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Durante el 1T23, las 36 compañías más importantes en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) registraron un sesgo positivo. En opinión de analistas de BANORTE, “fue positivo observar señales de recuperación secuencial de la rentabilidad, aunque esta sigue siendo divergente entre sectores y emisoras”. En efecto, la fortaleza de la economía doméstica (interna) apoyada por el consumo, menores presiones inflacionarias, la resiliencia de EU, y las  inversiones relacionadas con el nearshoring, reflejaron un inicio de año favorable para las empresas. En esa muestra de 36 compañías que incluyen a la mayoría del IPC, los ingresos crecieron 5.4% (vs +3.1%), mientras que el EBITDA se contrajo 2.1% (vs -4.1%). La utilidad neta cayó 12.0%, en donde el impacto del ingreso extraordinario en Televisa del 1T22 tras concretarse la fusión con Univisión se vio mitigado con la ganancia extraordinaria de Femsa por la venta de Heineken. Excluyendo ambos, la utilidad neta se contrajo en 5.9%, 11.6pp arriba de nuestro pronóstico ante las ganancias cambiarias que sorprendieron en Amx.

Por supuesto, estas señales apuntalan una tendencia de recuperación hacia los próximos trimestres. En nuestra opinión, el foco de atención continuó en la retórica de las empresas sobre las perspectivas de crecimiento para lo que resta del año. Las compañías al menos confirmaron sus guías, en un contexto en el cual las tasas de interés deberán permanecer altas, pero de la mano de una dinámica en el consumo que ha sido resiliente y costos menos adversos (sobre todo aquellos de naturaleza variable, incluyendo energéticos). Se anticipa también un escenario donde la fortaleza del peso continuará, lo que podría traducirse incluso en una recuperación más acelerada en la rentabilidad de algunas empresas. En este sentido, la expectativa apunta a que el punto de inflexión para las presiones en márgenes probablemente ya se tocó en la mayoría de las empresas, por lo que anticipamos que sigan las mejoras secuenciales en los próximos trimestres. En nuestra opinión, estos pronósticos siguen siendo razonables, aunque reconocemos cierto sesgo al alza sustentado en: (1) La mejor perspectiva de crecimiento del PIB; (2) una mayor confianza de los inversionistas, traduciéndose en una mayor inversión con vientos a favor adicionales por los potenciales beneficios del nearshoring; (3) una continua recuperación en la rentabilidad; (4) una valuación que sigue siendo muy atractiva vs comparables; y (5) el fin del ciclo restrictivo por parte de Banxico.

De cualquier manera, no debemos dejar de lado los retos que prevalecen. Sobre todo, para el crecimiento y estabilidad financiera global ante la incertidumbre sobre la salud de algunos bancos regionales en EU. Además, existe muy poca claridad respecto al tiempo que permanecerán elevadas las tasas de interés, con los mercados apostando por recortes antes de lo que han sugerido la mayoría de los bancos centrales. Por su parte, la fortaleza de los datos económicos ha quitado fuerza a la posibilidad de una recesión (vemos contracciones moderadas en EU y México hacia finales del año e inicios de 2024), aunque la fragilidad prevalece en un entorno de crecientes conflictos geopolíticos. En nuestra opinión, estos factores seguirán añadiendo volatilidad a los activos de riesgo, a pesar de que el ciclo restrictivo global pareciera haber concluido o está muy cercano a hacerlo.

Persiste incremento en el consumo, beneficia la economía: Big Data BBVA México.

Este indicador reportó en el mes de abril un incremento de 3.4% MaM, con cifras ajustadas por estacionalidad. El comportamiento del gasto se vio impulsado por un incremento de 4.8% en el segmento de servicios, y por una variación de 3.0% en el segmento de bienes. Con estas cifras, el gasto en servicios se ubica 16% por arriba de su nivel de dic-22, y el consumo de bienes 7% por arriba de ese mismo umbral. Dentro del sector servicios, el mayor dinamismo se registró en los componentes vinculados al sector turismo, con un crecimiento de 9.9% en el consumo en restaurantes, y una variación de 9.4% en el segmento de hoteles. Por supuesto, señalan analistas del BBVA México, “anticipamos que el buen dinamismo del consumo se prolongará, en un entorno de ganancias en salario real y empleo, con impulso adicional de las remesas y la recuperación del crédito al consumo. Desde el mes de junio de 2022 a la fecha, el salario ha registrado un crecimiento de 4.7% en términos reales, mientras que la masa salarial creció 7.6% en el mismo periodo.

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