Compartir

Guadalupe Taddei y Andrés Manuel López Obrador, hacen el uno dos. Solo así se explica que mientras el presidente, desde su púlpito mañanero se dedica a quejarse amargamente de conspiraciones en su contra por parte de medios de comunicación que él estima son neoliberales y vinculados al expresidente Carlos Salinas, “de malas entrañas” y riesgosísima, por su parte, en el Instituto Nacional Electoral, (INE), cuando se iba a llevar a cabo una reunión de consejeros , electorales y  siete gobernadores integrantes de la CONAGO, de plano encerraron en la Sala de Prensa a los reporteros que cubren esa “fuente”, para que no incomodaran con sus preguntas a los asistentes al encuentro.

Se supone que fueron convocados al INE, todos los mandatarios estatales pero solo llegaron, Layda Sansores, de Campeche, con todo y su larga cola que le pisen; Mara Lezama, de Baja California; la gobernadora ausente Evelyn Salgado, de Guerrero; el exfutbolista Cuauhtémoc Blanco, de Morelos;  de Oaxaca, Salomón Jara; Alfonso Durazo, de Sonora y Alfredo Ramírez Bedolla, de Michoacán.

Según se sabe, el flamante oaxaqueño, Salomón Jara, recién llegado de La Guelaguetza y que acostumbra hacer “leyes” a modo que los diputados locales morenistas de su tierra le aprueban vía “fast-track, fue quien habría pedido que el referido encuentro se diera de forma privada, digamos, “encerrados a piedra y lodo”. No obstante, en dicha reunión, el gobernador de Oaxaca se tomó su tiempo para echarle porras a Guadalupe Taddei, desde luego, porque ha probado y comprobado más de una vez, que está dispuesta y pronta a seguir las instrucciones que le dicten desde Palacio Nacional.

El primer cuestionamiento que surge es: ¿qué tienen que esconder estos mandatarios estatales surgidos de Morena? Bueno, en general, esa es la conducta que siguen todos los seguidores de López Obrador, que se nota fue quien les acabó de enseñar esas “mañas”, esto es, ocultar la verdad; así ha sucedido con la falta medicamentos, la crítica y difícil situación que vive el sector salud; la inseguridad que día a día tiñe de rojo al país  y en un indicador, los homicidios, se registran en esta errada y llamada cuarta transformación se registran, 28 asesinatos por cada dos mil habitantes y el tabasqueño dice que “la paz se nota”.

Y más recientemente, la “manchita” de petróleo de 400 kilómetros en los ductos de Ek Balam,  que denunciaron los ambientalistas contaminó el mar y López Obrador se empeña en minimizar.

En fin, que a punto de entrar al último año de gestión de esta errada y llamada cuarta transformación, se nota la desesperación en el inquilino de Palacio Nacional porque su país de ensueño “AMLOlandia”, se le está desmoronando.

Retomando lo ocurrido en la Sala de Prensa del INE, la consejera Dania Ravel, anunció que pedirá que se investigue y se aclare este encierro del que fueron objeto los reporteros. En este sentido, vale la pena citar lo que la consejera subió a sus redes:

“Ante las denuncias de diversos medios de comunicación respecto de situaciones que entorpecieron la cobertura de la reunión que se llevó a cabo en el INE con la CONAGO, quiero aclarar que en ningún momento tuve conocimiento ni autoricé ninguna acción que obstaculizara el ejercicio libre del periodismo. Solicitaré que se investigue lo ocurrido y se tomen las acciones correspondientes. Lamento muchísimo este hecho”.

Lo anterior no es más que otra muestra de que desde la llegada de Guadalupe Taddei a dicho Instituto, los consejeros están divididos en dos grupos. Uno, los que fielmente se pliegan a las instrucciones de Palacio Nacional y los que no y por ello, actúan libremente, institucionales y no por lealtades que les exijan desde la presidencia de la República.

Por las “exbenditas redes sociales”, los reporteros que se quedaron encerrados subieron testimonios fehacientes de esta incómoda situación. “Nos encerraron durante una hora… Cuando varios intentaron salir y pudieron conseguirlo, los conminaron a regresar a la Sala de Prensa bajo el argumento de que la reunión era privada.

De lo que se sabe se trató en el citado cónclave, es de cómo será la coordinación para el proceso en cuya carrera está el “corcholaterío” y que arranca el próximo 4 de septiembre.

MUNICIONES

*** El presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, Alejandro Armenta , se sumó a lo dicho por el presidente López Obrador en el sentido de que es objeto de una campaña perversísima y envió un mensaje: “Me sumo a esa condena e, insisto, para quien sea, no solamente para una legisladora o un legislador o un empresario o una periodista.  Estoy totalmente seguro que el Presidente de la República está totalmente alejado de cualquier situación (de que lo que le pueda suceder a algún política o representante de los medios es responsabilidad suya). Él busca proveer de seguridad a las y los mexicanos, y tenemos que evitar que una situación de esta naturaleza se convierta en un acto perverso electoral”. 

*** Pues nada, resulta que a López Obrador consideró más que necesario darle un espaldarazo al subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López Gatell, de quien dijo, “le tengo mucho respeto y admiración porque nos ayudó muchísimo en los momentos más difíciles y fue muy eficaz, es un funcionario público muy inteligente y honesto”. Nada más falso y por ello, en la sesión de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, legisladores de Morena y rémoras que los acompañan, se dieron a la tarea de intentar defender al ex “rock-star”, que por cierto, ahora ocupa su tiempo en asistir a eventos eminentemente políticos, con eso de que dicen que quiere ser candidato de Morena al gobierno de la Ciudad de México. ¿Será? En fin, ya en la sesión, la panista Kenia López Rabadán señaló: “y cuando le reclaman al subsecretario (López Gatell), demuestra lo insensible e inhumano que es porque decide matar a los mexicanos. Hoy, López Gatell es el rostro de la muerte como lo es Morena y este gobierno. Indignado, el petista Reginaldo Sandoval justificó: “el sistema de salud nos lo dejaron destrozado …300 hospitales nos los dejaron en cascarón”, e intentó rematar, “el doctor Muerte es (Felipe) Calderón”. Entonces el oficialismo hizo todo lo posible por desviar la atención y al defender lo indefendible, no les quedó más remedio que “reventar la sesión”. Una pregunta, ¿les agradecerá López Gatell esta encendida defensa?

*** Pues resulta que una de las “corcholatas”, anda más afilado que un machete y se trata del exsecretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, quien le aceptó “el tiro” ni más ni menos que a la senadora Xóchitl Gálvez y dijo que le pusiera fecha al debate entre ambos. Que, ¿el excanciller no estará violando las reglas de la contienda interna de Morena?

morcora@gmail.com