Compartir

La más emblemática empresa productiva del estado llegó a punto terminal: no hay manera de que siga adelante con la estructura financiera actual, ahogada en deudas como lo acepta el auditor externo KPMG que encabeza Víctor Esquivel en México; sin embargo, la compañía que dirige Octavio Romero aún tiene una batería de oportunidades para reestructurar sus casi 105 mil millones de dólares en pasivos… e incluso, sí la SHCP de Arturo Herrera la juega discreta y oportunamente podría generar un ingreso inesperado para el estado mexicano.

Pemex está quebrada. Bajo los actuales cánones es improbable que la presión sea sostenible más allá del segundo semestre con una deuda que se aproxime a 2.6 billones de pesos. Es deuda es también un problema mayúsculo para fondos de inversión, tesorerías y hasta para gobiernos en todo el mundo. La caída de Pemex podría ser el detonador de un problema aún mayor -como lo fue Lehman Brothers en 2009- en medio de una recesión global inducida por el coronavirus.

En tales circunstancias puede ser el momento brillante de Pemex. En el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, se sabe, analizan diversas opciones para una reestructuración de la deuda de la petrolera que al primer trimestre del 2020 derivaron principalmente de devaluación del peso y la percepción de mayor riesgo, ello por la reducción de -50.2% en el rendimiento operativo y un capital de trabajo negativo de 240.1 mil millones de pesos.

Las opciones que analiza el primer círculo de gobierno se puede resumir en tres: una reestructura tradicional para ampliar plazo y tasas (más altas) la deuda de corto plazo -que representa 10.5% del total- que le darían un “tanque de oxígeno” a Pemex  para esperar la recuperación pronta de precios; una medida intermedia con la reestructuración sobre tramos específicos de la deuda de la empresa (PEP, o refinación que ahora lleva) para aplazar vencimientos y separar el “negocio bueno” del “negocio malo”; y finalmente una solución agresiva que involucraría al subsecretario Gabriel Yorio y al director de finanzas de la petrolera, Alberto Velázquez, para adquirir tramos estratégicos de deuda de Pemex sin alterar su precio de mercado para luego recolocar nuevos instrumentos a menores tasas: una operación exitosa por 45% de la actual deuda podría ser una salida firme que arrojaría, se estima, un excedente de unos 10 mil millones de dólares… aunque ello exigirá voluntad política para asumir nuevos compromisos.

Es cuestión de días. Si se hunde Pemex, se hunden muchas otras cosas.

Robo presuntuoso

Abundan testimonios de grupos delictivos que presumen las despensas que regalan en comunidades pobres para mitigar el hambre que acompaña la pandemia. Pero mucho del “regalo” proviene de robo a firmas como Bimbo, de Daniel Servitje, Nestlé que dirige Fausto Costa y Herdez a cargo de Héctor Hernández, así como al comercio minorista. Los fabricantes de víveres junto con la Asociación Nacional de Abarroteros Mayoristas -que agrupa a 650 mil pequeñas tiendas y estanquillos- dirigida por Iñaqui Landáburu, ya denuncian que el robo se incrementó tres veces en abril y qué de no recibir seguridad por parte del gobierno, su actividad puede cesar. Así de grave.

Exprópiese

Y a partir del 21 de abril pasado, con el oficio urgente 800-25-00-06-00-2020-14401, la Administración de Aduanas a cargo ahora de Horacio Duarte, requirió a todos los recintos fiscalizados de las aerolíneas que operan en el país a informar diariamente sobre la recepción de todo tipo de equipo y medicamento para hacer frente al Covid-19. Como aquí se comentó, la finalidad sería retener esa mercancía para uso del gobierno pagando sólo lo registrado en el pedimiento de importación. Sopas.

@mfloresarellano

mflores37@yahoo.es