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Una vez más, el presidente Andrés Manuel López Obrador, dejó en claro que no todas las madres son iguales para él. La semana pasada recibió en Palacio Nacional a Estela de Carlotto, fundadora de las abuelas de Plaza de Mayo de Argentina, mientras que en lo que va de su sexenio ha ignorado a los colectivos de madres buscadoras en México y se ha negado a recibirlas.

El rechazo ha sido sistemático, por ejemplo, el 10 de mayo de 2021, el presidente decidió suspender la mañanera para ofrecer un concierto por el Día de las Madres, en tanto que en el zócalo más de una decena de ellas se manifestaban por sus desaparecidos exigiendo ser atendidas por el mandatario, pero no fue así, las ignoraron.

Una de esas madres ignoradas por el presidente es Cecilia Patricia Flores Armenta, fundadora y líder de Madres Buscadoras de Sonora, uno de los colectivos más grande del país. Flores Armenta ha solicitado en varias ocasiones reunirse con él sin obtener una respuesta:

“Déjeme contarle de primera mano sin intermediarios nuestra realidad, presidente López Obrador. No somos adversarias ni malas personas. Yo sólo soy una madre desesperada por encontrar a sus hijos. Ayúdeme, señora Beatriz Gutiérrez Müller, sé que a usted la escucha”, pidió Ceci Flores en 2021. Nadie atendió.

El 13 de diciembre del 2021, unos 15 colectivos de búsqueda llevaron montículos de tierra al Zócalo de la Ciudad de México, para recrear las fosas de los desaparecidos en los que colocaron imágenes de sus seres queridos mientras el presidente López Obrador, ofrecía su conferencia de prensa en el Palacio Nacional.

“Si Andrés Manuel no va a las fosas, las fosas vienen a él”, exclamaron los manifestantes tras la instalación Tampoco hubo respuesta.

Y como olvidar la arrogancia del entonces secretario de Gobernación Adán Augusto López, en agosto de 2022, cuando se negó a firmar un acuerdo con madres de desaparecidos luego de que le dijeran que no confiaban en él.

Ante el reclamo de una señora y su negativa de creer en las autoridades, López Hernández, sin la más mínima consideración, le reviró “yo tampoco confío en usted”. ¿Será qué ahora como aspirante presidencial cambie su actitud ante esta crisis humanitaria?

En el México que gobierna, López Obrador se muestra solidario y respetuoso con la mamá de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Pero a las madres y familiares de los desaparecidos por el crimen organizado o policías estatales y federales los mira con desconfianza, argumenta que debe cuidar la vestidura presidencial para no recibir reclamos. Las víctimas no le importan.

En el discurso les promete apoyo, pero la realidad resulta otra con sus acciones. En México, hay más de 112 mil personas desaparecidas; el gobierno “humanista” de la #4T les niega la justicia y las abandona. Ante los oídos sordos del presidente, las Madres Buscadoras propusieron y acordaron un “pacto de paz” con 10 cárteles mexicanos para que se erradique la desaparición forzada de personas.

En días recientes, los colectivos aprovecharon la euforia provocada por la película de Barbie para crear la “Barbie Buscadora”, vestida con el atuendo que suelen usar durante sus jornadas, y así solicitar un donativo de Mattel para comprar dos camionetas y carpas, necesarias para las búsquedas.

La precariedad de las buscadoras, que en su mayoría tienen que dejar sus trabajos para salir a escarbar en el campo, les ha llevado a sobrevivir en muchos casos gracias a donaciones de particulares. Además, también están expuestas a agresiones o a perder la vida como Teresa Magueyal en Guanajuato.

Miles de madres esperan que el presidente tenga una atención con ellas por “respeto” o “humanidad”, y le ruegan que no haga diferencias pues merecen el mismo trato que Estela de Carlotto. Sin embargo, López Obrador, se comporta como Carlos Salinas, “ni las ve, ni las oye” y en sus acciones se confirma que hay de madres a madres en su gestión.

¿Será que lo que interesa es el impacto político de los casos? En tiempos electorales y de sucesión todo indica que los 112 mil desaparecidos no sirven para la propaganda de un gobierno que llegó al poder con la promesa de terminar con lo que llamó “la simulación de la búsqueda” y al cierre del sexenio persiste la impunidad.

México se ha convertido en una gran fosa, las desapariciones son consideradas el crimen perfecto porque sin cuerpo no hay delito. Historias de horror y terror ante la ausencia de un Estado de derecho en un México polarizado. ¿Hasta cuándo?

Vericuentos

¿INE a modo?

Se acabó la luna de miel… el presidente López Obrador dijo que el INE y el Tribunal Electoral son como “la Santa Inquisición”, Incluso lo llamo el “Instituto de la censura”.Sin duda, una mala señal para el 2024, donde se renovarán la Presidencia de la República, el Senado, la Cámara de Diputados, nueve gubernaturas. 31 congresos locales y alcaldes en 30 estados. AMLO repite la estrategia descalifica a las autoridades electorales desde ahora para que, en caso de una derrota de Morena tenga elementos para no reconocer el triunfo de sus “adversarios”. ¡Aguas!  @guille gomora