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Si algo ha demostrado la ineficiencia e incapacidad de esta errada y llamada cuarta transformación son dos hechos: lo que ocurre con los diez mineros atrapados en Sabinas, Coahuila y la insistencia y arrogancia del presidente Andrés Manuel López Obrador para que la Guardia Nacional pase al control de la Secretaría de la Defensa Nacional y decir aberraciones como aquella de que la GN seguirá teniendo mando civil, con todo y que dependa de la SEDENA. ¿Así o más incoherente?

En el primer caso, el de los mineros, se hizo desde Palacio Nacional todo por tapar la nula capacidad ni más ni menos que de la flamante secretaria del Trabajo y Previsión Social, Luisa María Calderón, que es evidente, no tiene ni la más remota idea de cómo manejar este caso. La semana pasada, llegó a  decir, palabras más, palabras menos, que como todo el personal de la dependencia estaba viendo qué ocurría en Sabinas, pues no se podía atender otros asuntos.

Luego, de plano se “lavó las manos” guardando un silencio sepulcral sobre la situación que guardan minas como la de “El Pinabete” de Agujita y para rematar, la coordinadora Nacional de Protección Civil, Laura Velázquez, recibió instrucciones precisas de no hablar más sobre cómo van las operaciones de rescate de los mineros, vivos o muertos.

Como puede observarse y para variar, a esta errada y llamada cuarta transformación ya se le salió de las manos este asunto y no es suficiente que desde su gustadísimo “stand-up” mañanero, López Obrador se limite a decir que hay que tener confianza y fe, ¿será porque capacidad no hay?, de que se rescatará a los mineros.

Además, el de Tepetitán, calculó mal y terminó por echarse encima a los familiares de los mineros atrapados, cuando el fin de semana se dejó ver por el lugar para, como dijo la madre de uno de los atrapados, tomarse la foto con el dolor de los parientes de dichos hombres que bajan a las oscuridades de la tierra sin la más mínima seguridad, como si estuviéramos en el siglo XVIII y de eso, nadie se hace responsable. De hecho, en su visita a la comunidad de Agujitas, López Obrador no se atrevió a acercarse a donde estaban los familiares de los mineros atrapados; lo hizo de lejos y ante las protestas de éstos y prometió que primero sería el rescate y después se buscaría hacer justicia, pero a como van los tiempos, la justicia tardará muchísimo en llegar. Además, se trata también de buscar el mejoramiento de las condiciones de trabajo de los mineros que no solo laboran en esa zona y que ganan sueldos miserables.

Respecto a quien es el dueño de esas minas, unos y otros se “echan la bolita” para no asumir responsabilidad ni culpabilidad alguna.

Antes de esta tragedia, hace ya algunos meses, se había destapado por las “exbenditas redes sociales” a la secretaria Luisa María Calderón, como aspirante al gobierno de la Ciudad de México, sin embargo, luego de estos desafortunados hechos, el tema, podría decirse, se quedó congelado.

Lo anterior, al tiempo que el inquilino de Palacio Nacional, hace cálculos sin mayor sustento de que pronto, -y eso puede que sea el día de hoy-, los equipos de rescate podrán ingresar a la zona siniestrada para iniciar sus labores.

Específicamente señaló: “Y si se sigue avanzando ya podemos pensar que mañana o pasado mañana el tirante de agua va a ser de un metro y medio y ya van a poder entrar buzos y rescatistas”. ¿Será?

Ahora bien, sobre el tema de la Guardia Nacional, señalado en líneas anteriores, el dicho del presidente respecto a que será el Poder Judicial el que resuelva la constitucionalidad o no de que la GN pase a manos de la SEDENA, esto va a representar otra “prueba de fuego” ni más ni menos que para el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar, pero en este sentido, el inquilino de Palacio Nacional está muy confiado en que quien encabeza la SCJN sigue trabajando para él y por eso puede violar sin problema alguno la Constitución.

Un aspecto que no se puede soslayar, son las pésimas condiciones en que esta errada y llamada cuarta transformación tiene a los integrantes de la Guardia Nacional, durmiendo en estacionamientos, como en el caso de Guerrero, sin las más mínimas medidas de higiene y con una alimentación deficiente. Y, ¿qué va a hacer el presidente con este tema?

MUNICIONES

*** Una verdadera lástima que la gobernadora de Campeche, Layda Sansores Sanromán, no nos haya regalado su gustadísmo “show cómico, mágico y musical” denominado el “Martes del Jaguar”, donde la controvertida mandataria estatal, hace chistes de un pésimo gusto; trata de hacer bombas yucatecas, en fin, Pero es que está tan ocupada, no preparando su I Informe de Gobierno y de justificaciones de que no ha hecho nada al frente del estado, sino porque se fue a Buenos Aires, Argentina a celebrar su cumpleaños y hasta la diversión cansa, ¿o no? El caso es que hay que destacar que además, un juez federal concedió al líder del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, una suspensión definitiva que impediría a la gobernadora Sansorescontinuar difundiendo conversaciones telefónicas de Alito Moreno y eso la tiene muy, pero muy triste. Gabriel Regis, juez Décimo Sexto de Distrito en Materia Administrativa, concedió la suspensión por tiempo indefinido en el amparo, siguiendo el criterio de tres magistrados del Tribunal Colegiado que coincidieron en que, al difundir estos audios en su programa Martes del Jaguar, Layda Sansores realiza actos «que escapan a las funciones» que le corresponden como gobernadora, y que puede causar daños irreparables a los derechos de Alejandro Moreno.

*** Y el que está muy desesperado, es el senador del PT, José Narro Céspedes, porque ve que sus posibilidades para llegar a la presidencia de la Mesa Directiva del Senado de la República, se tambalean, aunque, claro está, todo puede pasar. Ahora, el legislador se dedica a justificar aquello de que tiene mala relación con el presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara Alta, Ricardo Monreal y sostiene que solamente se trata de algunas diferencias, pero nada más.

morcora@gmail.com