-, que se trataba de una decisión voluntaria, amén de que diversos especialistas, coinciden en que es violatorio de la Ley, digamos, expropiar el aguinaldo.

 Otra de las medidas es no ejercer el 75 por ciento del presupuesto disponible de las partidas de servicios generales, materiales y suministros y, además, cancelar 10 subsecretarías. En este último punto, llama la atención que por lo menos hasta el momento, no ha especificado cuáles serían estas subsecretarías que quedarían suspendidas hasta diciembre y desde luego, haría un favor el dar a conocer cuáles son y de qué dependencias por lo menos, para que se sepa quiénes serán despedidos, ¿o no?

Lo anterior, se contrapone con lo dicho por el mismísimo López Obrador, en el sentido de que en esta emergencia sanitaria, su gobierno generaría algo así como dos millones de empleos, algo que resulta poco menos que imposible ya que los empleos, los generan los empresarios, no el gobierno y menos el de esta llamada cuarta transformación.

Sin embargo, lo que resulta verdaderamente insólito, es que el Ejecutivo hubiera blindado hasta con los dientes, los programas “estrella” de su administración: el Tren Maya, el Aeropuerto de Santa Lucía y la Refinería de Dos Bocas.

A los llamados que le hicieran desde hace tiempo los empresarios al presidente para que en esta difícil emergencia sanitaria los ayudara y el tabasqueño tuvo a bien literalmente, cerrarles la puerta, se suma un exhorto más; el que le hicieron gobernadores, empresarios y líderes políticos para consolidar un pacto nacional para enfrentar esta grave crisis.

Para concretar lo anterior, existe una condición indispensable que sería cancelar sus tan anhelados proyectos y es evidente que el tabasqueño continuará con su acostumbrada cerrazón, a la que él llama terquedad.

Especialmente por la crisis petrolera que atraviesa el mundo, llaman poderosamente la atención los empeños de esta llamada cuarta transformación que se quiera sacar adelante dicha refinería, sobre todo, cuando está más que comprobado que México no tiene la capacidad para guardar petróleo.

Pues bien, ayer, la siempre flamante secretaría de Energía, Rocío Nahle, declaró que pese a la caída en los precios del crudo, simple y llanamente, Dos Bocas, va. Esgrimió el endeble argumento de que nadie ha dicho que no, o que se pare este proyecto, pero no cabe duda que Nahle García es otra funcionaria que está dispuesta a imitar a su jefe, hasta la aberración y eso incluye hacer oídos sordos precisamente a las recomendaciones de los especialistas.

Ahora solo faltaría que la titular de la Secretaría de Energía, venga a decirnos que le aplaudieron, como lo hicieron los árabes en la reunión de la OPEP, sin reparar en que no le dedicaron ni un solo aplauso y que solo se burlaron de ella.

MUNICIONES

*** La Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaun, quien en estos momentos hace frente al reto que representa la pandemia de COVID-19, sabe que las tareas que les ha encomendado a cada uno de sus secretarios deben arrojar buenos resultados y sin duda, así lo ha está haciéndola Secretaria de Seguridad Ciudadana, a cargo de Omar García Harfush, quien en el primer trimestre del presente año logró disminuir 21 por ciento los homicidios dolosos, 67 por ciento los secuestros y 42 por ciento la extorsión,  entre otros rubros que también son sensibles a la seguridad de los habitantes de esta urbe. Esos datos que fueron presentados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública dejan en claro que la decisión que tomó la Jefa de Gobierno en octubre pasado al nombrar a García Harfush como Secretario de Seguridad Ciudadana fue acertada e indudablemente se inclinó por un hombre que cuenta con una formación académica probada en materia de seguridad, de ahí que  la tarea de hacer frente a la inseguridad en la Ciudad de México está empezando a dar resultados y ojalá siga por ese camino.

*** Seguramente cansado de no poder resolver más problemas, Ricardo Ahued Bardahuil presentó su renuncia como titular de la Administración General de Aduanas (AGA). Como se recordará, este senador solicitó licencia a su escaño para ocupar esa responsabilidad que todo el tiempo le quedó muy grande. En repetidas ocasiones le fue cuestionado su grado de estudios, pues solo llegó a la Preparatoria. El expresidente municipal de Xalapa, Veracruz, se defendió a la voz de que era un honor que el presidente lo hubiera escogido. Fue a finales de mayo del año pasado, cuando orgulloso anunció que pediría licencia y ahora, va de regreso a la Cámara Alta.

*** Y una vez que se publicaron las medidas de austericidio, ¡¡perdón!!, de austeridad en este emergencia sanitaria, la siempre brillante secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, casi, casi, se puso la capa de “Susana Distancia” y emitió un comunicado en el que subrayó que ella será la guardiana para que se cumpla rigurosamente la austeridad republicana. Para lograr tan noble fin, la señora Sandoval giró sus apreciables instrucciones para que los Órganos Internos de Control vigilen la reducción de 75% en los gastos de operación y servicios generales, que para este año tenían inicialmente presupuestados en 134 mil millones de pesos. Asimismo, se eliminarán gastos no indispensables y que no afecten las funciones sustantivas del Gobierno Federal. Agregó la SFP que los recursos liberados se reorientarán a la atención de la crisis económica mundial derivada de las políticas neoliberales. No, bueno, el chiste es culpar al pasado; ¿los funcionarios de esta llamada transformación no se sabrán otra?

morcora@gmail.com