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El pleito de las elecciones, sobre todo en tiempos de cambio de la Presidencia de México y la renovación del Congreso de la Unión, Senado y Cámara de Diputados, es una etapa que por su naturaleza desata una lucha a navaja limpia entre los partidos políticos.

Una de las herramientas que más se ocupan, a pesar del descrédito, son las encuestas, las mismas que se utilizan para generar una percepción y su papel es más que significativo en la incidencia del votante.

Para nadie es secreto que la gran mayoría, por no decir todas, son como los trajes hechos a la medida, es decir, en el argot popular político, se les conoce como las encuestas son de quien las paga.

Son negocios que se cobran cifras millonarias, difícilmente se pueden creer los números que se arrojan, las pasadas elecciones del Estado de México, comenzaron a brotar las favoritas para Morena con su candidata, Delfina Gómez.

Hubo encuestadoras que se atrevieron a dar hasta 22 puntos porcentuales, en una clara y descarada forma de hacer creer que ese partido ya había ganado y que el PRI con el PAN y PRD su candidata, Alejandra del Moral se había caído drásticamente.

Al final, en los resultados, las cifras arrojaron un triunfo de Delfina con escasos 8.7 por ciento casi 9 porcentuales, una distancia de 13 puntos de diferencia.

En ese escenario se puede advertir que el papel de esas encuestadoras fue clave para desmotivar a los simpatizantes que buscarían su voto para el partido perdedor.

A medida que avanzaba las campañas, la estrategia de los favorecidos, que obviamente las pagaron, se encargaban de darle mayor difusión y penetración para llegar a los ciudadanos.

La idea era eso, desmotivar a los de enfrente para que se presentaran a votar, en consecuencia, miles de familias dejaron de ejercer su voto.

Esa es la parte que venden los que mandar hacer las encuestas, que sea un traje a la medida para presentarle a los adversarios que están perdidos, antes de las elecciones.

Es generar una percepción negativa y los desmoralice para hacer creer que ya no hay nada que hacer porque prácticamente están perdidos.

Bueno, hoy   esa misma ruta parece estar más vigente que nunca en los ejercicios para los candidatos Presidenciales.

Al partido de AMLO, desde que arrancó el sexenio lo situaban con una gran ventaja de hasta 28 por ciento de aceptación y que si fueran en esos momentos las elecciones arrasaría con carro completo.

A cinco años, y ya con candidatas Presidenciables, como partidos Morena, de Mario Delgado y sus aliados, PT y Verde, alcanzan 48 por ciento, mientras que al PRI, de Alejandro Moreno “Alito”, PAN de Marko Cortés y PRD de Jesús Zambrano les dan 43 y 45 por ciento, más 2 y 3 por ciento más de Movimiento Ciudadano de Dante Delgado que si se suma alcanzarían unos 46 por ciento.

Esos números estaríamos hablando de un empate técnico, pero la realidad es que las encuestas hoy por hoy están en un descrédito que no se sabe a ciencia cierta esos porcentajes ni los anteriores.

Otras de las encuestas que salieron ayer a la luz pública, le dan una amplia ventaja a Claudia Sheinbaum sobre Xóchitl Gálvez, números más números menos, pero pareciera que se trata de la misma estrategia aplicada en el estado de México.

La senadora panista y Presidencial del Frente Amplio por México simplemente llamó a no hacer caso a esas encuestas, pues la realidad es que hay millones de mexicanos que están en desacuerdo con este gobierno que mantiene una administración tristemente desastrosa.

JULEN Y LOS YUNES POR VERACRUZ

En Veracruz comenzaron a moverse los aspirantes a gobernar esa entidad por el Frente Amplio por México para que uno logre alcanzar la candidatura.

Como dato anote al coordinador de la bancada del PAN en el Senado de la República, Julén Rementería. También en la lista Héctor Yunes, José Yunes, Fernando Yunes, Miguel Yunes y Anilú Ingram, entre otros más.

La idea de Julén es que se sumen, todas las fuerzas con sus visiones para salvar y rescatar Veracruz, pues para nadie es secreto el grado delictivo que se vive.

Enfrente se perfila por Morena la secretaria de Energía, Roció Nahle, a pesar de los yerros en la construcción Dos Bocas, una obra sexenal que le encargó el Presidente, no será obstáculo para lograr la candidatura. Prácticamente es bola cantada.

ANA LILIA, EL PAN Y LA SAL CON LA FUENTE

La presidenta del Senado, Ana Lilia Rivera compartirá hoy el pan y la sal con los reporteros de la fuente, desde luego que es parte de los encuentros que contempla agendar como parte del programa de trabajo que se trazó y mantener contacto con los periodistas en este último año legislativo y, dos, para ver que nos comenta sobre su viaje por Dublín, en Irlanda donde participó como representante del Poder Legislativo mexicano, desde luego a ver que le dijeron que como ven, desde el otro lado del charco a nuestro México lindo y querido o, de plano como se ve por allá la gobernanza del que manda en Palacio Nacional.

Jachavez77@yahoo.com