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La pesadilla del “sueño americano” es un drama humanitario.  El más grave de todos los tiempos. La necesidad de las personas las lleva a arriesgar el bien más preciado: la vida. Las fronteras norte y sur de México se han convertido en un gran cementerio.

El caso más reciente, los 39 migrantes fallecidos en el incendio ocurrido en un centro de detención del Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez, Chihuahua a unos metros de la frontera con Estados Unidos.

De las víctimas mortales, 18 eran de Guatemala, siete de El Salvador, siete de Venezuela, seis de Honduras y uno de Colombia, todos eran hombres y tenían entre 18 y 51 años, añadió. Vidas pérdidas por la indolencia de las autoridades y la negligencia de los vigilantes de la estación migratoria.

Así lo confirmó Sara Irene Herrerías, titular de la Fiscalía Especializada en Materia de Derechos Humanos de la Fiscalía General de la República: «Ninguno de los servidores públicos, ni los policías de seguridad privada, realizaron alguna acción para abrirles la puerta a los migrantes que se encontraban adentro con el fuego».

Una estampa de horror que nos debe llevar a la reflexión. Irineo Mújica, director de la organización Pueblos Sin Fronteras, pregunta y responde: “¿Cómo puede llegar a tu casa y ver a tus hijos después de que dejaste a gente morir? El culpable es el gobierno”.

Irineo Mújica, denuncia que: “El comisionado del INM, Francisco Garduño, se ha encargo de militarizar las oficinas migratorias; ha protegido a gente que está relacionada con el crimen organizado”.

Sí. Nuestra vocación migratoria se pervirtió; México se convirtió en la “ruta del infierno”. Las personas, nacionales y extranjeras, que transitan por nuestro país para llegar a los Estados Unidos, son víctimas de la discriminación, el cerco policiaco, la voracidad de algunos comerciantes, el asedio de las pandillas y la delincuencia organizada.

Emilio Álvarez Icaza, senador del Grupo Plural, afirma que “La política migratoria de México mata, viola los derechos y genera mucho dolor…Usan las estaciones migratorias como prisiones y todavía López Obrador responsabiliza a los migrantes”

Álvarez Icaza, ex secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, considera que el incendio en el centro migratorio es un crimen de Estado, que equivale a tragedias como la desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa o el incendio en la guardería ABC, en el perdieron la vida 49 menores de edad.

Por su parte, Edith Olivares Ferreto, directora ejecutiva de Amnistía Internacional, advirtió que el estado mexicano aplica una política migratoria “cruel e inhumana”, que sólo refleja el interés de las autoridades por cumplir con las medidas que se aplican desde Estados Unidos.

En efecto, desde marzo de 2020 debido al Título 42, instrumentado por el gobierno de Donald Trump, la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de los Estados Unidos, convirtió a México en el muro de contención de la migración a través del programa “Quédate en México”.

Al respecto, el doctor Tonathiu Guillen, ex comisionado del INM, me dijo: “Esto implica una desviación a la propia legislación de Estados Unidos, nos toca recibir una cantidad muy grande de personas que estaba esperando su estatus de refugio, en un daño jurídico a sus derechos y también a sus condiciones de vida y de su entorno.”

Atrás quedó la promesa hecha en 2018, por el entonces candidato, López Obrador: “Nosotros, a partir del 1 de diciembre, vamos a dar trabajo, empleo a centroamericanos; es un plan que tenemos, que el que quiera trabajar en México va a tener una visa de trabajo, no sólo con deportaciones sino dando opciones, dando alternativas” ¡Ajá!

Los agentes del Instituto Nacional de Migración encargados de atender a las caravanas migrantes de centroamericanos y extracontinentales, acompañados de elementos de la Guardia Nacional, se han convertido en grupos de terror, dedicados a cazarlos en la carretera, golpeándolos como animales sobre el asfalto, para después encerrarlos en camionetas y autobuses sin ventilación ni aire acondicionado a fin de regresarlos a la frontera de Chiapas-Guatemala, por donde llegaron.

Así las cosas, más que militarizar las fronteras y aplicar la ley del garrote hay que atender el entorno social y económico que expulsa a los migrantes nacionales y extranjeros. Para ello se necesita cooperación regional, empleo, educación y seguridad. No hacerlo condena a las caravanas a una ruta hacia el infierno.

Vericuentos

INE – ¿Beneficio de la duda?

Llegó la hora para los nuevos integrantes del Instituto Nacional Electoral (INE), deberán demostrar y garantizar en los hechos la independencia del organismo. Ricardo Monreal, coordinador parlamentario de Morena, considera que Guadalupe Taddei Zavala, nueva presidenta del INE, y los consejeros Jorge Montaño Ventura, Rita Bell López Vences y Arturo Castillo Loza, son garantíade que no habrá regresión democrática, actitudes autoritarias o suspicacia sobre el manejo del Gobierno en el INE. ¡Órale!, Mejor será darles el beneficio de la duda y que lo demuestren en junio próximo en las elecciones del Estado de México y Coahuila.                                                     @guillegomora