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En medio de esta crisis, no deja de llamar la atención que el dirigente del Movimiento de Regeneración Nacional, (MORENA), Alfonso Ramírez Cuéllar, se deje ver tan optimista. Ello porque en una entrevista, -palabras más, palabras menos-, dijo sentirse muy, pero muy seguro de que en las elecciones del siguiente año, el 2021, su partido conservará la mayoría en la Cámara de Diputados federal; los Congresos estatales e incluso, las 15 gubernaturas que estarán en juego.

Se reitera, demasiado optimismo porque sin duda, la pandemia del Covid-19 le vino al presidente Andrés Manuel López Obrador “como anillo al dedo”, pero para demostrar su incapacidad para gobernar a México y ello muy probablemente precipitará la crisis.

Antes del coronavirus, -como se recordará-, al tratar de meter orden entre los miembros del partido en el poder que con todo y crisis siguen más divididos que nada, amenazó  el presidente con que si no se ponían de acuerdo en la renovación de su dirigencia, él de plano dejaría las filas del instituto político que fundó.

Fue apenas el mes pasado, cuando el tabasqueño dijo que ante tantas divisiones y desacuerdos se iría de Morena, “si se echa a perder” pero eso sí, se llevaría el nombre que él mismo diseñó para el hoy partido en el poder.

En este sentido, puede que el optimismo de Ramírez Cuéllar se deba a que si López Obrador tomara la decisión de irse, no sería en automático que Morena perdiera el registro, pues ya nadie le podría quitar la oportunidad de competir en las elecciones más trascendentales para este país, las del 2021, pero eso sí, estaría obligado a conseguir arriba del 3 por ciento  de la votación para poder conservar su registro. Esta tesis es en el caso de que el presidente abandonara al instituto político que fundó a su suerte y se llevara su capital político.

Es de esperarse entonces, que la emergencia sanitaria del coronavirus venga a profundizar las divisiones en Morena. Al momento, se sabe que varios legisladores pertenecientes a ese partido, no están de acuerdo con las medidas que ha adoptado el tabasqueño ante el coronavirus y eso, les podría costar ser víctimas del odio del Ejecutivo.

Pero si de divisiones y enfrentamientos seguimos hablando, hay que señalar que el que se trae el presidente con los empresarios, a la luz de la pandemia del coronavirus, es de magnitudes insospechadas.

Luego de no haber anunciado prácticamente ningún apoyo para la Iniciativa Privada y las Pymes, porque en su informe trimestral todo se le fue al mandatario en seguir promocionando sus programas sociales, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Carlos Salazar Lomelín y otros dirigentes empresariales como Gustavo de Hoyos, en una videoconferencia con el resto de los organismos empresariales, se preguntaron cómo es que López Obrador anunció que va a crear dos millones de empleos en nueve meses; más aún si tomamos en cuenta  que el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, ha declarado que es posible que esta pandemia extienda su pico más alto por ahí del mes de junio.

Las políticas lópezobradoristas que ya ni siquiera están “prendidas con alfileres”, amenazan con hundir a México

Concretamente, Carlos Salazar preguntó: ¿Cómo va a crear (López Obrador) dos millones de empleos en nueve meses con estas condiciones que estamos viviendo? Nunca se ha creado una cantidad tan grande de empleos. Los empleos los produce el sector privado, no el sector público”.

Agregó el dirigente del CCE que «el sector público invierte un peso de cada 9 que se invierten en el país, y creer que con inversión pública se van a crear esa cantidad de empleos es un objetivo que luce inalcanzable».

Ya se consignó en anterior entrega en este espacio: el presidente se ha empeñado en tratar de reconstruir AMLOlandia, el país de la ilusión; como un castillo de naipes que ya no tarda en derrumbarse.

MUNICIONES

*** Entre las investigaciones que el gobierno de Estados Unidos sigue en la actualidad contra el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, la que concentra el respaldo general e incluso internacional, es la relacionada con la venta de alimentos a sobreprecio a las poblaciones más pobres de Venezuela. Resulta que el presidente venezolano compró más de 400 mil toneladas de víveres en México para después comercializarlos entre sus gobernados al doble de precio a través del programa denominado Comités Locales de Abastecimiento y Producción, mejor conocido como despensas CLAP. El asunto, que representaría un atentado contra los derechos fundamentales de la población en aquella nación, fue investigado también en tierras mexicanas por la Unidad de Inteligencia Financiera, de Santiago Nieto, que contribuyó a dar seguimiento y congelar unos 150 millones de dólares de las empresas que colaboraron con el gobierno venezolano en esa transacción.

*** Al calor del Coronavirus, se desató un ríspido debate entre los líderes de la minería, respecto a la conveniencia o no de que esa industria continúe paralizada por el Gobierno Federal, al no ser considerada como un sector esencial para seguir operando. Javier Villarreal Gámez, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Minero-Metalúrgica de la CTM e Ismael Leija Escalante, dirigente del Sindicato Democrático Minero, advierten que se dejarán de suministrar materias primas para toda la industria, con el principal golpe para los sectores automotriz, construcción, acerero y de fabricación de equipos médicos, que tanta falta hacen en la actual contingencia sanitaria, al tiempo de que se afectarán las exportaciones. En tanto, el líder sindical y senador de Morena, Napoleón Gómez Urrutia, sostiene que la paralización de la minería es necesaria. Dijo que las empresas extranjeras, radicadas en México, son las que cumplen esa medida y arremetió en contra de los empresarios nacionales, postura criticada por Leija Escalante, quien señaló que la afirmación de quien se conoce como Napito, se debe a sus compromisos pactados con el capital y los sindicalistas de Canadá, desde que el ahora morenista huyó en 2006 a ese país, acusado de desviar 55 millones de dólares de mineros mexicanos.

*** Una pregunta cuya respuesta no se ha dado: ¿por qué el aún secretario de Hacienda, Arturo Herrera, sostuvo ayer una videoconferencia con diputados para explicarles el documento de los Precriterios Económicos (sí, ese que no le gustó nadita al presidente) y las medidas que la llamada cuarta transformación emprenderá, algún día no muy lejano, frente al coronavirus, si se supone que el responsable de las finanzas públicas ya está con un pie afuera?

morcora@gmail.com