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Una intensa y polarizada semana la que cierra, que nos mostró a un paradójico Andrés Manuel López Obrador, quien por un lado y ante el clima de violencia en contra de reporteros y representantes de los medios, ofrece que verá por su seguridad y protegerá sus vidas, “nadie ha sido ni será censurado”, dijo en una más de sus faltas a la verdad, mientras que por el otro, sigue atizando el fuego en contra de periodistas que no están de acuerdo con él o lo cuestionan y esto se puede traducir en que el tema José Ramón López Obrador todavía cala y hondo y por más temas de los que ha echado mano el inquilino de Palacio Nacional para cubrir los excesos de su hijo, no ha logrado apagar el fuego, al contrario, ha propiciado otros y a lo mejor ya está enterado de lo que corre por las “exbenditas redes”: que se viene otro posible escándalo sobre las actividades, digamos, dudosas, de otro de sus hijos. ¿Será?

Por otra parte, en el gustadísimo “stand-up” mañanero que se efectuó ayer en Tijuana, el presidente solamente hizo acto de presencia para defender –como se anotó en este espacio en anterior entrega-, a su muy querido amigo, el exgobernador de Baja California, Jaime Bonilla Valdez y lo que pueda tener que ver o no sobre el asesinato de la periodista Lourdes Maldonado.

Medio aburrido, desde la ciudad fronteriza, el de Tepetitán escuchó el sentido pase de lista que hicieron los reporteros que cubrieron su mañanera en memoria y homenaje a los periodistas que han sido asesinados en este todavía naciente 2022, luego salió del lugar para encontrarse a otro grupo de periodistas que lo esperaban a las afueras para demandarle justicia en este tema. Le cerraron el paso a su camioneta y alguien que dijo ser de la CNTE, se colgó del vehículo; en repetidas ocasiones golpeearon a la ventanilla, sin respuesta alguna, solo la cerrazón privó.

Y ya que andaba por el norte del país, visitando además de Baja California, Tamaulipas, Chihuahua y Coahuila, muchos se preguntaron por qué al tabasqueño no se le ocurrió darse una vueltecita por Sonora, específicamente por Caborca, donde hace dos días, se registró una balacera que duró 6 horas, donde hubo muertos y secuestrados, dos de ellos, encontrados afortunadamente con vida.

¿Por qué López obrador no fue a Caborca?, si ahí está otro de los gobernadores a los que él impulsó para llegar a esa posición, y se trata ni más ni menos que de Alfonso Durazo Montaño, exsecretario de Seguridad Ciudadana a nivel federal y muy recordado porque a él se le debe la fallida, más que fallida estrategia del famoso “Culiacanazo”, el 17 de octubre del 2019, cuando fue liberado Ovidio Guzmán, ante el evidente fracaso por parte del gobierno federal.

Si así operó ese día el señor Durazo, qué se pueden esperar los sonorenses sobre que en su estado haya seguridad. Por cierto, el presidente municipal de Caborca, de extracción morenista, Abraham David Mier Nogales, explicó en diversas entrevistas que en todo momento recibió el apoyo del gobernador… con llamadas telefónicas y el envío tardío de elementos de la Guardia Nacional y policía estatal.

Ahora bien, toda esta convulsionada situación que vive México, la ven desde el poderoso país del norte, y  no es que Estados Unidos sea el paladín de la democracia; históricamente ha demostrado lo contrario, sin embargo, es lógico que les preocupa mucho lo que pasa en su frontera sur, y así como cuando López Obrador envió un mensaje a los congresistas norteamericanos, en noviembre del año pasado, amenazándolos con exhibirlos en el caso de que no apoyaran la iniciativa del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para regularizar a 11 millones de mexicanos que radican en esa nación pues ahora, tan solo unos meses después, la relación entre el inquilino de Palacio Nacional y el presidente Biden, tiende a descomponerse.

Ahí están las declaraciones del senador norteamericano Ted Cruz, quien en el Congreso estadunidense, mencionó los casos de los asesinatos a periodistas en nuestro país y también la confrontación contra el comunicador Carlos Loret de Mola

Específicamente, el senador Cruz indicó: “En 2020 más periodistas fueron asesinados en México que en cualquier otro país” y avizoró un “colapso de las instituciones (mexicanas)” lo cual, a los ojos del legislador norteamericano, representa una “amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos”.

Cuando López Obrador se burló de que congresistas de Estados Unidos le demandan a Biden que “lo regañe”, muy probablemente no vio más allá de la puerta principal de Palacio Nacional; la presión que ejercen los legisladores norteamericanos, pueden dañar la imagen del presidente mexicano. Cruz aseguró que su intención es presionar a la administración del inquilino de la Casa Blanca, sobre la necesidad de “hacer más para detener y revertir esta tendencia mortal”, o sea, lo que se vive en México, que calificó como “el colapso acelerado de las instituciones mexicanas y el Estado de Derecho” y desafortunadamente, el senador Cruz no está tan alejado de la realidad porque así pinta esta errada y llamada cuarta transformación. 

MUNICIONES

*** Más tensión en el Palacio Legislativo de San Lázaro, a donde llegó la maqueta de la Casa Gris de la familia López-Adams. Indignados y sumamente molestos, los integrantes de la bancada de Morena que coordina Ignacio Mier, se retiraron del Salón de Sesiones. La causa de la ira del partido oficial, es que la diputada panista, María Elena Pérez Jaen, propuso un Punto de Acuerdo para que desde los gustadísimos “stand-up” mañaneros, se deje de atacar a los periodistas, “que no se utilicen a las instituciones del Estado para atacarlos,…  “debemos detener al sicario de la libertad de expresión que dispara a mansalva a todo aquel que no está de acuerdo con él”. De inmediato la consigna fue: “¡Libertad, libertad, corrupto!”. Las rémoras del partido oficial ya habían abandonado el Salón de Sesiones de la Cámara Baja y dicha fracción parlamentaria convocó a conferencia de prensa en la que el diputado Mier Velazco dijo que no va a permitir que con cualquier pretexto salga a la luz la Casa Gris que no ha podido justificar José Ramón López Beltrán. Ignacio Mier, todavía con rastros de indignación en el rostro declaró que “para que haya pleito se requieren dos y como somos un movimiento pacífico (¡ajá, sí, cómo no!), no estamos a favor de que se desborden las pasiones”. Lo que más le dolió a morenistas y rémoras que los acompañan, fue que, según el diputado poblano, la naturaleza del Punto de Acuerdo, que presentó Pérez Jaén, no iba de acuerdo “con la escenografía, con el montaje teatral”.

morcora@gmail.com