Presupuesto, crisis y rebelión en MORENA
La crisis en la negociación del Presupuesto 2020 ha alcanzado niveles alarmantes, jamás antes registrados, que seguramente muy pronto llegará a su Biografía Sociológica Mexicana como un acontecimiento que ojalá no estalle, pero que está integrando una nueva historia:
La crisis en la negociación del Presupuesto 2020 ha alcanzado niveles alarmantes.
Al no cumplir con el mandato constitucional de ser aprobado el 15 de noviembre, los mercados empezaron a inquietarse y a ponerse en duda la capacidad de conducción política del MORENA en la Cámara de Diputados y en el país.
No es ni calumnia ni mentira si le digo que diputados de las distintas facciones de MORENA, sobre todo los que representan movimientos sociales y ganaron las elecciones en sus distritos, que son más de 120, han externado que la política social y presupuestal del presidente Andrés Manuel López Obrador los tiene muy irritados, porque es insensible con los compromisos políticos de los diputados en sus regiones y además los ha tratado de forma displicente y hasta ofensiva.
“El plantón y las demandas de los campesinos bloqueando San Lázaro es lo de menos, aunque fuera la causa del retraso en la aprobación del Presupuesto 2020. Lo que realmente ha detenido las cosas son alrededor de 100 diputados de MORENA que están en rebelión y si hoy se votara el dictamen, se correría el riesgo de perder la votación, lo cual sería una catástrofe para AMLO”, eso fue lo que, de manera CONFIDENCIAL, dijeron fuentes morenistas, palabras más palabras menos.
En efecto, el plantón de Antorcha Campesina, la UNTA, y demás organizaciones agrarias en San Lázaro, fue mero pretexto, la coartada de Mario Delgado y MORENA para mantener oculto que la crisis del presupuesto obedece a la rebelión de gran parte de su bancada ante las imposiciones del gobierno de en materia presupuestal. Estos legisladores siguen molestos por la medida de Mario Delgado, que consideraron absurda, de obligarlos a firmar una carta-compromiso de votar a favor del presupuesto de AMLO sin cambiarle ni una coma. En contra de lo anterior, la realidad fue que más de 100 diputados no firmaron esa carta y muchos de ellos la rompieron durante la reunión.
Los diputados más radicales de MORENA reclamaron de viva voz a AMLO que su política presupuestal está generando descontento general por el tema del recorte a los programas indígenas, al campo, al sector salud, a las estancias infantiles, a los municipios pobres del Sureste; cosa que, como se sabe llegó hasta el propio Palacio Nacional en la ya famosa e histórica reunión del 7 de noviembre, durante la que incluso le gritaron a López Obrador que eso se tenía que corregir.
“Pero lo que más rebelión ha generado en la bancada de MORENA, es que AMLO quiere concentrar los recursos en sus programas sociales basados en la entrega directa de dinero a los beneficiarios, a través de los superdelegados y los siervos de la Nación, sacando de la jugada a los diputados y líderes partidistas”, siguen afirmando fuentes muy cercanas a la “burbuja” de MORENA en San Lázaro.
En efecto, políticamente esa estrategia anula a los diputados morenistas al convertirlos en cadáveres vivientes, que son objeto de reclamos y agresiones en sus distritos porque no llevan beneficios tangibles a la gente. Al mismo tiempo, el gobierno de AMLO ha prohibido a diputados y líderes locales acercarse a los gobernadores para gestionar proyectos y recursos, porque “no quiere intermediarios”.
Ya antes AMLO había dicho que, a pesar de tener derecho, no quiere que los actuales diputados de MORENA se reelijan, “pero con estas medidas de maltratarnos y marginarnos de la política social y presupuestal, es claro que quiere asegurarse de que ni siquiera intentemos buscar la reelección porque él, AMLO, está destruyendo nuestra base social en los distritos”, dicen, coléricos, muchos, muchos diputados morenistas.
A esos niveles ha llegado la situación en Palacio Nacional.
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