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Entre marzo y la primera quincena de abril la producción de acero entró en caía libre: conforme a estimaciones preliminares en la CANACERO que encabeza Máximo Vedoya, las acereras han reducido entre un 10% y 20% su actividad que, de no reinsertarse en la cadena de suministros para industria automotriz en el marco del TMEC, podrían ver una caída adicional de 30% en mayo próximo.

Esto obligaría a las empresas enviar “a casa” la mayor parte de los 672 mil empleados directos e indirectos que laboran en la industria con el 50% de su salario en el mejor de los casos. La industria acerara, pieza esencial de la manufactura, ya venía afectada por la competencia desleal de China, Rusia, Brasil y Turquía y por la recesión que se originó en el país desde el segundo trimestre del 2019; ahora se encuentra ante mercados deprimidos en construcción, energía, electrodomésticos y venta nacional de autos.

La única ventana de oportunidad de los acereros mexicanos es la de vincularse al reinicio de las actividades en la industria estadounidense, vinculación solicitada fervientemente por los 327 socios de la National Association of Manufacturers que encabeza Jay Timmons así como el embajador Christopher Landau.

Todo el sector minero metalúrgico en el país está en vilo de que la SE a cargo de Graciela Márquez convenza al secretario Hugo López Gatell de reiniciar actividades de exportación -con las debidas salvaguardas sanitarias- para evitar un mayor derrumbe interno y el colapso de las redes regionales de producción. A su vez, empresas como Acerlor Mittal que lleva Victor Cairo, AHMSA a cargo de Luís Zamudio, DeAcero de Raúl Gutiérrez, Ternium a cargo de Cesar Jiménez, Tyasa de Oscar Chahin, Gerdau-Corsa de André  Gerdau y Techint de Paolo Rocca, son clientes de la industria minera donde los trabajadores representados democráticamente por Ismael Leija y Carlos Pavón temen por la continuidad de su empleo e ingresos.

Otro fierro en la lumbre, pues.

Televisa, solidaridad

Una buena noticia: en el marco de sus reporte financiero trimestral, los CEO´s de la compañía, Alfonso de Angoitia y Bernardo Gómez, así como todos los miembros del consejo de administración empezando por el propio Emilio Azcárraga, acordaron reducir temporalmente sus salarios en 50% para evitar recortes de trabajadores y mantener el empleo ante la recesión acelerada por el coronavirus, siendo la primera compañía de su sector en tomar este tipo de acciones. Y junto con ello, una serie de medidas administrativas para generar ahorros al tiempo de tener a 90% de sus empleados en home-office. Un trabajo en equipo le ha permitido a la firma potencializar sus márgenes operativos en sus negocios de Cable y Sky al tiempo de apoyar a sus clientes con ofertas de entretenimiento en estos días de cuarentena.

Outsurcing de la nueva era
El sector financiero no está ajeno a los cambios que impone la pandemia en el mundo, y quién toma al toro por los cuernos es la firma española Cibergestión, dedicada al outsourcing de procesos de negocios (BPO) que entre otros, formaliza 7 de cada 10 créditos hipotecarios para la banca en México. La firma que dirige José Ángel Borbolla, aprovechando las tecnologías de la información, pudo dar continuidad a su negocio al tiempo de enviar a más de 600 empleados a sus casas: al tiempo que apoyó varios procesos bancarios de respaldo a su clientela, formalizando más de 40 mil convenios para diferir pagos por 4 meses. Los servicios digitales en beneficio de la relación de confianza entre banca y usuarios bajo la eficaz supervisión de la Condusef que comanda Oscar Rosado.

mflores37@yahoo.es

@mfloresarellano

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